Las pruebas objetivas son uno de los instrumentos más utilizados para evaluar el aprendizaje debido a que resuelven problemas de objetividad, fiabilidad y validez que afectan a otros tipos de exámenes. Su construcción es compleja y costosa ya que requiere redactar múltiples ítems de diferentes formatos y niveles de dificultad, pero ofrecen ventajas como la capacidad de evaluar diversas habilidades mentales y comprensión de una amplia gama de contenidos.