Este documento explora la naturaleza de la oración y la búsqueda de Dios. Argumenta que buscar a Dios en lugares materiales como el cielo o la tierra es una forma de idolatría. En cambio, el verdadero lugar de Dios es en sí mismo, en su unidad con el Padre. La oración espiritual implica comprender a Dios en su propia esencia más que representarlo en formas corporales.