El documento analiza cómo los medios de comunicación y las empresas transnacionales ejercen dominación cultural y legitiman las desigualdades de clase a través del control sobre la producción y difusión de ideas e información. Las ideas de la clase dominante se extienden a través de los medios masivos para configurar un determinado consenso que legitima las desigualdades. Las empresas controlan gran parte de la producción y distribución de información a nivel mundial, lo que permite dominar los espacios dedicados a la difusión de mensajes y desintegrar la