1. Edgar Ernesto De León Tovar
Pirámide neurológica de Robert Dilts
Los niveles neurológicos de la PNL son muy útiles para comprender o dirigir el
cambio en individuos o en grupos. También se les conoce como los niveles lógicos
de cambio o niveles lógicos de pensamiento. Fueron desarrollados por Robert Dilts
y están basados en los niveles neurológicos propuestos por el antropólogo Gregory
Bateson.
Estos niveles se suelen representar en forma piramidal y guardan una relación
jerarquizada entre sí, de manera que cada nivel contiene e influye a los inferiores.
Los niveles (de mayor a menor) son los siguientes:
Espiritualidad / Propósito: ¿Quién mas? Se puede ver como tu conexión
a un sistema mayor o a un poder superior. Si eres un individuo o una
compañía que proporciona una serie de servicios, ¿qué impacto tienen tus
acciones en tu comunidad, en tu cultura y en la cultura de otros?
Identidad: ¿Quién? ¿Quién eres como individuo o empresa? ¿Qué papel
representas? ¿Cuáles son tus acciones en el marco de tu propósito en la
vida? ¿Qué piensas sobre ti mismo?
Creencias / Valores: ¿Por qué? ¿Por qué haces las cosas que haces? ¿En
qué crees o qué es lo que valoras?
Capacidades / Estrategias: ¿Cómo? ¿Cómo haces las cosas que haces?
Siendo un individuo o una empresa, ¿cuáles son tus capacidades,
habilidades, estrategias o planes de acción?
Comportamiento: ¿Qué? ¿Cuáles son las cosas que haces? ¿Cuáles son tus
comportamientos?
Entorno: ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Con quién? ¿Dónde, cuándo y con quién
pones en práctica tus comportamientos? ¿Cuáles son las influencias y las
limitaciones que están actuando sobre ti?
Operamos en todos estos niveles. Dependiendo de las circunstancias, unos niveles
serán más importantes que otros. Si, por ejemplo, estoy cruzando una calle con
tráfico, es importante que ponga atención en los niveles de entorno y
comportamiento (dónde estoy y qué estoy haciendo).
2. Edgar Ernesto De León Tovar
Coaching para cambiar hábitos
En la gestión del cambio personal, puede ser recomendable contar con la ayuda
de un coach que nos ayude a identificar nuestras áreas de mejora y a poner en
marcha un plan de acción que nos permita alcanzar nuestros objetivos. En la
mayoría de los casos, sin embargo, no es necesario y podemos abordar el cambio
de hábitos, también desde la perspectiva del coaching, siguiendo un recorrido
como el que aquí planteamos:
1. Identifica el hábito nocivo que quieres dejar (falta de ejercicio, mala
alimentación, etc.) y describe el nuevo hábito que quieres alcanzar (alimentación
sana, ir al gimnasio, salir a correr, etc.).
2. Visualízate realizando el nuevo hábito de forma detallada (cómo lo haces, con
quién, dónde, cómo te sientes...) y reflexiona sobre los beneficios del mismo.
3. Identifica las acciones concretas que te llevan al mal hábito actual (por ejemplo:
cuando me estreso, fumo) y crea un nuevo desencadenan (por ejemplo, cuando
me estreso salgo a dar un paseo a ritmo rápido hasta que observo que mi nivel de
estrés ha disminuido).
4. Escribe tus micrologros y celébralos. Es tu forma de reconocer los objetivos que
vas cumpliendo y de motivarte para seguir avanzando.
5. Persevera. Los expertos indican que cuando repites 21 veces una rutina
generas el hábito.
Por tanto, si nuestra actitud es la adecuada, lo más importante es tomar
conciencia de los hábitos que queremos cambiar, establecer un plan de acción
muy concreto y, sobre todo, seguirlo.
A lo largo de todo este proceso, y después de él, debemos recordar que lo que
nos hace invencibles es nuestra autoestima, y que cualquier actividad que nos
ayude a reforzarla es un trabajo que vale la pena.
3. Edgar Ernesto De León Tovar
La ventana de johari
Es una herramienta sumamente útil para el análisis de uno mismo, al grado que se
puede aplicar en cualquier área desde un área familiar, personal, económico,
empresarial, etc. Es un sencillo modelo Se trata de un sencillo modelo
que ayuda a comprender la forma en que procesamos la
información y cómo varía la percepción que tenemos de
nosotros mismos y de los demás. La clave es estar abierto a
los comentarios que otras personas nos dan para
conocernos mejor.
Hay un proverbio árabe muy apropiado que dice así:
Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo
dicen dos, mírate a un espejo.
Significa que si hay bastante gente que tiene una
determinada opinión sobre ti, es posible les hayas dado
razones de sobra para que opinen de esa manera. Si no les
quieres escuchar, allá tú; pero eso es lo que proyectas al
exterior.