Durante el segundo gobierno de Alan García, se implementaron varias iniciativas de TIC en educación, incluyendo la creación de la Dirección General de Tecnologías Educativas para coordinar las políticas de TIC y el programa Una Laptop por Niño para distribuir computadoras a estudiantes. Aunque el programa aumentó el acceso a la tecnología, una evaluación posterior mostró que no mejoró significativamente el aprendizaje. La falta de electricidad e internet en las escuelas limitó el uso efectivo de las computadoras.