Los trastornos del espectro autista (TEA) son trastornos del desarrollo que implican problemas en las habilidades sociales, la comunicación y el comportamiento. Generalmente se manifiestan antes de los 3 años de edad. La intervención educativa para personas con TEA debe enfocarse en el desarrollo de habilidades sociales, comunicativas y de autonomía personal a través de estrategias como el juego, la resolución de problemas y el aprendizaje observacional.