Los primeros Borbones en España implementaron reformas ilustradas para unificar y centralizar políticamente el país, reorganizando las administraciones públicas y suprimiendo los fueros y las Cortes. También reformaron el sistema de hacienda para crear impuestos a nivel estatal, evaluar la situación económica y estimular el comercio. Las políticas agrarias se enfocaron en estudiar los problemas del campo, proponer acabar con los privilegios de la Mesta y poner tierras en manos muertas en cultivo.