La investigación muestra que el cerebro procesa la información visual de manera más rápida y efectiva que el texto. Las infografías aprovechan esta ventaja al presentar datos de forma visual novedosa y atractiva que mejora la comprensión y retención de la información. Además, su formato breve y compartible las hace ideales para comunicarse en la era digital, donde las audiencias tienen poco tiempo de atención y consumen información en línea.