1. 08-03-2024.
Propedéutico de la maestría de Historia y Geografía.
Facilitadora: María Teresa González.
Henzo Alexanderl Celestino Vanterpool.
Informe de lectura: "La Geografía es un arma para la guerra" de Yves
Lacoste, elaborado por María Teresa González.
En este artículo, el geógrafo francés Yves Lacoste plantea una visión crítica y
provocadora sobre el rol histórico y actual de la geografía como disciplina.
Argumenta que, lejos de ser un saber neutro y meramente descriptivo, la
geografía ha sido utilizada como una herramienta estratégica por los Estados y
grupos de poder para fines bélicos, expansionistas y de control territorial.
Lacoste comienza su análisis señalando que la geografía, desde sus orígenes
como ciencia moderna en el siglo XIX, ha estado estrechamente vinculada a los
intereses militares y coloniales de las potencias europeas. Los conocimientos
geográficos sobre terrenos, recursos y poblaciones fueron claves para planificar
campañas de conquista, delimitar fronteras y administrar imperios.
Asimismo, destaca que, durante las guerras mundiales del siglo XX, los
geógrafos tuvieron un papel fundamental en el esfuerzo bélico, elaborando
mapas detallados, analizando condiciones ambientales y asesorando a los
ejércitos. La geografía se convirtió así en un "arma" indispensable para la
inteligencia militar y la toma de decisiones estratégicas.
Pero más allá del ámbito castrense, Lacoste argumenta que la geografía también
ha sido instrumentalizada por los Estados en tiempos de paz para fines de control
social y territorial. Los saberes espaciales son utilizados para planificar
infraestructuras, delimitar circunscripciones administrativas, gestionar recursos
naturales y vigilar a las poblaciones, muchas veces al servicio de los grupos
dominantes y en detrimento de minorías y territorios marginados.
Ante este panorama, el autor aboga por una geografía crítica y comprometida,
que desvele los intereses de poder subyacentes en la producción y uso de los
conocimientos geográficos. Plantea la necesidad de desarrollar una "geografía
2. de los ciudadanos" que sirva para empoderar a las comunidades locales en la
defensa de sus territorios y modos de vida frente a los abusos estatales y
corporativos.
La tesis de Lacoste resulta provocadora e invita a repensar críticamente el rol
social de la geografía. Si bien se centra en el caso francés, sus reflexiones son
extrapolables a otros contextos. Nos recuerda que la geografía no es un saber
inocuo, sino que está atravesada por relaciones de poder y puede ser utilizada
tanto para el dominio como para la emancipación.
En un mundo marcado por crecientes conflictos geopolíticos, desigualdades
territoriales y crisis socioambientales, urge desarrollar una geografía éticamente
comprometida con la justicia espacial y la sostenibilidad. Una geografía que no
sea un arma para la guerra, sino una herramienta para construir paz y bienestar
colectivo. El legado crítico de Lacoste sigue vigente y necesario en esta tarea.