Informe de lectura: Sáez, Mariela; Fernández, Antonio. El docente de geografía e historia en los momentos actuales: retos, alternativas e ideas para el cambio.pdf
Henzo Alexanderl Celestino Vanterpool.
Informe de lectura: Sáez, Mariela; Fernández, Antonio. El docente de geografía
e historia en los momentos actuales: retos, alternativas e ideas para el cambio.
Facilitadora: María Teresa González.
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1. 01/03/2024
Henzo Alexanderl Celestino Vanterpool
Informe de lectura: Sáez, Mariela; Fernández, Antonio. El docente de geografía
e historia en los momentos actuales: retos, alternativas e ideas para el cambio.
Facilitadora: María Teresa González.
La obra editada el 2022 por Mariela Sáez y Antonio Fernández aborda una
temática de máxima relevancia: los desafíos contemporáneos para transformar
la docencia en historia y geografía de acuerdo a las necesidades formativas del
mundo globalizado actual.
Aprovechando su vasta trayectoria como investigadores educativos, los autores
articulan un diagnóstico crítico sobre el estado de estas disciplinas con una serie
de propuestas innovadoras, bien fundamentadas en principios pedagógicos y
neurocientíficos actualizados, para evolucionar hacia un enfoque didáctico
situado, activo y significativo que permita efectivamente desarrollar en las
nuevas generaciones un pensamiento histórico-geográfico complejo y funcional
a los requerimientos de acción contextualizada que plantea el siglo XXI.
Resulta imprescindible considerar los hitos históricos fundamentales que han
configurado la trayectoria de una comunidad, si se pretende interpretar
cabalmente la evolución y el estado actual de esa localidad. En este orden de
ideas, no es posible la existencia de un proceso exitoso de desarrollo local, sin
un componente identitario fuerte, que estimule y liderice las iniciativas de las
comunidades. Es por ello, que es de gran significado entender, que cada pueblo
a través de su historia genera un sistema complejo de conocimientos, que
constituyen la espina dorsal, en la concepción del mundo y de su entorno.
La Geohistoria, se escribe para responder a la curiosidad humana frente al
pasado y al presente, se escribe para influir en los hombres, para entretenerlos
o distraerlos, pero sobre todo se escribe para que se logre entender y reflexionar
sobre los hechos sociales, así como también, para poder asumir acciones
transformadoras de orden social. Mientras que, en la Educación Básica y Media,
a pesar de los esfuerzos que se han hecho por cambiar las funciones y roles del
educador, se debe reconocer que prevalece una práctica pedagógica
caracterizada por una mezcla de elementos de la enseñanza, basada en la
transmisión de conocimientos con una tecnología educativa obsesionada por los
objetivos, por una planificación rígida, y, una enseñanza memorística. Razones
que nos lleva a comprender que en las ciencias sociales y particularmente en la
geografía y la historia, se debe trabajar con una visión integradora, desde el
aspecto temporal, y espacial, conformando momentos de la historicidad del ser
del hombre.
Este informe resume los aspectos centrales abordados en la obra, la cual
considero un aporte oportuno y muy relevante para todo docente interesado en
transformar cualitativamente los procesos de enseñanza-aprendizaje en el
ámbito de las ciencias sociales.
2. En un primer bloque del texto, los autores se focalizan en realizar un diagnóstico
crítico sobre problemáticas persistentes en la didáctica tradicional de historia y
geografía, dentro de las cuales destacan el énfasis prioritario en la mera
transmisión de contenidos conceptuales para ser memorizados; la escasa
funcionalidad de los aprendizajes logrados; la artificiosa separación de estas
disciplinas entre sí y respecto a otras ciencias sociales, limitando una
comprensión integrada; y los modelos pasivos de clases donde el estudiante es
un receptor más que un constructor activo de conocimientos.
Zambrano (2002), afirma que el rol del docente está inscrito dentro de una
perspectiva que sobrepasa la armadura misma en los aciertos, y es por ello que
los docentes deben pensarse a sí mismos, pues de lo contrario caen en la
posibilidad de convertirse en simples repetidores de discursos vacíos, sin
preguntarse el por qué de estos. Por su parte, Savater (2004), sostiene que la
educación, es sin duda el más humano y humanizador de todos los actos hechos
por el hombre, y es por ello, que la tarea de educar debe cumplir los propósitos
que la sociedad actual reclama.
Estos factores explican que no se estén alcanzando los fines formativos
declarados en los actuales currículos nacionales e internacionales en el campo
de las humanidades, enfocados en desarrollar un discernimiento geohistórico
crítico.
Actualmente el acto educativo en lo que a la enseñanza de la geohistoria se
refiere, se corresponde con prácticas tradicionales, no innovadoras, donde el
salón de clase, la pizarra, la tiza y el libro de texto son los protagonistas
principales. El alumno, la comunidad, el entorno, la escuela, la Parroquia, el
Municipio y el Estado, se encuentran ubicados en un segundo plano. El docente,
es quien lleva la batuta, dirigiendo la orquesta a su antojo, tal cual como lo dicta
el programa escolar, que él no ha creado, que muchas veces no conoce, y, por
ende, no maneja.
Frente a este contexto, los autores plantean la necesidad imperativa de
evolucionar hacia un modelo pedagógico centrado en el cultivo de una diversidad
de competencias disciplinares clave, entre las que se cuentan las habilidades
para el pensamiento sistémico, el análisis multiperspectivista, la indagación
histórico-geográfica, el manejo de información cartográfica, la interpretación
contextualizada de registros documentales primarios de distinta naturaleza, y el
fortalecimiento de una identidad cultural local dinámica pero arraigada
territorialmente.
Se argumenta que lograr dichas competencias demanda implementar otras
formas de enseñar y evaluar, con énfasis en estrategias didácticas activas y
situadas como estudios de casos, análisis de problemas reales relevantes para
la comunidad, uso significativo de diversas fuentes primarias, salidas de campo,
observación directa de fenómenos territoriales, plataformas interactivas de
aprendizaje, trabajos colaborativos interdisciplinarios y evaluaciones auténticas
centradas en desempeños relevantes en contextos realistas más que certificar
acumulación enciclopédica de datos.
3. De acuerdo a García (1997), es necesario que los nuevos espacios de la acción
escolar instauren una dinámica de interactividad y participación comprometida
entre los actores educativos. Se hace necesario, implementar nuevas técnicas
en donde los estudiantes se transformen en entes activos, dinámicos, que no se
guíen únicamente por las instrucciones de los textos o de sus maestros, sino que
por el contrario sean capaces de experimentar y definir el verdadero significado
del estudio de las ciencias sociales. Para ello, deben tomar como referencia su
entorno inmediato, en otras palabras, se pueden ayudar a desarrollar
endógenamente a su comunidad.
De manera que, a través de un riguroso análisis, los autores develan múltiples
inconsistencias e insuficiencias del modelo curricular y didáctico aún
predominante en la enseñanza escolar de historia y geografía. Y sobre la base
de un conocimiento tanto de teorías educacionales actualizadas como de
reformas y experiencias internacionales recientes en el campo, presentan
alternativas concretas para evolucionar hacia un paradigma de enseñanza
situacional, activa y basada en desarrollo de competencias complejas de cariz
histórico-geográfico.
De igual manera, el constructivismo como teoría del conocimiento y teoría acerca
de llegar a conocer, tiene aplicaciones en este sentido cuando dota de libertad
al hombre para actuar racionalmente, sostiene que es el alumno quien construye
su conocimiento a través de interacciones entre las personas y entre éstas con
su ambiente. Razón que compromete a los docentes en la actualidad tienen una
gran responsabilidad de despertar en sus alumnos el respeto e interés afectivo
por la identidad local, regional y nacional. En este sentido, la geografía y la
historia, deben propiciar y motivar en los alumnos la reflexión crítica sobre todos
y cada uno de los aspectos, características, atributos que la región, localidad o
el entorno social poseen, para ello debe analizarse con sumo cuidado los
contenidos programáticos, a los fines de relacionarlos con la realidad propia de
cada región, en un todo de acuerdo con las políticas generadas por el Ministerio
de Educación y Deporte (1997), que persigue el desarrollo desde lo interno hacia
lo externo.
El gran aporte del libro es articular sólidos fundamentos teóricos y normativos
sobre qué competencias geocognitivas e historiográficas requiere la ciudadanía
hoy, con orientaciones metodológicas específicas derivadas de evidencias para
promover su logro efectivo en las aulas del presente. Se trata de una obra densa
pero muy pertinente y generadora de cambios. Un texto que todo educador en
ciencias sociales debe conocer para co-construir la didáctica que nuestro tiempo
necesita con urgencia y hacia la cual se inspira a avanzar.
Mi opinión personal
Luego de una lectura reflexiva del texto, considero que éste logra articular
consistentemente un diagnóstico crítico y bien argumentado sobre los principales
4. déficits del modelo didáctico aún imperante en la enseñanza de las ciencias
sociales, con interesantes propuestas pedagógicas emergentes e innovadoras
para formar competencias histórico-geográficas complejas y funcionales en los
estudiantes del siglo XXI.
Valoro especialmente el sólido basamento teórico de las alternativas
presentadas. Los autores demuestran un profundo dominio de fundamentos
curriculares, pedagógicos y psicológicos actualizados, articulándolos
coherentemente para sustentar un deber ser didáctico donde se priorice el
desarrollo en los alumnos de capacidades como el pensamiento crítico territorial
multiperspectivista, el razonamiento analógico sobre registros documentales de
diversa índole, la argumentación sobre dilemas pasados y presentes en base a
evidencias heterogéneas, así como una valoración de la identidad cultural local
dinámica y problematizadora, entre otras claves para desempeñarse activa y
éticamente en la sociodiversidad globalizada hoy imperante.
Dichas competencias distan mucho de los aprendizajes puramente memorísticos
de datos aislados e inconexos predominantes en la mayoría de las clases
actuales en estas disciplinas. Y su logro efectivamente demanda -tal como
plantean los autores sobre la base de referentes nacionales e internacionales-,
la implementación de otros métodos de enseñanza situada como estudios de
casos emblemáticos, análisis de problemas reales contemporáneos de
relevancia territorial, uso significativo de fuentes primarias legítimas y
heterogéneas, experiencias reflexivas de campo e interfaces digitales de
representación y colaboración creativa inter pares, junto con formas de
evaluación centradas en desempeños contextualizados más que en la repetición
enciclopédica.
Quizás se podría ahondar más tanto en estrategias para abordar
específicamente problemáticas de la ruralidad en estos campos, como en el
aprovechamiento de tecnologías inmersivas de modelación geoespacial 3D o de
simulación de escenarios históricos. Pero sin duda los ejemplos y principios
didácticos entregados ofrecen inspiración y orientación para avanzar en la línea
de una práctica docente efectivamente modernizada y potenciadora de
aprendizajes significativos en estas áreas tan relevantes para comprender y
participar proactivamente sobre los desafíos sociopolíticos que enfrentan las
comunidades hoy.
Finalmente, una obra muy oportuna y enriquecedora, que sin caer en un discurso
prescriptivo o "salvacionista" frente a todos los males de la pedagogía tradicional
imperante, entrega rigurosos fundamentos empíricos y teóricos sobre por qué se
requiere con urgencia dar un giro cualitativo en las formas de enseñar historia y
geografía, y claves específicas derivadas desde la investigación educativa para
catalizar de forma realista esa transformación pendiente mediante el cultivo de
un pensamiento histórico-geográfico complejo en las nuevas generaciones. Un
texto que invita e inspira a la innovación contextualizada en post del aprendizaje
profundo de estas disciplinas cardinales.