El silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno. Forma parte de la familia de los carbanoideos y se presenta en forma amorfa y cristalizada. Se usa en aleaciones, siliconas, materiales refractarios, fertilizantes y láseres. El polvo de silicio tiene pocos efectos adversos pero el cristalino puede causar irritación e incluso cáncer de pulmón.