El intercrosse deriva de un antiguo juego indígena canadiense que involucraba llevar una pelota hacia un espacio determinado usando un bastón. El objetivo del intercrosse es lanzar la pelota con el bastón llamado "crosse" desde fuera del área del portero para anotar un gol en la portería contraria. El juego se juega en una cancha de 40m x 20m entre dos equipos.