Un niño descubre una foto de un gato en su cuenta de Instagram que no puso él. Las posibles explicaciones son que un amigo le haya jugado una broma, que un hacker haya accedido a su cuenta adivinando su contraseña basada en información personal, o que alguien haya accedido desde un dispositivo compartido por descuido. El documento aconseja elegir contraseñas seguras y no compartirlas con nadie.