Una ciudad inteligente conecta la infraestructura tecnológica con el capital humano y social para abordar problemas públicos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. La movilidad inteligente busca hacer frente a los altos costos económicos, sociales y ambientales de la congestión en las ciudades mediante un sistema de transporte multimodal, sostenible, inclusivo y que promueva opciones no motorizadas.