2. Roma y su legado Roma estaba llena de contrastes; varios edificios la embellecían, al tiempo que los habitantes se apiñaban de forma anárquica y desordenada. A continuación explicaremos la antigua Roma, la “Ciudad Eterna”.
3. Edificaciones públicas romanas. En Roma se construyeron una serie de edificios públicos que concentraban en ellos la actividad comercial, política y religiosa. Otros eran funcionales o meramente ornamentales. Para finalizar había construcciones dedicadas al ocio de la ciudadanía, como teatros, circos, termas…
4. Construcciones religiosas Los edificios con finalidad religiosa eran los templos, que en la religión romana eran monumentos erigidos en honor de las distintas divinidades. (Por ejemplo: el templo de Juno, de Cibeles…). Hay dos templos fundamentales de los que vamos a hablar: - El templo de Júpiter Capitolino: era un punto emblemático de la ciudad. En el, recibían culto no solo Júpiter, sino que también Juno y Minerva, las “tres divinidades” de los romanos, conocidas con el nombre de tríada capitolina . - El templo de Vesta: tenía una planta circular y en el se mantenía encendido el fuego sagrado en honor de Vesta “diosa del hogar”, este templo era cuidado y mantenido por un colegio de muchachas vírgenes, a las que llamaban “las vestales”.
5. Los edificios políticos y judiciales. Un segundo conjunto lo integrarían edificios con finalidad política y judicial: con esto nos referimos a la Curia y a las basílicas. - - La Curia: era la sede del Senado. Estaba situada al noroeste del foro. - Las basílicas: tenían finalidad comercial y poco a poco fueron siendo un lugar en el que se administraba justicia. Se conocen las basílicas Emilia, Julia, Ulpia de Trajano y la de Majencio, todas ellas de Roma.
6. Edificios para los negocios públicos. Los edificios destinados a actividades de tipo económico y comercial son los llamados foros imperiales, el centro neurálgico de Roma.
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10. La insula. Las insulas, son bloques de pisos, donde se apiñaban los romanos de las clases menos adineradas. Eran casas de alquiler, orientadas al exterior, con ventanas muy pegadas unas a otras. La altura de los bloques raras veces superaba los cuatro pisos, pero ya era suficiente para proporcionar a la ciudad un aspecto muy distinto al de cualquier ciudad griega.