La conjuntiva es una capa mucosa que recubre la porción externa del globo ocular y la cara interna de los párpados. Su función es protectora y lubricante; constituye una barrera contra las infecciones externas y genera moco en cantidad suficiente para permitir el deslizamiento palpebral.
1. La conjuntiva
Joselyn Álvarez Andrade
RESUMEN
La conjuntiva es una membrana mucosa delgada que tapiza los párpados y se refleja sobre
el globo ocular formando un saco, el saco conjuntival. Se distinguen tres partes: la
conjuntiva palpebral, la conjuntiva ocular o bulbar y el fondo de saco conjuntival.
Está formada por un epitelio y un estroma. El epitelio es multicapa (de 2 a 10 filas), más
grueso a nivel de los fórnices. Las células presentan múltiples organelas, y no se aplanan
en superficie. Con la exposición crónica y la sequedad, el epitelio puede queratinizarse. El
estroma de la conjuntiva consta de tejido conectivo con un alto aporte sanguíneo.
Podemos diferenciar tres tipos de cojuntiva: -Palpebral, con fuerte adherencia a las
láminas tarsales. -Fórnix, redundante de tejido, al igual que la bulbar, forma pliegues, y es
donde se sitúan las células proliferantes (Goblet cell, productoras de mucina y stem cell
regeneradoras de las células epiteliales conjuntivales) -Bulbar, laxa en el globo ocular, se
une fuertemente a nivel del limbo.
PALABRAS CLAVE: Conjuntiva, saco conjuntival, conjuntiva bulbar, epitelio, conjuntiva
palpebral, parpado.
ABSTRACT
The conjunctiva is a thin mucous membrane that lines the eyelids and is reflected on the
eyeball forming a sac, the conjunctival sac. Three parts are distinguished: the palpebral
conjunctiva, the ocular or bulbar conjunctiva and the conjunctival cul-de-sac.
It is made up of an epithelium and a stroma. The epithelium is multilayered (2 to 10 rows),
thicker at the level of the fornices. The cells have multiple organelles, and do not flatten
on the surface. With chronic exposure and dryness, the epithelium can become
keratinized. The stroma of the conjunctiva consists of connective tissue with a high blood
supply. We can differentiate three types of the conjunctiva: -Palpebral, with strong
adherence to the tarsal plates. -Fornix, redundant of tissue, like the bulbar, forms folds,
and is where the proliferating cells (Goblet cell, producers of mucin and regenerative stem
cell of conjunctival epithelial cells) are located, carbonate binds at the level of the limbus.
KEY WORDS: Conjunctiva, conjunctival sac, bulbar conjunctiva, epithelium, palpebral
conjunctiva, eyelid.
2. Introducción
La conjuntiva es una capa mucosa que recubre la porción externa del globo ocular y la
cara interna de los párpados. Su función es protectora y lubricante; constituye una barrera
contra las infecciones externas y genera moco en cantidad suficiente para permitir el
deslizamiento palpebral.
Al microscopio se reconocen dos capas: la externa (adenoide y vascular), donde se
encuentra la mayoría de las células productoras de moco y los vasos sanguíneos, y su cara
interna, capa fibrosa, que en algunos sitios se adhiere a planos más profundos.
Para fines de exploración, la conjuntiva comprende dos sectores: la CONJUNTIVA
BULBAR que recubre el globo ocular, y la CONJUNTIVA TARSAL, que recubre el tarso
(cartílago palpebral que da consistencia a los párpados).
La conjuntiva tarsal, por tanto, recubre la cara interna de los párpados. La conjuntiva
bulbar se inserta en los 360° alrededor de la córnea, en la zona denominada LIMBO
ESCLEROCORNEAL. En este sitio la conjuntiva bulbar tiene una adherencia firme, de ahí se
prolonga cubriendo toda la esclera en su porción anterior hasta su unión con el nacimiento
interno del párpado en la zona conocida como FONDO DE SACO CONJUNTIVAL, donde
vuelve a tener adherencias con las capas profundas. Esta última adherencia es menos
firme, lo que permite un movimiento ocular funcional. La conjuntiva de los fondos de saco
se refleja para cubrir la cara interna palpebral, transformándose en conjuntiva tarsal. En
ella, las adherencias con capas profundas son múltiples e íntimas, que le brindan una
consistencia lisa y uniforme. La conjuntiva tarsal se dirige de los fondos de saco al borde
libre del párpado y termina en el nacimiento de las pestañas, donde se transforma
histológicamente de un epitelio estratificado no queratinizado a un epitelio queratinizado.
La conjuntiva al igual que el resto de las mucosas del organismo humano es una capa de
revestimiento lisa. De cualquiera de sus componentes histológicos pueden surgir tumores
benignos y malignos. Algunos son más frecuentes que otros. La conjuntiva bulbar y el
limbo, son los sitios anatómicos más afectados y la presencia de estas lesiones, puede estar
estimulada entre otros factores por el ambiente, en especial por su exposición a los rayos
ultravioleta del Sol.
Las lesiones epiteliales de la conjuntiva se clasifican en benignas como el papiloma,
precancerosas como las displasias y malignas como el carcinoma epidermoide que
constituye el tumor maligno más frecuente de la conjuntiva.
Casi todas las lesiones se pueden diagnosticar desde su inicio puesto que son visibles. Si
existe cualquier sospecha de malignidad está indicada una biopsia exerética o incisional
para realizar el examen histológico adecuado pues el retardo en el diagnóstico hace que la
cirugía curativa sea más difícil y puede dar como resultado la pérdida de toda visión útil e
incluso del globo ocular
3. ¿Qué es la conjuntiva?
Membrana mucosa vascularizada de revestimiento responsable de la secreción de mucus
que se requiere para la estabilidad de la película lagrimal y transparencia corneal. Esta
ricamente vascularizada y contiene los componentes celulares inmunológicos necesarios
para iniciar y mediar las reacciones inflamatorias y sintetizar las distintas
inmunoglobulinas. Anatómicamente presenta tres porciones:
1. Conjuntiva tarsal o palpebral: parte del borde libre palpebral (en la zona de transición
del epitelio estratificado escamoso queratinizado propio del parpado al epitelio
estratificado escamoso no queratinizado propio del parpado al epitelio estratificado
escamoso no queratinizado propio de la conjuntiva) hasta la zona del fornix. La
conjuntiva tarsal está más frecuentemente unida al tarso.
2. Conjuntiva bulbar: recubre el globo ocular hasta el limbo esclerocorneal donde se
adhiere firmemente a la capsula de TENON la podemos dividir en dos partes:
Parte escleral: se extiende desde el fornix al limbo esclerocorneal.
Parte limbar: forma un anillo de aproximadamente 3 mm alrededor de la córnea en la
zona de transición del epitelio corneal y conjuntival.
3. Fornix o fondo de saco conjuntival: zona de transición entre la conjuntiva tarsal y bulbar.
Podemos diferenciar según su localización 3 partes:
Fornix superior: situado a unos 8 mm del limbo.
Fornix inferior: situado a unos 8 mm del limbo.
Fornix lateral: situado a unos 14 mm del limbo.
En la zona medial no existe saco conjuntival, existiendo dos formaciones especiales: el
pliegue semilunar y la carúncula, que está formada por tejido conectivo y graso recubierto
por un epitelio conjuntival en el que observamos glándulas sebáceas, folículos pilosos y
células caliciformes.
Podemos estratificar la mucosa conjuntiva en 3 partes:
1. Epitelio conjuntival con 7 u 8 planos de células y en la que se encuentran entre otros
componentes linfocitos, células presentadoras de antígeno (células de Langerhans) y
otros mediadores de las respuestas inmunológicas propias de la superficie ocular.
2. Zona de membrana basal que separa el epitelio conjuntival del estroma conjuntival o
estroma.
3. Corion: rico en colágeno y células inmunocomponentes las cuales explican las rápidas y
violentas reacciones inflamatorias que ocurren en este nivel.
La conjuntiva no es sino una mucosa delgada y transparente que recubre la porción
anterior de la esclerótica hasta el limbo y la superficie posterior de los parpados. Se divide
en tres partes la partes: la parte palpebral, la conjuntiva del fondo de saco, que esta suelta
4. y redundante, y la conjuntiva bulbar, que está unida a la capsula de TENON subyacente,
excepto a nivel del limbo.
La falta de adherencia de la conjuntiva bulbar a la esclerótica y su fácil deslizamiento
predispone, cuando hay laxitud conjuntival, a la formación de un pliegue de conjuntiva que
es causa de lagrimeo por excitación de la glándula lagrimal y por entorpecimiento al libre
curso de las lágrimas hacia las vías de excreción. Se describe un caso clínico que fue
totalmente curado por la escisión de un colgajo conjuntival.
En la región del canto interno la conjuntiva se engruesa ligeramente para formar el
repliegue semilunar.
Histológicamente formada por dos capas: epitelio constituido por células cuboideas que
se hacen poliédricas a medida que alcanzan la superficie y el estroma o substancia propia
con su capa adenoidea, que no empieza a desarrollarse hasta tres meses después del
nacimiento y las glándulas secretorias de mucina que son de tres tipos: células
caliciformes, criptas de HENLE y glándulas de MANZ.
Vascularización conjuntival
Los vasos conjuntivales nacen de los fondos de saco, corren a través de la conjuntiva bulbar
en sus capas superficiales y profundas, se dicotomizan en su trayecto y se adelgazan hacia
la región límbica. En ella, las capas profundas se anastomosan con los vasos epiesclerales
profundos. Esta distribución de la vascularización conjuntival tiene implicaciones clínicas,
ya que cuando un estímulo externo infeccioso o inflamatorio irrita la conjuntiva, se
presenta un grado variable de dilatación y estasis vascular que da como consecuencia un
ojo rojo en donde el aspecto será dilatación vascular más importante en la periferia con
escasa o nula hiperemia alrededor de la córnea. Este hecho es de gran significación clínica,
pues permite diferenciar por el simple aspecto del ojo rojo si se trata de una conjuntivitis
o de otras alteraciones más profundas que pueden representar problemas de tratamiento
más especializado
Funciones de la conjuntiva
La conjuntiva es un tejido que cumple funciones muy importantes para la salud del globo
ocular, veamos:
Se encarga de mantener la superficie frontal del ojo húmeda y lubricada.
Mantiene la humedad correcta en la parte interna de los párpados para que se puedan
abrir y cerrar fácilmente sin que se produzca fricción e irritación en los ojos.
Protege el ojo de cualquier factor externo como el polvo o microorganismos que puedan
causar infecciones.
Los vasos sanguíneos de la conjuntiva ayudan a nutrir el ojo y los párpados.
5. Las células caliciformes de la conjuntiva segregan un ingrediente indispensable, la
mucina, para que la película lagrimal se adhiera a la superficie ocular y así prevenir
el síndrome de ojo seco.
¿Cuáles son los síntomas de problemas de la conjuntiva?
Algunos cuadros que a simple vista parecen conjuntivitis, pueden ser en realidad otras
enfermedades oculares más importantes.
Se debe tener en cuenta si la agudeza visual se encuentra disminuida o si aparece un dolor
intenso, lo cual indica acudir a un especialista en Oftalmología.
Los síntomas más habituales son:
Dolor ocular.
Enrojecimiento ocular.
Picor ocular.
Secreción ocular.
Visión borrosa.
La conjuntiva ocular es un tejido sensible a cualquier factor externo y dañino, como los
ácaros del polvo o escombros, por lo tanto, su inflamación o infección es más común de lo
que pensamos.
Las principales afecciones que puede sufrir son:
Hiperemia: Es el aspecto de ojo rojo secundario a la dilatación de los vasos
conjuntivales; esta puede ser difusa como sucede en la mayor parte de las conjuntivitis
infecciosas, o localizada como sucede en casos de epiescleritis nodulares.
Quemosis o edema conjuntival: Es el acúmulo de líquido en el espacio intersticial; se
presenta frecuentemente en procesos alérgicos y puede llegar a ser tan severo que
impida el cierre adecuado de los párpados.
Secreción: Es la producción anormal de secreciones oculares externas tales como la
lágrima, componentes plasmáticos (fibrina), debris epitelial y células inflamatorias.
Puede tener distintas características como son serosa (frecuente en conjuntivitis
virales), mucoide (asociadas a conjuntivitis alérgicas), mucopurulenta o purulenta
(características de conjuntivitis bacterianas).
Membranas y pseudomembranas: Se forman a partir de células necróticas y exudados
ricos en fibrina que se adhieren a la superficie ocular; las pseudomembranas afectan
únicamente las capas superficiales del epitelio mientras que las verdaderas membranas
abarcan hasta el estroma conjuntival por lo cual cuando son removidas dejan una zona
cruenta sangrante. Se presentan tanto en infecciones severas virales como la
queratocon-juntivitis epidémica como en conjuntivitis de origen bacteriano secundarias
a Corynebacterium diphtheriae, Pneumococcus sp. y Staphylococcus aureus. También
se observan en el síndrome de Stevens-Johnson.
6. Folículos: Son acúmulos de células linfoides que se presentan característicamente en
infecciones virales, toxicidad por medicamentos tópicos o infección por Chlamydia
tracomatis. Se observan como pequeñas prominencias redondeadas, grisáceas y
rodeadas de vasos. Es normal encontrar folículos en el fondo de saco en niños.
Papilas: Son levantamientos de la mucosa conjuntival a expensas de infiltrado
inflamatorio estromal y en etapas crónicas se agregan depósitos de colágena. Cada
papila es de bordes rectos, separados entre sí por hendiduras y con vasos sanguíneos
centrales; generalmente se localizan en la conjuntiva tarsal dando un aspecto "en
embaldosado". Se presentan en procesos alérgicos, asociadas al uso de lentes de
contacto y en la irritación crónica secundaria a cuerpo extraño.
Granulomas: Son masas rojizas, circunscritas, de diversos tamaños, localizadas
generalmente en los fondos de saco. Se forman por irritación crónica y están
constituidas por células gigantes o epitelioides. Se presentan en sarcoidosis,
tuberculosis, reacción crónica a cuerpo extraño, chalazión, etc.
Linfangiectasias: Son la dilatación de los vasos linfáticos y se aprecia como un
levantamiento o "quiste" transparente que se moviliza junto con la conjuntiva bulbar.
Flicténulas: Son pequeñas vesículas blanco-rosadas localizadas al centro de un área
hiperémica generalmente cercana al limbo. Se presentan frecuentemente en niños y
adultos jóvenes como respuesta alérgica a un antígeno bacteriano del Staphylococcus
aureus o del Mycobacterium tuberculosis.
Epidermalización: Es la transformación del epitelio conjuntival por irritación severa
crónica a una forma de epitelio queratinizado que se aprecia de color blancogrisáceo y
de aspecto opaco por la ausencia de lubricación mucoide.
Cicatrización: Es el depósito de colágena y fibrosis de la conjuntiva secundario a
quemadura química o destrucción tisular autoinmune (síndrome de Stevens-Johnson,
penfigoide ocular). Forma bandas de tejido que une a los párpados con la conjuntiva
(simblefaron) que distorsionan la arquitectura y función normal ocular.
Hemorragia: Es la extravasación aguda de sangre en la conjuntiva bulbar. Se asocia a
conjuntivitis virales y a hipertensión arterial sistémica.
Cambios de coloración: Pigmentaciones localizadas se relacionan a nevos, melanosis,
melanoma. La irritación crónica (alérgica o por instilación crónica de medicamentos
tópicos) produce un característico depósito café en la conjuntiva bulbar. La anemia
provocará un aspecto pálido y la ictericia dará el clásico color amarillento.
Concreciones: Es la formación de aglomerados de calcio en la conjuntiva. Se observan
de color blanquecino bien circunscritas y se asocian a blefaroconjuntivitis crónicas y
pinguéculas.
7. Conclusión
La conjuntiva es una membrana protectora y transparente, compuesta de colágeno que
recubre el globo ocular, es vascularizada y de esta forma contribuye con la nutrición del
ojo.
Su función es proteger de agentes externos al globo ocular aunque interviene también en
la formación de componentes de la lágrima y en la defensa inmunológica del ojo.
La conjuntivitis es la patología más frecuente y tiene unas características comunes a todos
sus orígenes, como son: el ojo rojo y el aumento de secreciones, distintas para cada tipo
de conjuntivitis.
Las más frecuentes son las de origen vírico, con una clínica muy variable pero que suele
ser muy florida, con inicio unilateral, haciéndose frecuentemente bilateral a los 3 a 7 días.
Se acompaña en ocasiones de edema importante del párpado. La secreción en este caso
es acuosa pero posteriormente puede volverse algo más espesa. El tratamiento es
sintomático porque no puede evitarse su evolución, que puede durar de una semana a un
mes según la agresividad del virus.
Presentan algunas patologías comunes como son hipertermia ocular, tracoma, hemorragia
subconjuntival, pinguecula, folículo pterigio, siblefaron.
También se presentan tumores palpebrales, los más frecuentes son los dérmicos, suelen
ser benignos, deben diagnosticarse oportunamente, diagnostico de confirmación e
histopatológico
El desequilibrio de líquidos y aumento de la permeabilidad, de la conjuntiva, la sedación,
relajación muscular y deterioro actividad de parpadeo por supresión de la conciencia,
acelera la exposición de la superficie ocular. Por lo tanto, el uso de lubricantes es necesario
para el cuidado ocular de manera rutinaria es importante en pacientes hospitalizados en
la UCI, independientemente a que presenten o no una mala oclusión palpebral.
8. Bibliografías
1. MURILLO, E. A., & TOMÀS, J. B. (2003). ANATOMÍA OCULAR. Actualización en
alergia ocular, 23.
2. FUERTES, C. L., & COMA, M. C. ANATOMÍA FUNCIONAL DE LA SUPERFICE
OCULAR. Manual de Iniciación a la Cirugía del Segmento Anterior Ocular, 7.
3. de Cobos, M. L., & Ruiz, R. S. J. (2010). Enfermedades de la conjuntiva (No. 170).
Cultivalibros.
4. Haro, C. E. C. Papiloma de conjuntiva. Presentacion clinica.
5. López, F. A. C. (1952). Lagrimeo por pliegue conjuntival consecutivo a laxitud de la
conjuntiva bulbar. Archivos de la Sociedad Oftalmológica Hispano-
Americana, 12(10), 1239-1239.
6. Gómez Cabrera, C. G., Falcón Márquez, I., Villamil Martínez, V., & Padilla González,
C. M. (2002). Lesiones pigmentadas de párpado y conjuntiva. Revista Cubana de
Oftalmología, 15(1), 0-0.
7. Gómez Cabrera, C. G., Herrera Soto, M., & Padilla González, C. M. (2004). Tumores
de la conjuntiva. Revista Cubana de Oftalmología, 17(1), 0-0.
8. Villar, D. F. (2000). Anatomía Ocular.
9. Ramírez, S., Peña-Toro Girela, J., & Cabezas Jiménez, J. 1. Anatomía del ojo.
10.Muñiz, A. L. (2008). Anatomía topográfica humana. Universidad de Oviedo.
11.Novella, M. M., Bustamantea, C. S., Paradab, P. S., Bombardièrec, S. G., & Pérezd, J.
C. F. (2006). Melanoma conjuntival: reporte de un caso y revisión de la
literatura. Med Cutan Iber Lat Am, 34(2), 71-76.
12.Álvarez Marín, J. (1997). Aspectos epidemiológicos de las conjuntivitis en nuestro
medio.