La etiqueta tiene tres propósitos principales: 1) identificar el producto o marca, 2) graduar o clasificar la calidad del producto, y 3) describir información relevante como el fabricante, contenido, instrucciones de uso y contacto. Las etiquetas también pueden ser persuasivas para promover el producto o informativas para ayudar a los consumidores a tomar decisiones. Una etiqueta efectiva debe captar la atención sin ser engañosa y debe incluir la información requerida de manera clara y durable.