El documento compara tres perspectivas sobre la comunicación: el pensamiento contractualista privilegia la comunicación ordenada y racional basada en la argumentación; el pensamiento ilustrado distingue entre la cultura ilustrada y la popular, preocupándose por la masificación social; el pensamiento capitalista ve a la educación como guardiana de la cultura que define el "ser alguien" en cada época histórica, y cómo los medios pueden producir experiencias transformadoras o estereotipos y discriminación.