1. La oratoria
Introducción
La oratoria es el género literario en prosa que tiene como finalidad convencer,
persuadir, exponer o conmover por medio de la palabra hablada. El dominio de la
palabra está ligado íntimamente a la historia y el desarrollo literario romano, puesto
que éste era usado como herramienta política para conseguir prestigio y poder.
En un principio, se daba mayor importancia a la integridad moral que a las cualidades
formales del discurso, como se pudo ver en el año 101a.C. tras la expulsión de Roma
de unos profesores griegos de retórica, ya que, según decían, “corrompían las virtudes
antiguas”. Pero con el tiempo se fueron asimilando las preceptivas retóricas griegas y
comenzaron a abrirse escuelas de retórica.
Características
La oratoria se caracteriza por la búsqueda de un fin práctico como la absolución de un
cliente, la condena a un reo, la propaganda de ideas políticas, cambios legislativos,
etc.; y por el contacto directo entre el orador y su público.
1. Clasificación según sus temas:
Los discursos pueden clasificarse según el tema o la intención de éstos. Así,
pueden ser:
• Judiciales o forenses: pronunciados ante un tribunal, y a su vez pueden
ser de defensa o acusación.
• Políticos: pronunciados en el foro o en el Senado.
• Panegíricos o demostrativos: en los que se critica situaciones concretas
o se alaba a personajes de poder.
• Deliberativos: donde se justifica el hecho de que alguna decisión pueda
resultar útil o dañina.
2. Clasificación según sus partes:
Todo buen discurso debe estructurarse en una serie de partes:
• Exordium: comienzo del discurso. El orador intenta ganarse la atención o el
favor de los oyentes y presenta el tema del discurso.
• Narratio: exposición de los hechos donde prima la sencillez y la claridad.
• Argumentatio: se divide, a su vez, en probatio, donde se argumenta los
elementos que contribuyen a apoyar la causa que se defiende; y refutatio,
en la que se refutan las tesis contrarias, adelantándose a ellas.
• Peroratio: recapitulación y conclusión final. El objetivo es conmover a los
oyentes.
3. Organización del orador:
Para poder realizar estas pautas, el orador precisa de unas facultades fundamentales
para ser capaz de construir un buen discurso, como son:
• inventio (recopilación de datos para la argumentación y refutación);
• dispositio (colocación de elementos de forma ordenada);
• elocutio (redacción del discurso de forma estilística);
• memoria (memorización del discurso)
• actio (exposición del discurso).
4. Finalidad del discurso:
2. La finalidad del discurso puede ser la de instruir (docere), agradar (delectare) o
emocionar (movere) y hay un estilo propio adecuado a cada uno de ellos.
Autores
1. En la oratoria primitiva destacan Marco Porcio Catón, enemigo de la
corrupción política y moral. Escribió más de 150 discursos de los que se
conservan 80; Tiberio y Cayo Graco, defensores de los derechos del pueblo
frente a los abusos de los magistrados y la aristocracia.
2. Sin embargo, la figura más destacada de la oratoria es Marco Tulio Cicerón,
el más elocuente de los oradores latinos. Estudió retórica griega, derecho y
filosofía con los mejores maestros de la época. Ya desde sus comienzos
obtuvo victorias en los tribunales. Escribió varios tratados de retórica, y adoptó
una posición media entre la escuela asianista y la aticista.
Sus tres grandes obras retóricas de tipo teórico son:
• De Oratote, donde dos oradores romanos, Ausonio y Craso, dialogan sobre
la figura del orador perfecto. En este diálogo se exponen de forma magistral
las ideas ciceronianas sobre las distintas facultades retóricas (inventio,
dispositio, elocutio, memoria y actio).
• Brutus traza una historia de la elocuencia romana, desde sus comienzos
hasta su propia época, para demostrar que la tradición oratoria de Roma no
tiene nada que envidiar a la griega.
• Orator, en la que se aborda la triple función del orador: docere, delectare y
flectere (enseñar, deleitar y convencer). Sin embargo, se centra
especialmente en la elocutio, mostrando los diferentes recursos estilísticos
del discurso, el ritmo oratorio,…
Los discursos más importantes de Cicerón son:
• In Verrem: siete discursos pronunciados en defensa de los derechos de los
sicilianos contra Verres.
• De lege Manilia: discurso político en el que elogia las grandes cualidades
de Pompeyo.
• In Catilinam: cuatro discursos pronunciados ante el Senado y el pueblo de
Roma para desenmascarar el intento de golpe de estado de Catalina.
• Philippicae: catorce discursos contra Marco Antonio.
3. De la oratoria de época imperial destaca Quintiliano, cuya única obra que se
ha conservado, Institutio oratoria, es un completísimo tratado en doce libros
sobre la formación del orador. Quintiliano es partidario de la imitación Cicerón,
al que considera máximo modelo.