5. ¿Qué caracteriza a las
literaturas antiguas?
‐ Manifiestan gran dependencia de las creencias
religiosas.
‐ Tienen fuerte componente mítico y fantástico.
‐ Recopilan tradiciones y leyendas anteriores.
‐ Son obras realizadas a lo largo del tiempo.
‐ Se han convertido muchas veces en textos sagrados
con carácter preceptivo.
‐ Suelen hablar de héroes legendarios, personajes
antiguos o míticos y de famosos antepasados.
‐ Intentan ser modelos del mundo o dar pautas de
comportamiento.
‐ Hay un componente moralizante.
7. Literatura en Mesopotamia
- Los sumerios inventan la escritura a finales del cuarto
milenio a. C. → pictogramas → escritura cuneiforme.
- Documentos administrativos (Código de Hammurabi) →
documentos literarios y de carácter religioso.
- Gracias al rey asirio Asurbanipal (S. VII a. C.), hoy
conocemos muchos textos → Nínive.
8.
9. Desde la gran
altura, la diosa
dirigió su
pensamiento hacia
el gran abismo.
El descenso de Inanna a los infiernos
10. inanna y el descenso al inframundo
‐ El descenso de Inanna a los infiernos,
Anónimo (3500 - 1900 a. C.)
‐ Himno a Inanna, Enheduanna (2285-2250 a.
C.)
‐ El descenso de Ishtar a los infiernos,
anónimo (siglo VII a. C.)
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11. “"A tu grito de guerra, mi Señora, los reinos extranjeros se prosternan.
La humanidad se presenta ante tu terrorífico resplandor de
tempestad en asombroso silencio. Posees el más terrible poder
divino. Tú abres la fuente de las lágrimas, y la gente anda el sendero
de la Casa de las grandes lamentaciones. Vanguardia en la batalla,
todo cae ante ti. Con tu fuerza, los dientes pueden quebrar el
pedernal. Avanzas como una tormenta, ruges como la tempestad,
truenas sin tregua. Difundes la fatiga con tus vientos mientras tus
pies caminan incansables"
12. “Cuando en lo alto el cielo aún no había sido
nombrado,
y, abajo, la tierra firme no había sido mencionada con
un nombre,
solos Apsu, su progenitor,
y la madre Tiamat, la generatriz de todos,
mezclaban juntos sus aguas:
aún no se habían aglomerado los juncares, ni las
cañas habían sido vistas.
Cuando los dioses aún no habían aparecido,
ni habían sido llamados con un nombre, ni fijado
ningún destino,
los dioses fueron procreados dentro de ellos.
13. Enuma elish (“cuando en lo alto”), S.XVII-XI a. C.
- Poema de la creación.
- 7 tablillas recuperadas en Nínive en 1849.
- Creencias sobre la creación.
- Reforzar el poder del rey de Babilonia como representante
divino en la tierra.
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14. Después de reforzar la prisión de sus enemigos y de sellar y sujetar a su pecho las
Tabletas del Destino, el Señor volvió sobre el cuerpo de Tiamat. Despiadadamente
aplastó su cráneo con la maza, separó los conductos de su sangre, que el huracán
llevó a lugares secretos, y al ver la carne monstruosa concibió ideas artísticas. Así es
que cortó a lo largo el cadáver como si fuera un pescado, levantando a una de sus
partes hasta lo alto del cielo. Allí la encerró y colocó un guardián para que impidiera
la salida de las aguas. Luego atravesando los espacios inspeccionó las regiones y,
midiendo el abismo, estableció su morada sobre él. Así creó los cielos y la tierra y
estableció sus límites. Entonces, contruyó casas para los dioses, iluminándolas con
estrellas.
Después de hacer el año, determinó en él doce meses por medio de sus figuras. A
estas las dividió hasta precisar los días. A los costados, reforzó los cerrojos de
izquierda y de derecha, poniendo entre ambos el zenit. Destacó a Samash la
partición del día y la noche y puso la brillante estrella de su arco para mirada de
todos. Encargó a Nebiru la división de las dos secciones celestes al norte y al sur.
15. En medio de la oscuridad encomendó a Sin iluminar, ordenando los días y las
noches, «Cada mes, sin cesar, le darás la forma de una corona. Al principio del
mes para brillar sobre el país tú mostrarás los cuernos para determinar seis
días; al día séptimo serás media corona. Al día catorce te pondrás de frente al
sol. A medio mes, cuando el sol te alcance en la base de los cielos, disminuye
tu corona y haz menguar la luz. Y al desaparecer aproxímate al curso del sol.
En el día veintinueve te pondrás de nuevo en oposición al sol.
Después, volviéndose hacia Tiamat, tomó su saliva y con ella formó las nubes.
Con su cabeza produjo los montes y de sus ojos hizo fluir el Tigris y el Éufrates.
Finalmente, de sus ubres creó las grandes montañas y perforó los manantiales
para que los pozos dieran agua. Finalmente, Marduk solidificó el suelo
levantando su lujosa morada y su templo, ofreciéndolos a los dioses para que
se alojaran allí cuando concurrieran a las asambleas en las que debían fijar los
destinos del mundo. Por consiguiente, a estas construcciones las llamó
“Babilonia”, que quiere decir ‘la casa de los grandes dioses’
16. “La vida que buscas
no la encontrarás”
Poema de Gilgamesh.
17. el poema de gilgamesh
- Es una epopeya
mitológica*
- 2500-2000 a. C.
(perdido)
- Doce tablillas de arcilla
→ siglo VII a. C.
Escucha aquí el argumento
completo
18. Tablilla VI
Acabada la misión, GIlmaesh lavó sus cabellos, después se soltó su cabellera sobre su
espalda, arrojó sus vestidos y se puso otros limpios, se envolvió con un manto que ciñó con
un cinturón, Ishtar, diosa del amor, quedó fascinada por la belleza de Gilgamesh y le dijo:
—Ven, Gilgamesh, sé mi esposo, te daré un carro de oro y piedras preciosas, entra en nuestra
casa, donde los sacerdotes te besarán los pies, anti ti se arrodillarán los reyes, los nobles y
príncipes, y te aportarán como tributo los productos de la montaña y del pais.Tus cabras
parirán crías triples, tus ovejas mellizos, tus caballos tendrán más fuerza, tus bueyes no
tendrán rival.
Gilgamesh tomó la palabra y dijo a la diosa Ishtar:
—¿Cómo podría yo casarme conotigo? ¿Debería mantenerte con manjares propios de dioses?
¿Tendría que apagar tu sed con bebidas propias de la divinidad? ¡Ah! Una brecha se abriría
entre nosotros si te tomo en matrimonio, no eres más que un brasero que se apaga con el
hielo, un elefante que arroja su montura a tierra. ¿A quién de tus amantes le has permanecido
siempre fiel? Si tú me amaras, ¡me tratarías como a ellos!
19. Cuando Ishtar hubo oído estas palabras ,se enfureció y ascendió a los cielos, se
presentó llorando ante el dios Anu, su padre, y dejó correr sus lágrimas ante Aruru, su
madre:
—Padre mío, Gilgamesh me ha llenado de insultos, de injurias, murmuraciones e
infamias. ¡Padre mío, te lo ruego, manda al Toro Celeste para que mate a Gilgamesh! Si
no mandas al Toro Celeste bajaré a las regiones del Mundo Inferior y haré subir a los
muertos para que devoren a los vivos.
Anu hizo venir al Toro Celeste, y cuando llegó a Uruk, comenzó a pisotear las cosechas
y secó los ríos. Con el primer resoplido, abrió una fosa en la que cayeron cien hombres
de Uruk. Al segundo y tercer resoplidos, ¡cayeron doscientos, trescientos hombres de
Uruk!
Enkidu dijo entonces a Gilgamesh:
—Amigo mío, nosotros hemos vencido en el Bosque de los Cedros, ¿cómo actuaremos
ahora frente a este nuevo peligro?
—Amigo mío, —dijo Gilgamesh—, nuestras fuerzas serán suficientes para matar al
Toro.
20. —Yo, —dijo Enkidu— lo voy a entretener, lo cogeré por la cola y lo retendré
fuertemente con mis manos; tú te situarás por delante y lo herirás de muerte con tu
puñal.
Así lo hicieron, y Gilgamesh, valeroso y fuerte, golpeó al Toro Celeste, e hincó su puñal.
Tras matarlo, le arrancaron el corazón y lo ofrecieron a los dioses.
Ishtar, subida en la muralla, moviéndose desesperada, empezó a lamentarse:
—¡Ah! ¡Gilgamesh me ha humillado matando al Toro Celeste!
Cuando Enkidu oyó estas palabras de Ishtar, arrancó una pata del toro y se la arrojó
en la cara.
—En cuanto a ti —dijo—, si te hubiera atrapado, te habría tratado como a él y habría
colgado sus intestinos en tus brazos.
21. Tablilla X
Siduri, la tabernera, que habita en la orilla del mar, residía allí sobre un trono […]. Gilgamesh, después de haber vacilado, se dirigió a
ella. Iba vestido con una simple piel de animal, había en su cuerpo carne divina, pero la angustia había entrado en sus entrañas. Su
aspecto era como el del que ha hecho un largo viaje. […]
—Tabernera, si mis mejillas están demacradas, mi rostro abatido, si mi corazón está dolido y mis rasgos demudados, si la angustia ha
entrado en mis entrañas, si mi aspecto es como el del que ha hecho un largo viaje, y mi cara está curtida por el frío y el calor, si,
afrontando las ráfagas de viento, ando vagando por la estepa, es por miedo a la muerte por lo que yo recorro la estepa. Lo que ha
ocurrido a mi amigo me obsesiona, lo que ha ocurrido a Enkidu, mi amigo, me obsesiona. A través de un largo camino recorro la
estepa, ¿cómo callarme?, ¿cómo guardar silencio? Mi amigo, al que yo amaba, ahora es como el barro. Enkidu, mi amigo, al que yo
amaba, ahora es como el barro. ¿No iré, como él, a acostarme para no levantarme nunca más? […] Enkidu, al que yo amaba
entrañablemente, que conmigo había franqueado tantos obstáculos, se ha ido al destino del hombre. […] Desde que partió yo he
buscado en vano la Vida, no ceso de errar como un bandido a través de la estepa.
La tabernera respondió así a Gilgamesh:
—Gilgamesh, ¿por qué vagas de un lado para otro? La vida que persigues no la encontrarás jamás. Cuando los dioses crearon la
humanidad, asignaron la muerte para esa humanidad, pero ellos guardaron entre sus manos la vida. En cuanto a ti, Gilgamesh, llena
tu vientre, vive alegre día y noche, haz fiesta cada día, danza y canta día y noche, que tus vestidos sean inmaculados, lávate la
cabeza, báñate, atiende al niño que te tome de la mano, deleita a tu mujer, abrazada contra ti. Esa es la única perspectiva de la
humanidad.
Poema de Gilgamesh, Tecnos
22. Un paréntesis necesario: el inicio del viaje del héroe
Aplicación del
monomito a
distintas obras
literarias y
cinematográficas.
ACTIVIDADES
SUMAPUNTOS:
Haz un esquema en
el que presentes un
viaje del héroe de
una historia actual.