Leonardo da Vinci consideraba a la pintura como una ciencia, basada en la perspectiva matemática, el estudio de la naturaleza y la importancia de los sentidos, especialmente la vista. Compara a la pintura con otras artes como la poesía, la escultura y la música, señalando su superioridad. Además, ofrece numerosos consejos prácticos para los pintores, como el estudio de la anatomía, la luz y las sombras, y la observación directa de la naturaleza.