El documento describe el realismo como un movimiento artístico de mediados del siglo XIX que rechazaba la idealización y se enfocaba en temas cotidianos representados de manera objetiva. Los pintores realistas más destacados fueron Gustave Courbet, Honoré Daumier y François Millet, quienes plasmaron escenas de la vida diaria y la clase trabajadora sin romanticismo. El paisajista Jean-Baptiste Corot también contribuyó al realismo con sus representaciones atmosféricas de la naturaleza.