Kant argumenta que el tiempo y el espacio son formas a priori de la sensibilidad humana y no realidades independientes. Para que un objeto pueda ser percibido, debe someterse a estas condiciones formales del tiempo y el espacio impuestas por la mente. Hegel ve el arte como la manifestación sensible del espíritu humano y las civilizaciones. Cree que el espíritu trasciende el arte. Croce concibe la historia de la estética como la historia del continuo esclarecimiento de la autonomía del arte a lo largo del tiempo.