SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 12
Trampas Psicológicas en la Toma de
           Decisiones




                        Juan Riballo
La Trampa del Ancla


 ¿Qué altura tiene la Torre Eiffel? Imaginemos que estamos
  paseando por París y nuestra pareja nos pregunta por la
  altura de la torre. No tenemos idea de cuánto puede medir,
  de modo que nos damos a la tarea de hacer una
  estimación "a ojo de buen cubero" . Primer caso: nuestra
  pareja nos dice: "...yo creo que mide aproximadamente 200
  metros... ¿tú qué opinas?"; Segundo caso: nuestra pareja
  nos dice: "...yo creo que mide aproximadamente 400
  metros... ¿tú qué opinas?" Si somos como la gran mayoría
  de las personas, la estimación que hagamos de la altura de
  la torre será mayor si nuestra pareja nos hace la pregunta
  como en el segundo caso (400 metros). La mente da una
  importancia desproporcionada a la primera información que
  recibe.
La Trampa de la Resistencia al

 La   resistencia al cambio es un fenómeno que todos hemos
  experimentado alguna vez. Hay muchos ejemplos. En general, si
  somos como la mayoría de la gente, el cambio nos produce ansiedad y
  encontramos confort en el estatus-quo. Esto influye por supuesto en la
  toma de decisiones, pues tendemos a dar valoraciones
  desproporcionadamente altas a la opción de quedarnos como estamos
  (estatus-quo), a pesar de tener otras opciones objetivamente
  superiores.
La Trampa de los Costos
                           Irrecuperables
 Supongamos que vamos viajando por
  carretera y se nos presenta una bifurcación
  inesperada. Tras una breve reflexión
  decidimos tomar el camino de la derecha.
  Continuamos conduciendo durante 15 minutos
  y nos damos cuenta de que nos hemos
  equivocado.     Probablemente     hubiésemos
  llegado antes a nuestro destino de haber
  tomado el camino de la izquierda. Sería más
  rápido detenernos ahora, regresar a la
  bifurcación y tomar el camino de la izquierda.
  Pues bien, un sorprendente número de
  personas no lo hacemos, continuamos por el
  camino equivocado porque nos cuesta
  aceptar      la     pérdida    de      tiempo.
  Frecuentemente tomamos decisiones que
  tienden a justificar decisiones pasadas, por
  muy malas que éstas hayan sido.
La Trampa de Ver lo que nos da la
             Gana
 Supongamos que estamos en contra de la
  pena de muerte. Alguien llega y nos da
  dos informes, igualmente convincentes,
  uno que argumenta los puntos a favor y
  otro que argumenta los puntos en contra
  de la pena de muerte. Si somos como la
  gran mayoría de las personas, después
  de leer ambos informes estaremos más
  convencidos de nuestro punto de vista
  inicial, ¡sin importar cuál haya sido éste!
  Al      leer     los     dos      informes,
  inconscientemente        buscaremos       y
  resaltaremos información que afirme
  nuestro punto de vista y evitaremos tomar
  nota de información que lo contradiga.
La Trampa de la Forma de Hacer las
             Preguntas


La manera de hacer preguntas influye profundamente en las respuestas
que obtenemos. Por ejemplo, supongamos que nos toca renovar nuestro
carnet de conducir. Al hacerlo, en la oficina de tráfico nos dan un
formulario en el que se lee: "[ ] Marque si desea ser donador de órganos
una vez que haya fallecido". Se ha demostrado empíricamente que se
obtendría una lista mucho mayor de oferentes de órganos si se
formulara la pregunta de la siguiente manera: "[ ] Marque si NO desea
ser donador de órganos una vez que haya fallecido". Consecuentemente,
algunos países están modificando la ley para que se les permita formular
la pregunta de la segunda forma y así contar con una lista más numerosa
de oferentes potenciales de órganos. Existen también otras maneras de
hacernos caer en esta trampa, especialmente cuando al hacer la
pregunta se toma en cuenta la aversión al riesgo que naturalmente
tenemos la gran mayoría de las personas
La Trampa del Exceso de
Autoconfianza
 En general, cuando hacemos estimaciones tendemos a creer
  que son más exactas de lo que realmente son. Supongamos
  que nos piden estimar la altura de la Torre Eiffel. Nuestra
  estimación es: "de 270 a 300 metros" ¿Suena razonable?
  Hemos dado un margen de error de aproximadamente un
  10%. Sin embargo, estudios en psicología cognitiva
  demuestran que el margen de error de las estimaciones que
  hace la gente común es del 20 al 30%. Si asumimos que
  nuestras estimaciones son más precisas de lo que realmente
  son,    es    decir,   si   pecamos    de    "exceso    de
  autoconfianza", estaremos incrementando innecesariamente el
  nivel de riesgo que asumimos en la decisión que estamos
  tomando.
La Trampa de los Raros Eventos
Catastróficos




  La gran mayoría de la gente amplifica la probabilidad de que
   ocurran     raros    eventos    catastróficos.    Por  ejemplo,
   experimentamos más ansiedad al viajar en avión que al viajar
   en coche, pese a que (en general) la probabilidad de tener un
   accidente de avión es mucho menor que la probabilidad de
   tener un accidente de coche. Esto se debe a que los raros
   eventos catastróficos reciben mucha mayor atención mediática
   y nuestro cerebro tiende a asociar la frecuencia del evento con
   la intensidad con la que se nos transmite la noticia.
La Trampa de los Estereotipos
   Supongamos que nos presentan a Juan, un tipo bajito,
    más bien delgado, con gafas circulares, con peinado
    raya al medio. ¿Es más probable que Juan sea
    bibliotecario o comercial de empresa? La gran mayoría
    de las personas diríamos que es más probable que
    sea bibliotecario, sin tomar en cuenta que en el mundo
    existen muchos más comerciales de empresa que
    bibliotecarios. Al hacer estimaciones, tendemos a
    dejarnos llevar por estereotipos irracionales que muy
    frecuentemente nos inducen al error. El hecho de que
    exista un mayor número de comerciales de empresa
    que de bibliotecarios implica que sea más probable (o
    al menos más probable de lo que pensamos) que ese
    tipo bajito, más bien delgado, con gafas circulares, con
    peinado raya al medio sea comercial de empresa.
La Trampa del Exceso de


      Supongamos que un directivo pide a su subordinado que haga
       una estimación de las ventas del próximo año. Éste, a su vez,
       pide al técnico de marketing que haga la estimación, ya que "es él
       quien trabaja con los datos de campo". Se ha demostrado que en
       estos casos lo más probable es que el técnico de marketing haga
       una estimación precisa, pero al comunicarla la distorsione
       "hacia el lado de la seguridad". Luego, sobre esa estimación, el
       subordinado la modificará un poco más "hacia el lado de la
       seguridad" y la transmitirá al directivo. Este, a su vez, al tomar la
       decisión considerará la estimación que su subordinado,
       modificándola una vez más "hacia el lado de la seguridad". Como
       consecuencia, la decisión final será tomada sobre la base de
       una estimación exageradamente distorsionada, alejada de la
       realidad.
La Trampa de la Buena Racha
          Supongamos que estamos jugando
           a los dados y en los cuatro últimos
           tiros hemos sido muy afortunados.
           Si somos como la generalidad de
           las personas, tenderemos a creer
           que     existe   una   probabilidad
           exageradamente alta ("la mano
           mística", la "suerte") de que el
           siguiente tiro nos sea también
           favorable. Esta creencia ilusoria
           ha sido la ruina de muchos
           jugadores compulsivos y puede
           llevarnos también a nosotros a
           tomar        malas      decisiones.
           Objetivamente, la fortuna que
           hayamos tenido en los cuatro
           tiros anteriores no afecta el
           resultado del próximo tiro.
La Trampa de los Muy Afortunados
   Muchos de nosotros pensamos que no somos buenos en
    los juegos de azar porque "casi nunca ganamos". A
    muchos de nosotros nos ha pasado que al jugar al bingo,
    por ejemplo, Nacho gana varias veces seguidas, o
    Ángeles, o Pedro, o María... pero casi nunca nos toca a
    nosotros ¿Significa esto que tenemos mala suerte? La
    respuesta es NO. La probabilidad de que ganemos varias
    veces seguidas es muchísimo menor que la probabilidad
    de que alguien más (cualquiera que sea) gane varias
    veces seguidas. Esto nos hace percibir erróneamente
    que la suerte nunca nos llega y que siempre hay
    alguien más afortunado que nosotros. Nos cuesta
    mucho entender que en los juegos de azar todos tenemos
    la misma probabilidad de ganar o perder y que, sin
    embargo, es muy probable que haya por ahí algún
    "suertudo(a)" que gane varias veces seguidas. En unos
    casos será Nacho, en otros será María, en otros Ángeles,
    pero difícilmente seremos nosotros... en especial si no
    nos gustan los juegos de azar y jugamos poco
    frecuentemente.

Más contenido relacionado

Similar a Las trampas psicologicas

Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicasAlfonsoMock
 
Virginia jiménez toma de
Virginia jiménez toma deVirginia jiménez toma de
Virginia jiménez toma deVIRGINIA13SEBA
 
Trampas sicologicas en la toma de decisiones
Trampas sicologicas en la toma de decisionesTrampas sicologicas en la toma de decisiones
Trampas sicologicas en la toma de decisionesbonnielycontreras
 
Trampaspsicologicas
Trampaspsicologicas Trampaspsicologicas
Trampaspsicologicas neymary
 
Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicasyorvelis
 
Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicassoutico
 
Trampa sicologica
Trampa sicologicaTrampa sicologica
Trampa sicologicamayelamelen
 
Las trampas en la toma de decisiones
Las trampas en la toma de decisionesLas trampas en la toma de decisiones
Las trampas en la toma de decisionesyuneidialbarran
 
Trampas psicológicas en la toma de decisiones
Trampas psicológicas en la toma de decisionesTrampas psicológicas en la toma de decisiones
Trampas psicológicas en la toma de decisionesArevaloValeria
 
Trampaspsicologicasparalatomadedecisiones
TrampaspsicologicasparalatomadedecisionesTrampaspsicologicasparalatomadedecisiones
TrampaspsicologicasparalatomadedecisionesAlfredo Perez
 
Mapa trampas psicologicas
Mapa trampas psicologicasMapa trampas psicologicas
Mapa trampas psicologicasmarielexs
 
Trampas psicologicasAndreaZambrano
Trampas psicologicasAndreaZambranoTrampas psicologicasAndreaZambrano
Trampas psicologicasAndreaZambranoandreazberti
 
Trampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenter
Trampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenterTrampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenter
Trampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenterRaul Colmenter
 
Trampas sicologicas
Trampas sicologicasTrampas sicologicas
Trampas sicologicasJose Aguilar
 
Las trampas psicológicas en la toma de decisiones
Las trampas psicológicas en la toma de decisionesLas trampas psicológicas en la toma de decisiones
Las trampas psicológicas en la toma de decisionesefrainsequera
 
Presentación1yoraimammmma
Presentación1yoraimammmmaPresentación1yoraimammmma
Presentación1yoraimammmmayoraimamartinez
 

Similar a Las trampas psicologicas (20)

Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicas
 
Virginia jiménez toma de
Virginia jiménez toma deVirginia jiménez toma de
Virginia jiménez toma de
 
Trampas sicologicas en la toma de decisiones
Trampas sicologicas en la toma de decisionesTrampas sicologicas en la toma de decisiones
Trampas sicologicas en la toma de decisiones
 
Trampaspsicologicas
Trampaspsicologicas Trampaspsicologicas
Trampaspsicologicas
 
Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicas
 
Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicas
 
Trampa sicologica
Trampa sicologicaTrampa sicologica
Trampa sicologica
 
Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicas
 
Las trampas en la toma de decisiones
Las trampas en la toma de decisionesLas trampas en la toma de decisiones
Las trampas en la toma de decisiones
 
Trampas psicológicas en la toma de decisiones
Trampas psicológicas en la toma de decisionesTrampas psicológicas en la toma de decisiones
Trampas psicológicas en la toma de decisiones
 
Trampas psicologicas
Trampas psicologicasTrampas psicologicas
Trampas psicologicas
 
Trampaspsicologicasparalatomadedecisiones
TrampaspsicologicasparalatomadedecisionesTrampaspsicologicasparalatomadedecisiones
Trampaspsicologicasparalatomadedecisiones
 
Mapa trampas psicologicas
Mapa trampas psicologicasMapa trampas psicologicas
Mapa trampas psicologicas
 
Revista de mate
Revista de mateRevista de mate
Revista de mate
 
Cosas sobre el cerebro
Cosas sobre el cerebroCosas sobre el cerebro
Cosas sobre el cerebro
 
Trampas psicologicasAndreaZambrano
Trampas psicologicasAndreaZambranoTrampas psicologicasAndreaZambrano
Trampas psicologicasAndreaZambrano
 
Trampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenter
Trampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenterTrampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenter
Trampas psicológicas en la toma de decisiones raul colmenter
 
Trampas sicologicas
Trampas sicologicasTrampas sicologicas
Trampas sicologicas
 
Las trampas psicológicas en la toma de decisiones
Las trampas psicológicas en la toma de decisionesLas trampas psicológicas en la toma de decisiones
Las trampas psicológicas en la toma de decisiones
 
Presentación1yoraimammmma
Presentación1yoraimammmmaPresentación1yoraimammmma
Presentación1yoraimammmma
 

Las trampas psicologicas

  • 1. Trampas Psicológicas en la Toma de Decisiones Juan Riballo
  • 2. La Trampa del Ancla  ¿Qué altura tiene la Torre Eiffel? Imaginemos que estamos paseando por París y nuestra pareja nos pregunta por la altura de la torre. No tenemos idea de cuánto puede medir, de modo que nos damos a la tarea de hacer una estimación "a ojo de buen cubero" . Primer caso: nuestra pareja nos dice: "...yo creo que mide aproximadamente 200 metros... ¿tú qué opinas?"; Segundo caso: nuestra pareja nos dice: "...yo creo que mide aproximadamente 400 metros... ¿tú qué opinas?" Si somos como la gran mayoría de las personas, la estimación que hagamos de la altura de la torre será mayor si nuestra pareja nos hace la pregunta como en el segundo caso (400 metros). La mente da una importancia desproporcionada a la primera información que recibe.
  • 3. La Trampa de la Resistencia al  La resistencia al cambio es un fenómeno que todos hemos experimentado alguna vez. Hay muchos ejemplos. En general, si somos como la mayoría de la gente, el cambio nos produce ansiedad y encontramos confort en el estatus-quo. Esto influye por supuesto en la toma de decisiones, pues tendemos a dar valoraciones desproporcionadamente altas a la opción de quedarnos como estamos (estatus-quo), a pesar de tener otras opciones objetivamente superiores.
  • 4. La Trampa de los Costos Irrecuperables  Supongamos que vamos viajando por carretera y se nos presenta una bifurcación inesperada. Tras una breve reflexión decidimos tomar el camino de la derecha. Continuamos conduciendo durante 15 minutos y nos damos cuenta de que nos hemos equivocado. Probablemente hubiésemos llegado antes a nuestro destino de haber tomado el camino de la izquierda. Sería más rápido detenernos ahora, regresar a la bifurcación y tomar el camino de la izquierda. Pues bien, un sorprendente número de personas no lo hacemos, continuamos por el camino equivocado porque nos cuesta aceptar la pérdida de tiempo. Frecuentemente tomamos decisiones que tienden a justificar decisiones pasadas, por muy malas que éstas hayan sido.
  • 5. La Trampa de Ver lo que nos da la Gana  Supongamos que estamos en contra de la pena de muerte. Alguien llega y nos da dos informes, igualmente convincentes, uno que argumenta los puntos a favor y otro que argumenta los puntos en contra de la pena de muerte. Si somos como la gran mayoría de las personas, después de leer ambos informes estaremos más convencidos de nuestro punto de vista inicial, ¡sin importar cuál haya sido éste! Al leer los dos informes, inconscientemente buscaremos y resaltaremos información que afirme nuestro punto de vista y evitaremos tomar nota de información que lo contradiga.
  • 6. La Trampa de la Forma de Hacer las Preguntas La manera de hacer preguntas influye profundamente en las respuestas que obtenemos. Por ejemplo, supongamos que nos toca renovar nuestro carnet de conducir. Al hacerlo, en la oficina de tráfico nos dan un formulario en el que se lee: "[ ] Marque si desea ser donador de órganos una vez que haya fallecido". Se ha demostrado empíricamente que se obtendría una lista mucho mayor de oferentes de órganos si se formulara la pregunta de la siguiente manera: "[ ] Marque si NO desea ser donador de órganos una vez que haya fallecido". Consecuentemente, algunos países están modificando la ley para que se les permita formular la pregunta de la segunda forma y así contar con una lista más numerosa de oferentes potenciales de órganos. Existen también otras maneras de hacernos caer en esta trampa, especialmente cuando al hacer la pregunta se toma en cuenta la aversión al riesgo que naturalmente tenemos la gran mayoría de las personas
  • 7. La Trampa del Exceso de Autoconfianza  En general, cuando hacemos estimaciones tendemos a creer que son más exactas de lo que realmente son. Supongamos que nos piden estimar la altura de la Torre Eiffel. Nuestra estimación es: "de 270 a 300 metros" ¿Suena razonable? Hemos dado un margen de error de aproximadamente un 10%. Sin embargo, estudios en psicología cognitiva demuestran que el margen de error de las estimaciones que hace la gente común es del 20 al 30%. Si asumimos que nuestras estimaciones son más precisas de lo que realmente son, es decir, si pecamos de "exceso de autoconfianza", estaremos incrementando innecesariamente el nivel de riesgo que asumimos en la decisión que estamos tomando.
  • 8. La Trampa de los Raros Eventos Catastróficos  La gran mayoría de la gente amplifica la probabilidad de que ocurran raros eventos catastróficos. Por ejemplo, experimentamos más ansiedad al viajar en avión que al viajar en coche, pese a que (en general) la probabilidad de tener un accidente de avión es mucho menor que la probabilidad de tener un accidente de coche. Esto se debe a que los raros eventos catastróficos reciben mucha mayor atención mediática y nuestro cerebro tiende a asociar la frecuencia del evento con la intensidad con la que se nos transmite la noticia.
  • 9. La Trampa de los Estereotipos  Supongamos que nos presentan a Juan, un tipo bajito, más bien delgado, con gafas circulares, con peinado raya al medio. ¿Es más probable que Juan sea bibliotecario o comercial de empresa? La gran mayoría de las personas diríamos que es más probable que sea bibliotecario, sin tomar en cuenta que en el mundo existen muchos más comerciales de empresa que bibliotecarios. Al hacer estimaciones, tendemos a dejarnos llevar por estereotipos irracionales que muy frecuentemente nos inducen al error. El hecho de que exista un mayor número de comerciales de empresa que de bibliotecarios implica que sea más probable (o al menos más probable de lo que pensamos) que ese tipo bajito, más bien delgado, con gafas circulares, con peinado raya al medio sea comercial de empresa.
  • 10. La Trampa del Exceso de  Supongamos que un directivo pide a su subordinado que haga una estimación de las ventas del próximo año. Éste, a su vez, pide al técnico de marketing que haga la estimación, ya que "es él quien trabaja con los datos de campo". Se ha demostrado que en estos casos lo más probable es que el técnico de marketing haga una estimación precisa, pero al comunicarla la distorsione "hacia el lado de la seguridad". Luego, sobre esa estimación, el subordinado la modificará un poco más "hacia el lado de la seguridad" y la transmitirá al directivo. Este, a su vez, al tomar la decisión considerará la estimación que su subordinado, modificándola una vez más "hacia el lado de la seguridad". Como consecuencia, la decisión final será tomada sobre la base de una estimación exageradamente distorsionada, alejada de la realidad.
  • 11. La Trampa de la Buena Racha  Supongamos que estamos jugando a los dados y en los cuatro últimos tiros hemos sido muy afortunados. Si somos como la generalidad de las personas, tenderemos a creer que existe una probabilidad exageradamente alta ("la mano mística", la "suerte") de que el siguiente tiro nos sea también favorable. Esta creencia ilusoria ha sido la ruina de muchos jugadores compulsivos y puede llevarnos también a nosotros a tomar malas decisiones. Objetivamente, la fortuna que hayamos tenido en los cuatro tiros anteriores no afecta el resultado del próximo tiro.
  • 12. La Trampa de los Muy Afortunados  Muchos de nosotros pensamos que no somos buenos en los juegos de azar porque "casi nunca ganamos". A muchos de nosotros nos ha pasado que al jugar al bingo, por ejemplo, Nacho gana varias veces seguidas, o Ángeles, o Pedro, o María... pero casi nunca nos toca a nosotros ¿Significa esto que tenemos mala suerte? La respuesta es NO. La probabilidad de que ganemos varias veces seguidas es muchísimo menor que la probabilidad de que alguien más (cualquiera que sea) gane varias veces seguidas. Esto nos hace percibir erróneamente que la suerte nunca nos llega y que siempre hay alguien más afortunado que nosotros. Nos cuesta mucho entender que en los juegos de azar todos tenemos la misma probabilidad de ganar o perder y que, sin embargo, es muy probable que haya por ahí algún "suertudo(a)" que gane varias veces seguidas. En unos casos será Nacho, en otros será María, en otros Ángeles, pero difícilmente seremos nosotros... en especial si no nos gustan los juegos de azar y jugamos poco frecuentemente.