El laúd evolucionó a partir del ud árabe introducido en Europa en el siglo XIII. A lo largo de la Edad Media y el Renacimiento, la forma del laúd cambió admitiendo diferentes tamaños y ornamentaciones, pero manteniendo su diseño básico de cuerdas pulsadas. En el Renacimiento, el laúd alcanzó su perfección estructural y de fabricación. Durante los siguientes 500 años, el laúd sufrió numerosos cambios estructurales y estilísticos, incluyendo variaciones en el número de órden