El documento discute la evidencia histórica de la existencia de Jesús, mencionando que fue referido por primera vez en un libro judío, con el testimonio de Flavio Josefo considerado creíble, y fue mencionado por segunda vez en un libro romano, aunque otros historiadores escribieron sobre los cristianos sin probar su existencia, y los enemigos del cristianismo en el primer siglo no negaron su existencia sino sus enseñanzas.