La leyenda maya explica que cuando los dioses crearon a los animales se olvidaron de crear uno para transportar los pensamientos. Formaron un pájaro de una piedra de jade soplándole vida, creando al colibrí. Sus plumas brillantes y vuelo ligero le permiten llevar los pensamientos sin perturbar las flores. Los dioses le encargaron la misión de transportar los pensamientos de un lugar a otro y prohibieron encerrarlo en jaulas.