1. Libres de la Ley
Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro.
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus
concupiscencias;
ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad,
sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la
gracia.
(Romanos 6:11-14 RV1960)
[pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ]
¿Cúal ley?
Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos
sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen
viejo de la letra.
(Romanos 7:6 RV1960)
[Pero ahora estamos libres de la ley]
¿Cúal ley?
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
(Romanos 7:21-23 RV1960)
[la ley del pecado que está en mis miembros; esta ley: que el mal está en mí.]
Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco,
eso hago.
Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley [ley de Dios] es buena.
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en
mí, pero no el hacerlo.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
(Romanos 7:15-19 RV1960)
[el pecado que mora en mí.]
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2. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el
deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu,
no estáis bajo la ley [ley del pecado].
(Gálatas 5:16-18 RV60)
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de
la muerte.
(Romanos 8:2 RV1960)
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley
del pecado, sino bajo la gracia.
Pero ahora estamos libres de la ley del pecado, por haber muerto para
aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen
nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Teniendo la ley escrita en nuestros corazones, en nuestro interior y no una ley
escrita que es obedecida externamente pero que carece de sinceridad en nuestro
interior.
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres [de la ley del pecado], y
no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud [del pecado].
(Gálatas 5:1 RV1960)
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
(Gálatas 5:25 RV1960)
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra
para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
(Gálatas 6:8 RV1960)
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
(Romanos 13:14 RV1960)
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
(Gálatas 5:24 RV1960)
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