Los linfocitos T son un tipo de glóbulo blanco formado en la médula ósea que protege el cuerpo de infecciones y células cancerígenas mediante la detección de antígenos específicos. Existen diferentes subtipos de linfocitos T como los citotóxicos, cooperadores, reguladores y de memoria que cumplen funciones como destruir células infectadas, activar otras células del sistema inmune, regular la tolerancia a autoantígenos y responder rápidamente a exposiciones previas de un microorganismo,