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Auditoría Papeles Trabajo Procedimientos
1. 5ta Parte: Papeles y Procedimientos
Los papeles de trabajo
Son los registros preparados por el auditor para documentar el
trabajo efectuado, los métodos y procedimientos que ha utilizado y
las conclusiones que ha obtenido.
Objetivos básicos de estos papeles:
a. Facilitar la preparación del informe de auditoría.
b. Servir de elementos de prueba de que el trabajo se ha
realizado.
c. Coordinar y organizar todas las fases del trabajo de auditoría.
d. Proveer un registro histórico permanente de la información
examinada y los procedimientos de auditoría aplicados.
e. Servir de guía en exámenes futuros.
Propiedad de los papeles de trabajo
Los papeles de trabajo son totalmente confidenciales, dado que gran
parte de la información que utiliza en la empresa tiene este carácter.
El cliente no estaría dispuesto a proporcionar al auditor información
a la que no tienen acceso muchos empleados y, por supuesto
competidores, si no confía en el secreto profesional de éstos. En los
Códigos de Ética de la profesión se recogen normas en este sentido
que obligan a todos los profesionales.
La propiedad de los papeles de trabajo es del auditor y nunca se
pueden mostrar a terceros si no es con el permiso expreso del
cliente.
Deberán estar siempre bien protegidos contra pérdida, robo o
destrucción.
Requisitos en su preparación
Cuando más de una persona interviene en la auditoría, los papeles
de trabajo pasan a constituir un medio para comunicar información
y, por tanto, deberán ser lo suficientemente explícitos por sí mismos
sin necesidad de realizar aclaraciones de tipo verbal.
Requisitos:
a. Quien prepara el papel de trabajo debe iniciarlo o firmarlo.
b. Quien lo revisa también tiene que firmarlo.
c. Quien supervisa tiene que dejar constancia en los papeles de su
opinión sobre aspectos o problemas planteados.
2. d. Los puntos o materias importantes deben ser resumidos para
ser revisados por otros auditores de más experiencia.
e. Debe utilizarse un sistema de referencias muy riguroso y
preciso para que se puedan identificar los papeles con rapidez
y eficacia.
Archivos de papeles de trabajo
Los papeles de trabajo deben ser archivados de manera que
permitan un acceso fácil a la información contenida en los mismos.
Los archivos de los papeles de trabajo de una auditoría
generalmente suelen clasificarse en dos tipos: archivo permanente y
archivo corriente. Cuando alguno de estos archivos lleva más de una
carpeta, debe establecerse el control de la numeración de carpetas,
numerando cada carpeta e indicando el número total de carpetas.
Archivo permanente
El objetivo principal de preparar y mantener un archivo permanente
es el de tener disponible la información que se necesita en forma
continua sin tener que reproducir esta información cada año.
El archivo permanente debe contener toda aquella información que
es válida en el tiempo y no se refiere exclusivamente a un solo
período. Este archivo debe suministrar al equipo de auditoría la
mayor parte de la información sobre el negocio del cliente para
llevar a cabo una auditoría eficaz y objetiva.
Ventajas del archivo permanente:
a. Hace posible que el análisis y revisión de las cuentas del
período sea más riguroso, ya que existe información
comparativa con años anteriores.
b. Un más rápido y mejor entendimiento por el auditor de las
características principales del negocio del cliente y de la
industria.
c. Evita que todos los años se hagan las mismas preguntas al
personal del cliente.
d. Reduce el tiempo de ejecución y revisión de la auditoría.
e. Evita muchos problemas en el caso de que sea necesario
cambiar el equipo de auditoría.
Archivo corriente
Este archivo recoge todos los papeles de trabajo relacionados con la
auditoría específica de un período.
3. Comprende dos tipos de archivos:
Archivo general.
Archivo de los estados financieros.
Descripción general de la planificación y ejecución de un
trabajo de auditoría
Planificación de la auditoría
Un examen de auditoría presenta cierta complejidad; no puede
llevarse a cabo satisfactoriamente sin que se efectúe una adecuada
planificación.
La planificación comprende las siguientes etapas:
Contactar con el cliente. Se trata de conocer aspectos formales de
la empresa y, en concreto, todos aquellos indicados en la Sección
General del Archivo Permanente.
Conocimiento del negocio. Los detalles de este conocimiento
quedaron también expuestos en la Sección General del Archivo
Permanente.
Revisión analítica. Es importante que el auditor conozca
aquellas partes del negocio sobre las que debe hacer más
énfasis durante su examen.
Normalmente, las revisiones analíticas están basadas en el análisis
comparativo de los estados financieros de dos o más períodos, o en
la comparación de presupuestos o ratios a través del tiempo con
cifras propias de la empresa y con las conseguidas externamente de
la industria.
El propósito de las revisiones analíticas de los datos financieros y
operativos consiste en identificar cualquier relación poco común o
inesperada que podría indicar condiciones de cambio en las
operaciones o entorno del negocio, posibles problemas financieros,
errores (intencionados o accidentales), o la aplicación no uniforme
de los principios generales de contabilidad.
Análisis implica la identificación de las causas de las fluctuaciones, o
la falta de las mismas. Las comparaciones no representan un
objetivo en sí, sino un medio para llegar a saber lo que ha sucedido, o
está sucediendo.
Cuando la revisión analítica revela alguna relación anormal, el
auditor deberá comenzar su investigación efectuando las preguntas
necesarias a las personas adecuadas con objeto de obtener una
explicación razonable que le indique la causa de la variación. Deberá
además comprobar la lógica de las respuestas, verificando la
documentación que soporte las mismas.
4. Al hacer el análisis comparativo, el auditor deberá ser consciente de
la interrelación de ciertas partidas.
La descripción de las revisiones analíticas se detallará en papeles de
trabajo que se archivarán en «Archivo Corriente – Sección General –
Hoja correspondiente al Plan de Auditoría».
Conocimiento general del sistema de control interno. Consiste en
averiguar si existen, y en qué medida, los controles internos
esenciales, con objeto de conseguir una impresión general sobre la
fiabilidad que nos merece el control interno.
Se consigue mediante consultas al personal de la compañía y
observación y contrastación de aquellos controles que se nos dice
existen.
Deberá quedar detallado en papeles de trabajo y archivarse en la
Sección de Sistemas del Archivo Permanente.
Evaluación específica del control interno. El auditor, antes de
comenzar a diseñar los programas de auditoría, se encuentra
en posición de tomar la decisión de si va a confiar o no en el
control interno global de la empresa.
Las pruebas a aplicar para obtener la evidencia necesaria
dependerán, en cuanto a cantidad, momento de aplicación y tipo de
prueba, del grado de confianza que nos merezca dicho control
interno.
En el supuesto de que el auditor confíe inicialmente en el sistema de
control interno, de forma globalmente evaluado, se encuentra en
condiciones de estudiar en detalle cada uno de los sistemas
específicos que operan en la empresa (Clientes-Ventas, Compras-
Existencias-Proveedores, Nóminas, Tesorería, Inmovilizado, etc.).
La evaluación de cada uno de los sistemas implica necesariamente
los siguientes pasos:
a. La determinación de los controles establecidos. La obtención de
información acerca de cómo se supone funciona el sistema
requiere la lectura de manuales de organización, organigramas,
etc., así como la formulación de preguntas a directores y
empleados de la sociedad.
b. La realización de pruebas y observaciones que permitan
establecer cómo funciona efectivamente el sistema. Consisten
en la selección de un número de operaciones que permita al
auditor extraer alguna conclusión acerca de que los
procedimientos previstos en las normas se llevan a la práctica.
Pero así como algunas informaciones son verificables a través
5. del análisis de las informaciones archivadas, otras sólo pueden
ser corroboradas a través de observaciones directas; este
comentario es aplicable, en general, a todo lo que implique
divisiones de tareas.
La evaluación del sistema de control interno se realiza mediante uno
o la combinación de los siguientes métodos:
1. Método descriptivo. Consiste en describir detalladamente las
características del sistema que se está evaluando.
Normalmente se describen procedimientos, registros,
formularios, archivos, empleados y departamentos que
intervienen en el sistema.
2. Método de cuestionarios. Está basado en la utilización de listas
de preguntas referentes a aspectos básicos del sistema. Los
cuestionarios que se utilizan son estándares y contienen
preguntas que son válidas para todas las auditorías. Estos
cuestionarios contienen normalmente tres columnas en las que
se contestan las respuestas a las preguntas planteadas y su
encabezamiento indica "Sí", "No", "No aplicable". Todas las
preguntas se plantean de tal forma que una respuesta
afirmativa indica una situación satisfactoria de control. Las
respuestas afirmativas se deben comentar con objeto de
conocer en detalle en qué consiste el control.
3. Método de flujogramas. Intenta representar gráficamente los
circuitos operativos. Requiere definir:
Códigos a emplear.
Forma de confeccionar el flujograma.
Los códigos o símbolos a emplear son convencionales y existen
varios modelos.
El método que se sugiere es el de cuestionarios (es el de uso más
generalizado), aunque en la práctica se suele utilizar una
combinación de los tres métodos.
Cuando los controles internos parecen fiables y no hay posibilidades
de errores importantes, el trabajo de auditoría consiste en conseguir
evidencia de que el control interno funciona en la práctica como se
ha previsto en la teoría.
El auditor planificará una serie de pruebas de cumplimiento para
corroborar que el sistema opera efectivamente con rigurosidad,
utilizando técnicas de muestreo para evaluar los resultados.
En caso de que el resultado de las pruebas sea satisfactorio, el resto
de pruebas sustantivas a aplicar, para validar los saldos de los
estados financieros, será limitado, aunque no podrán eliminarse.
6. Si pueden existir errores potenciales significativos, será necesario:
Corroborar la parte del sistema que nos merezca fiabilidadpor
medio de pruebas de cumplimiento.
Programar pruebas sustantivas que nos permitan detectar los
errores potenciales.
El resultado de estas pruebas se evaluará mediante técnicas de
muestreo.
El conocimiento en detalle del control interno se archivará en el
Archivo Permanente-Sección de Sistemas.
Las pruebas de corroboración a realizar se archivarán en el Archivo
Corriente, en cada sección correspondiente del Archivo de Estados
Financieros.
Confección de programas de auditoría. El auditor planifica las
pruebas de cumplimiento y sustantivas que va a efectuar en su
examen mediante la aplicación de los correspondientes
procedimientos de auditoría. Al detalle concreto de todos estos
procedimientos coordinados y sistematizados se le denomina
programa de auditoría.
Dos objetivos:
Coordinar los procedimientos de auditoría.
Servir de registro de todo el trabajo realizado.
No existe un programa estándar, aunque siempre deben existir unos
procedimientos mínimos que, en condiciones de control interno
satisfactorio, consistirán en la evaluación y comprobación del
sistema de control complementado con pruebas selectivas de los
saldos más significativos.
Dos clases de procedimientos de auditoría:
Pruebas sobre los registros y transacciones del ejercicio.
Antes de que el auditor verifique la exactitud de los saldos finales de
los estados financieros, comprueba la fiabilidad que le merecen el
conjunto de transacciones realizadas por la compañía y los registros
sobre los que aquéllas se asientan, ya que los saldos finales tienen
como fundamento previo estos dos elementos.
La verificación de estos registros y transacciones se lleva a cabo
mediante pruebas de cumplimiento, encaminadas a comprobar el
control interno de la compañía, ya que, si éste opera correctamente,
las transacciones y registros que el mismo genera deberán ser, en
principio, fiables.
7. Cuando realizamos pruebas de cumplimiento del sistema estamos,
en alguna medida, dando validez a una parte de los saldos finales y,
por tanto, aplicando pruebas sustantivas para validar los mismos.
Toda prueba de cumplimiento es, en alguna medida, prueba
sustantiva, y toda prueba sustantiva sirve en parte para verificar el
sistema de control interno.
Toda prueba tiene una doble finalidad: verificar el control interno y
validar los saldos que figuran con los estados financieros.
Cuando existe un control interno deficiente, tenemos que aplicar
pruebas sustantivas para corroborar que el control interno mínimo
esencial que es necesario en una compañía está en realidad
operando; en caso contrario deberíamos abstenernos de emitir una
opinión, por la incertidumbre existente sobre la fiabilidad de dichos
controles mínimos.
Estos programas son flexibles y se deben ir modificando o
adaptando a los resultados de las diferentes pruebas.
Es posible la colaboración entre auditores internos y externos. Si el
auditor interno realiza su trabajo con un cierto grado de calidad e
independencia, es posible que el auditor externo aproveche parte del
trabajo realizado por éste. Aunque el auditor externo deberá aplicar
ciertos procedimientos:
Lectura de los informes emitidos por el auditor interno.
Lectura de sus papeles de trabajo.
La coordinación de programas para evitar duplicidades.
Principales ventajas que este tipo de colaboración proporciona:
La reducción conjunta de esfuerzos.
El intercambio de conocimientos (el auditor externo posee
conocimientos de tipo general fruto de la diversidad de empresas
auditadas a lo largo del tiempo, y el auditor interno conoce más
profundamente la empresa auditada).
Para el auditor interno este tipo de colaboración puede resultar
también útil para reforzar su independencia (el auditor externo
puede dar apoyo a sus recomendaciones).
Pruebas sobre saldos finales de los estados financieros.
Tienen por objeto asegurarnos de que los importes monetarios de
los saldos son válidos.
Aunque de forma indirecta las pruebas de cumplimiento nos están
garantizando un cierto grado de validez, éstas no son suficientes,
siendo necesario aplicar pruebas sustantivas complementarias con
8. un alcance e intensidad inversamente proporcional al resultado de
las pruebas de cumplimiento.
Los programas de auditoría son orientativos y deberán adaptarse en
la práctica a las circunstancias específicas de cada empresa.
Todos los programas de auditoría se archivarán en el Archivo
Corriente.
Graciela González Vera