M2 - Nutrición en el paciente trasplantado (1).pdf
1. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 1
Curso de formación continuada
Cuidados de enfermería
en el paciente con
trasplante renal
MÓDULO N.º 2. Nutrición en el paciente trasplantado
Dra. Almudena Pérez Torres
Dietista-Nutricionista HUSCR
Sociedad Española de Enfermería Nefrológica
Calle de la Povedilla 13, bajo izq.
28009 Madrid
Tfno. 91 409 37 37/Fax. 91 504 09 77
www.seden.org
2. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 2
Contenido
1. Presentación y objetivos…….………………………………………………………………...3
2. Importancia de la nutrición en el paciente trasplantado…………………………………….3
2.1. Importancia de mantener un adecuado estado nutricional…………………………………..3
3. Alimentación equilibrada y saludable………………………………………………………..4
3.1. Guías alimentarias para la población Española (SENC, diciembre de 2016); la nueva
pirámide de la alimentación saludable ……………………………………………..……………5
3.1.1. Base de la pirámide ……………………………………………………………...…….5
3.1.2. Segundo nivel……………………………………………………………………...…….6
3.1.3. Alimentos de consumo ocasional……………………………………………………….13
4. Requerimientos nutricionales en el paciente trasplantado………………………………...13
5. Adaptación de la alimentación en el paciente trasplantado………………………………16
6. Problemas nutricionales frecuentes a lo largo del trasplante y tratamiento dietético…...18
6.1. Obesidad…………………………………………………………………………………....18
6.2. Dislipidemias………………………………………………………………………………...19
6.3. Diabetes mellitus…………………………………………………………………………….19
7. Conclusión…………………………………………………………………………………….20
8. Bibliografía……………………………………………………………………………………21
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
3. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 3
1. Presentación y objetivos
Este módulo tiene como objetivos conocer cuáles son las principales alteraciones nutricionales
que se producen durante el trasplante renal y su tratamiento dietético.
2. Importancia de la nutrición en el paciente
trasplantado
Una de las principales características nutricionales en el paciente trasplantado es la disminución de
las restricciones dietéticas a las que se ha encontrado sometido a lo largo del proceso de
enfermedad, sin embargo, el cuidado de la alimentación en este colectivo de pacientes sigue
estando presente. Un estado nutricional alterado se relaciona no solo con un aumento de la
enfermedad cardiovascular (ECV) (1), sino también con la pérdida de funcionalidad del injerto y un
mayor rechazo de este (2).
2.1. Importancia de mantener un adecuado estado nutricional
Diversos estudios ponen de manifiesto la presencia de desgaste proteico energético (DPE) y del
binomio malnutrición-inflamación en el paciente trasplantado (3,4). Dicha situación se caracteriza
por la disminución de la masa muscular, secundaria al hipercatabolismo producido en etapas
anteriores de la enfermedad, y al tratamiento farmacológico, así como a un aumento de la masa
grasa producido principalmente por la terapia con corticoesteroides y por malos hábitos
nutricionales arrastrados. La literatura existente relaciona esta situación de malnutrición con una
disminución de la función renal en el paciente trasplantado (2).
En este colectivo de pacientes también se ha encontrado que bajos niveles de albúmina, tanto
previos al trasplante como durante el primer año, se asocian con peores filtrados glomerulares a
largo plazo (5), y lo mismo ocurre con altos niveles de ghrelina (hormona anorexígena) (6).
En relación con la obesidad, alrededor del 34% de los pacientes presentan sobrepeso y un 25%
obesidad, cifras que se incrementan con el tiempo y se relacionan con la disminución de la función
renal (7,8) (Figura 1).
Figura 1. Relación entre estado nutricional y función renal en el paciente trasplantado. DM: diabetes mellitus;
DPE: desgaste proteico energético; OB: obesidad.
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4. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 4
A lo largo del trasplante se producen diversas alteraciones nutricionales a parte de las descritas,
como hiperlipidemia, hipertensión arterial y diabetes mellitus (DM), y otras menos frecuentes como
alteraciones en el metabolismo de calcio y vitamina D, hipomagnesemias, hipofosfatemias e
hiperpotasemias, que también serán susceptibles de tratamiento nutricional.
Debido a las alteraciones nutricionales que se producen durante el proceso de trasplante renal y a
que el mal estado nutricional se asocia a peores resultados en la supervivencia del injerto, diversos
estudios ponen de manifiesto la importancia de monitorizar el estado nutricional y de realizar
intervenciones dietéticas individualizadas en estos pacientes (9).
3. Alimentación equilibrada y saludable
El informe del Institute for Health Metrics, publicado en el año 2015, sitúa los valores elevados de
índice de masa corporal (IMC) en la población española como principal factor de riesgo atribuible
a la carga de padecer enfermedades no transmisibles, seguido de presiones arteriales elevadas y
la presencia de altos niveles de glucemia en ayunas, y en octavo lugar el sedentarismo. Dichos datos
nos recuerdan las principales complicaciones relacionadas con la nutrición en el paciente
trasplantado. A raíz de este informe se publicaron en el año 2016 las guías alimentarias para la
población española (SENC, diciembre de 2016); la nueva pirámide de alimentación saludable (10)
(Figura 2).
Figura 2. Nueva pirámide de alimentación.
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5. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 5
La evidencia científica muestra que la intervención nutricional basada en el cambio de hábitos y en
dotar al paciente de las herramientas dietéticas adecuadas según sus complicaciones obtiene
mejores resultados de adherencia y mejor calidad de vida que aplicar dietas restrictivas (11). Por
este motivo y porque gran parte de los problemas nutricionales en pacientes trasplantados se
encuentran en la población general, se resumirán los fundamentos de una alimentación saludable
que corresponderán a los pilares sobre los que se asienta la alimentación del paciente trasplantado.
3.1. Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre de
2016); la nueva pirámide de la alimentación saludable
La nueva pirámide de alimentación saludable se divide en 3 niveles, incluyéndose en la base
algunas consideraciones relacionadas con la alimentación saludable, como la actividad física,
el estado emocional y el equilibrio energético, que se verá en el apartado de requerimientos
nutricionales en el paciente trasplantado renal, y el resto de factores se trabajarán en los
diferentes módulos del presente curso.
3.1.1. Base de la pirámide
- Técnicas culinarias saludables
Las técnicas culinarias pueden afectar a la calidad nutricional del producto mediante la
pérdida de nutrientes o de sus características organolépticas.
Las técnicas más recomendadas son: vapor, ebullición, plancha, horno y salteado, ya que
permiten elaborar los alimentos con poca cantidad de grasa y mantener la mayoría de
nutrientes (vitaminas y minerales) al no cocinarse por encima de los 100 ºC.
- Ingesta hídrica adecuada
Cuando nos referirnos a la ingesta total de agua se incluye el agua de las bebidas, el agua
culinaria y la que forma parte de los alimentos.
Es importante destacar que, a diferencia de otros nutrientes, no existen hasta el momento
suficientes estudios sobre la cantidad de agua necesaria para evitar enfermedades o mejorar
el estado de salud. En la tabla 1 se muestran valores de referencia sobre la ingesta hídrica
según diferentes organismos.
Tabla 1. Ingesta adecuada de agua por grupos de edad y sexo según diferentes organismos
EFSA: European Food Safety Authority; IOM: Institute of Medicine; OMS: Organización Mundial de la Salud.
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6. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 6
Se recomienda como primera opción aguas minerales de manantial o de grifo de bajo
contenido salino; como segunda opción agua del grifo con mayor contenido salino, bebidas
refrescantes sin azúcar y acalóricas, y las infusiones o té sin azúcar, y de consumo ocasional los
zumos comerciales y bebidas refrescantes endulzadas con azúcar fructosa o similares.
3.1.2. Segundo nivel
En este segundo nivel se incluyen los diferentes grupos de alimentos, que se recomienda
consumir a diario en las cantidades adecuadas. En la tabla 2 se resumen los principales grupos
de alimentos con las raciones recomendadas para mantener un adecuado estado nutricional y
el equivalente alimentario de cada ración.
Tabla 2. Grupos de alimentos y raciones recomendadas
Adaptado de: INUTCAM, 2009 (11).
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7. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 7
- Cereales, patatas, leguminosas tiernas y otros
Este grupo de alimentos se caracteriza por su contenido en hidratos de carbono complejos. Se
recomienda consumirlos en forma de granos enteros, es decir, que tengan endospermo, germen
y salvado, por lo que es conveniente revisar la lista de ingredientes del etiquetado nutricional,
y que indiquen que están realizados con harina integral o con grano entero.
A este grupo pertenecen los derivados de cereales y de seudocereales como la quinoa, el
amaranto y el arroz salvaje. También se pueden considerar otros alimentos con elevado
contenido en hidratos de carbono complejos el boniato, la yuca, el ñame, las castañas y
algunas leguminosas frescas como los guisantes, las habas frescas y las pochas, entre otras.
También se caracteriza por presentar una elevada cantidad de fibra insoluble si se consume en
grano entero. Se recomienda su ingesta asociados a verduras y hortalizas. Se aconseja tomar
4-6 raciones de cereales al día. En las figuras 3 y 4 se muestran las raciones que corresponden
a este grupo de alimentos.
Figura 3. Raciones estándar de pan, pasta y arroz.
Fuente: SU.VI.MAX, 1994.
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8. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 8
Figura 4. Se muestra una ración de pasta cruda con medidas caseras y su correspondiente medida
cocida, por lo que se puede observar el efecto del cocinado de la pasta en el peso.
- Frutas
Se caracterizan por presentar hidratos de carbono simples en forma de fructosa, una elevada
concentración de agua y por ser ricas en folatos, vitamina C y carotenos. También contienen
fibra soluble, minerales y sustancias con alta capacidad antioxidante como polifenoles y
pigmentos.
Dentro de este grupo se incluyen frutos con elevado contenido lipídico como aguacate, coco o
las aceitunas.
Se recomienda consumir 3 o más piezas de fruta al día, preferentemente frescas. Los zumos de
frutas recién preparados solo podrán sustituir una de las piezas de fruta.
Figura 5. Equivalencia a una ración de fruta. Fuente: SU.VI.MAX, 1994.
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9. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 9
- Verduras y hortalizas
Las verduras y hortalizas son ricas en fibra soluble, vitaminas y minerales, presentan una
elevada cantidad de agua y destacan por su contenido en vitaminas como vitamina C,
carotenos y carotenoides, y por compuestos que potencian las defensas como los compuestos
azufrados.
Se recomienda consumir 2 raciones al día y una de las raciones crudas con variedad de color
para asegurar la variabilidad de vitaminas.
Las opciones más saludables son las verduras crudas, seguido de las ultracongeladas y en
conserva, teniendo en cuenta en estas últimas el contenido de sodio, por lo que se recomienda
realizar un ligero lavado previo a su consumo. En relación con las técnicas culinarias, las más
recomendadas para evitar pérdidas de nutrientes son vapor, horno y plancha.
- Aceite de oliva virgen extra
Es aconsejable utilizar aceite de oliva virgen extra de extracción en frío, preferiblemente del
año siguiente a su recolección.
Constituye la principal grasa de adición en la dieta española, su composición es
mayoritariamente ácidos grasos monoinsaturados (AGMI) y otros compuestos como esteroles,
terpenos, escualenos, con actividades biológicas para la salud como efectos positivos sobre la
salud cardiovascular. Su consumo se ha relacionado con la disminución de la incidencia de
enfermedades no transmisibles.
Se recomienda consumir de 3-6 raciones/día (Figura 6).
Figura 6. Equivalencia a una ración de aceite estándar.
Fuente: SU.VI.MAX, 1994.
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10. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 10
- Fuentes proteicas
En este apartado se incluyen los alimentos tanto de origen animal como vegetal ricos en
proteínas, y además proporcionan yodo, zinc, hierro y vitaminas como B12. También pueden
presentar ácidos grasos esenciales, como omega-3 en caso de frutos secos y pescados.
Es adecuado consumir 1-3 raciones diarias de alimentos de este grupo, alternando carnes
magras, pescados, huevos, legumbres y frutos secos.
- Carnes magras
Las carnes magras presentan un contenido graso menor al 10%, su consumo se asocia con
menor riesgo de hipertensión arterial y enfermedad cardiovascular (Tabla 3).
Tabla 3. Diferenciación de los distintos tipos de carne según su contenido en grasa
- Pescados y mariscos
Los pescados son ricos en proteínas de elevado valor biológico, minerales y oligoelementos
como yodo, selenio, zinc, o calcio en las especies que se consumen enteras. Algunas especies
como los pescados grasos y semigrasos también aportan vitaminas liposolubles y ácidos grasos
omega-3 (Tabla 4).
El consumo de este grupo de alimentos es de 2-3 veces/semana (Figura 7), y 1 de ellos es azul,
al relacionarse con menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Tabla 4. Clasificación de los pescados por contenido lipídico
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11. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 11
Figura 7. Equivalencia a una ración de carne o pescado.
Fuente: SU.VI.MAX, 1994.
- Legumbres
Las legumbres, aunque carentes de metionina, son una buena fuente proteica no asociada a
grasa saturada. Su composición es de un 20-30% de proteínas, 50-55% de hidratos de
carbono en forma de hidratos de carbono complejos y lípidos en un 2-5%, principalmente en
forma de ácidos grasos poliinsaturados. También destacan por su contenido en fibra, tanto
soluble como insoluble, y una elevada concentración de minerales y vitaminas, entre los que
destacan calcio, magnesio, hierro no hemo, potasio, vitamina K y del grupo B.
La sustitución de alguna ración de carne por legumbres podría tener un impacto positivo en la
ECV y control de peso, a parte del efecto positivo sobre la microbiota.
Se recomienda su consumo 2-3 veces a la semana (Figura 8). Para conseguir suplir la ausencia
del aminoácido metionina y realizar una proteína de alto valor biológico se aconseja
complementar con cereales de grano entero tipo arroz.
Figura 8. Equivalencia a una ración de legumbre cruda y cocida.
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12. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 12
- Frutos secos y semillas
Es uno de los principales grupos alimentarios de interés en la dieta mediterránea. Son fuente
de ácidos grasos insaturados, polifenoles, fitosteroles y micronutrientes, como folatos, vitamina
E y selenio. Su contenido en omega-6 y omega-9 se relaciona con un efecto protector ante el
desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Se recomienda un consumo de 25 g/día, especialmente nueces, almendras y avellanas, con
preferencia crudos o ligeramente tostados y sin azúcar, sal o grasa añadidos.
- Huevos
Los huevos presentan proteínas de alto valor biológico, con un contenido apreciable de EPA y
de DHA. También proporcionan cantidades apreciables de hierro, vitaminas B12, A, D y E.
Aunque tienen una elevada concentración de colesterol, poseen inhibidores de su absorción, por
lo que actualmente no se relaciona con un aumento de los valores de colesterol sanguíneo.
Se recomienda consumir hasta 3-5 huevos por semana, con la técnica culinaria apropiada.
- Leche y productos lácteos
En este grupo de incluye leche, queso y leche fermentada (yogur, kéfir). Se caracterizan por
ser fuente importante de calcio, proteínas de alto valor biológico, grasa, lactosa, vitaminas A,
D, B6 y B12, fósforo y potasio.
Se recomienda el consumo de lácteos de 2-4 raciones al día, priorizando las variedades bajas
en grasa y sin azúcares añadidos (Figura 9).
Figura 9. Grupo lácteo equivalente a una ración.
Fuente: Gómez Candela C et al., 2009.
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
13. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 13
3.1.3. Alimentos de consumo ocasional
En la parte superior de la pirámide se ubican alimentos y bebidas de consumo ocasional y
moderado al asociar su consumo con la obesidad, la hipertensión y la hiperlipidemia.
Tabla 5. Alimentos de consumo ocasional con sus características definitorias y ejemplos
concretos de alimentos
4. Requerimientos nutricionales en el paciente
trasplantado
Con la finalidad de individualizar el tratamiento dietético, se recomienda realizar una
valoración nutricional previa a la intervención (Figura 10).
Figura 10. Componentes de valoración nutricional completa en el paciente trasplantado.
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14. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 14
En la tabla 5 se resumen las recomendaciones nutricionales de los principales nutrientes a
considerar en el trasplante. Conviene destacar los siguientes puntos:
- El peso sobre el que se calculan los requerimientos es el peso real del paciente si este se
encuentra en el 85-115% del peso ideal para talla y edad, y si no es así se utilizará el
ajustado.
Peso ajustado = Peso ideal + ([peso actual – peso ideal]/4)
- Los requerimientos proteicos se ajustarán al estado nutricional del paciente, al
tratamiento farmacológico y a la presencia de proteinuria.
Se sabe que durante el período postrasplante inmediato existe un aumento del catabolismo
proteico debido a la cirugía, con un aumento de la depleción muscular, por lo que se
recomienda un incremento de la ingesta proteica, como muestra la tabla 5. Sin embargo, en el
postrasplante tardío no hay evidencia de los beneficios de la restricción proteica sobre la
funcionalidad del injerto y sí existe relación, como se ha mencionado anteriormente, con DPE.
Por lo que las recomendaciones proteicas son de 1,0 kg/peso/día y la incorporación de la
actividad física para mantener la funcionalidad del músculo.
- Se aconseja limitar el consumo de hidratos de carbono sencillos, glucosa o fructosa,
entre otros, a menos del 5% del contenido calórico total de la dieta, sin considerar la fructosa
presente en frutas y verduras. El motivo principal de esta recomendación se debe al elevado
riesgo cardiovascular presente en todo el proceso de enfermedad renal crónica, y en el caso
del paciente trasplantado se une la elevada incidencia de DM.
- A pesar de la elevada incidencia de hiperlipidemia en este colectivo, diversos estudios
reflejan una alta ingesta lipídica debida a ácidos grasos saturados. Las recomendaciones
actuales son disminuir su ingesta a menos del 7% de la ingesta calórica total y asegurar el
consumo de ácidos grasos esenciales debido a su relación con la mejoría del perfil lipídico
(12).
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
15. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 15
Tabla 5. Resumen de los requerimientos nutricionales en el paciente trasplantado
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
16. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 16
5. Adaptación de la alimentación en el paciente
trasplantado
Con la finalidad de conseguir un adecuado estado nutricional, es importante tener en cuenta
dos de los principios básicos de la alimentación:
1. Organización: este punto se refiere a la realización de 5-6 ingestas al día con la finalidad
de una mejor asimilación de los nutrientes para evitar situaciones de catabolismo muscular.
Es conveniente organizar las ingestas, intentando mantener un rango horario y respetando los
horarios de la medicación inmunosupresora. Con la finalidad de no llegar a tener hambre
fisiológica, se recomienda que las ingestas se realicen cada 2 h 30 min-3 h, y no pasar más de
4 h sin ingestas debido a que es el momento en que comienzan a aparecer las señales de
hambre a nivel fisiológico y se ponen en marcha los mecanismos de ayuno y adaptación a nivel
cerebral.
2. Estructura: este principio se basa en que cada comida contenga todos los nutrientes en la
proporción adecuada.
En la figura 11 se muestra una organización y estructura básica de ingestas que se irán
adaptando según indique la clínica y los hábitos del paciente.
Figura 11. Organización y estructura de ingestas.
Desayuno:
- Debido a la elevada incidencia de dislipidemia se recomienda el consumo de lácteos
desnatados y sin azúcares añadidos, ni trozos de fruta.
- La ingesta de cereales es recomendable que sea integral por el mayor contenido en fibra y
el efecto demostrado de esta, tanto sobre la saciedad como en estreñimiento y
dislipidemias.
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
17. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 17
Media mañana y merienda:
Las opciones más recomendables son:
- Lácteo + cereal.
- Lácteo + frutos secos.
- Lácteo + fruta.
- La fruta se recomienda consumirla pelada y que una de las piezas sea un cítrico para
asegurar los requerimientos de vitamina C.
- Los frutos secos más recomendados son avellanas, nueces y almendras al natural, sin azúcar
ni sal añadidos.
Comida y cena (Tabla 6):
Tabla 6. Ejemplos de menú de comida y cena, indicando el grupo de alimentos.
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
18. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 18
- Es conveniente realizar primer y segundo plato, pan y postre.
- Se recomienda el consumo de cereales integrales.
- En relación con las técnicas culinarias, limitar al máximo el consumo de fritos, rebozados o
preparados con elevada densidad calórica.
- Es aconsejable consumir carnes magras y pescados azules 2-3 veces por semana.
- Se recomienda consumir legumbres 2-3 veces por semana si se consumen como plato único
asegurar la complementariedad proteica añadiendo un cereal entero.
- Con la finalidad de mantener una adecuada microbiota, es aconsejable no solo asegurar la
ingesta de frutas, verduras y cereales integrales, sino también consumir probióticos como yogur o
kéfir sin azúcar añadido.
- Importante: la ingesta de pomelo está contraindicado por su interacción con la medicación
inmunosupresora.
- En cuanto al consumo de bebidas, se recomienda el agua como fuente de hidratación y
limitar al máximo el consumo de refrescos tanto azucarados como light por su elevado
contenido en fósforo.
- En relación a las infusiones, es conveniente ser precavido con la recomendación por su
desconocimiento científico sobre la función renal y el posible efecto en la inmunosupresión.
6. Problemas nutricionales frecuentes a lo largo del
trasplante y tratamiento dietético
Como se ha comentado anteriormente, los problemas nutricionales más frecuentes a lo largo del
trasplante renal son: la obesidad, la presencia de dislipidemias y la diabetes secundaria al
tratamiento farmacológico, por lo que es importante la prevención de esta serie de patologías
mediante una alimentación saludable y equilibrada, como se indica en el apartado anterior. Aun
así, si estas patologías se manifiestan, es necesario su tratamiento dietético.
6.1. Obesidad
La obesidad del paciente trasplantado se caracteriza por un aumento de los niveles de masa grasa
incluso mayor que en la población sana, y por una redistribución de la misma secundaria a los
tratamientos farmacológicos. Por este motivo, una de las principales herramientas terapéuticas que
deben considerarse es la práctica de actividad física (1,14).
En caso de presencia de sobrepeso y obesidad se recomienda el consumo de 25 kcal/kg/día,
comenzando a limitar los alimentos de consumo ocasional. Es importante recordar que es conveniente
no prohibir ningún alimento, debido a que su prohibición comportará un mayor deseo y consumo de
este.
Para conseguir llegar a un equilibrio energético que permita disminuir el peso corporal, es
aconsejable el conocimiento de los hábitos dietéticos del paciente y disminuir progresivamente el
consumo de raciones por grupos de alimentos dentro de lo que se considera normal. Por ejemplo, 4
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
19. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 19
raciones/día de cereales, 2 raciones de lácteos y 3 raciones de aceite. No olvidemos que los
cambios para ser mantenidos se recomienda que sean progresivos en el tiempo.
Otra de las herramientas a considerar es la recomendación de técnicas culinarias con poco
contenido graso como plancha, cocción en su jugo, horno, hervidos, incorporando al final el aceite.
6.2. Dislipidemias
La prevalencia de dislipidemias en el paciente trasplantado oscila del 16-60%. Como factores
desencadenantes se encuentran no solo el efecto metabólico de la inmunosupresión, sino también el
aumento de peso que se produce tras el trasplante. Los estudios informan de un aumento del 10%
en el primer año postrasplante, por lo que la primera medida a tener en cuenta es la disminución de
peso corporal (15).
Otro de los factores causante de las dislipemias es la elevada ingesta de grasas saturadas.
Alcanzar un patrón de alimentación saludable y posteriormente disminuir al máximo las fuentes de
grasa trans, y saturadas, serán las siguientes medidas a realizar (15).
- La disminución de grasas trans de la alimentación se lleva a cabo mediante la limitación de los
denominados alimentos de consumo ocasional, centrando la atención en grasas untables, bollería,
pastelería.
- En relación con la disminución, que no es eliminar, las fuentes de grasa saturada, es
conveniente consumir:
- Consumo de lácteos desnatados.
- Consumo de carnes blancas.
- Disminución de técnicas culinarias que sometan al aceite a elevadas temperaturas,
principalmente frituras.
Otras medidas a considerar son:
- Aumentar el consumo de fibra tomando productos integrales.
- Elevar la ingesta de AGE, como los omega-3, mediante la ingesta de pescado azul 2-3 veces por
semana, y de omega-6 consumiendo frutos secos frescos sin sal y sin azúcar añadido.
- Utilizar aceite de oliva por su contenido en omega-9 y AGMI.
6.3. Diabetes mellitus
La incidencia de DM en la población trasplantada es de un 10-20%, y se considera que es dosis
dependiente (16). Las principales medidas dietéticas para el manejo de la diabetes secundaria al
tratamiento farmacológico son:
- Realizar una apropiada organización de las ingestas, con unos horarios adecuados atendiendo a
la toma de medicación inmunosupresora. Se recomienda hacer ingestas cada 2,5-3 h y que no
pasen más de 4 h de ayuno diurno.
- Asegurar el aporte de hidratos de carbono complejos en las 3 comidas principales, desayuno,
comida y cena.
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
20. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 20
- Limitar el consumo de alimentos de consumo ocasional, con especial atención a productos
azucarados, bollería, pastelería, chuchería, azúcar o similares.
- Tanto en la comida como en la cena debe estar presente la verdura, en variedad cruda o cocida.
En la tabla 7 se muestran algunas complicaciones nutricionales en el trasplante, pero en menor
prevalencia de las expuestas anteriormente, con recomendaciones de tratamiento dietético.
Tabla 7. Complicaciones nutricionales manifestadas en el trasplante renal con su tratamiento dietético
7. Conclusión
No hay que olvidar que la alimentación del paciente trasplantado debe ser equilibrada y
saludable, que la prevención es la mejor herramienta a nuestro alcance para mantener la
funcionalidad del riñón trasplantado, y según va disminuyendo la función renal se recomienda ir
adaptando el tratamiento nutricional, y recordad:
1. Organización de las ingestas: realizar 5-6 ingestas al día.
2. Estructura adecuada del desayuno, comida, cena e ingestas intermedias (medias mañanas y
meriendas).
3. Cubrir las raciones de alimentos en cantidades adecuadas.
4. Limitar, nunca prohibir, los alimentos de consumo ocasional.
Curso de formación continuada: Cuidados de enfermería en el paciente con trasplante renal
21. Módulo Nº 2. Nutrición en el paciente trasplantado 21
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