El documento discute los desafíos de la salud y la alimentación con respecto a los organismos genéticamente modificados. Señala que la humanidad ha estado modificando el genoma de plantas y animales desde el Neolítico y que ahora tenemos la capacidad tecnológica de seleccionar cualquier variedad gracias a la ingeniería genética. Sin embargo, también debemos asumir la responsabilidad de proporcionar información fiable a todos y aplicar el principio de precaución de manera correcta al usar esta tecnología.