La persona se describe como una estudiante salvadoreña de 18 años que valora la espiritualidad, la aventura, la empatía y la familia. Considera importante mantener una convivencia pacífica con el medio ambiente y cree que el progreso solo existe para mejorar el bienestar de toda la sociedad. Busca contribuir al desarrollo de El Salvador a través de acciones que impacten positivamente al mundo. Valora la lealtad, la gratitud, la ternura, la productividad y la empatía.