La escuela tradicional del siglo XVII se enfocaba en el método y el orden. Enseñaba los ideales de la antigüedad en latín y consideraba a los jóvenes propensos a la tentación, por lo que los aislaba del mundo exterior. Hoy en día, la educación busca formar ciudadanos activos capaces de usar información para transformar la realidad, ejerciendo su libertad y criterio propio.