El documento discute cómo el acceso excesivo a información en Internet puede reducir la capacidad de concentración y análisis de los lectores. Al depender de Internet en lugar de practicar la lectura, nuestra atención se dispersa fácilmente y rechazamos el esfuerzo intelectual requerido. Además, nuestro cerebro tiene dificultades para retener conocimiento de manera estable debido a la gran cantidad de información disponible en línea.