La teoría de la personalidad de Maslow propone que las personas tienen necesidades innatas como las fisiológicas, de seguridad, de afecto y autoestima que deben satisfacerse para alcanzar la autorrealización. La autorrealización es un proceso continuo de desarrollo personal a través del autoconocimiento y la aceptación para expresar plenamente el potencial de cada uno. La terapia humanista busca crear una relación de confianza y empatía para facilitar este proceso de autorrealización del cliente a su propio ritmo.