Este documento clasifica las obligaciones en dos categorías: provisiones y pasivos contingentes. Las obligaciones que cumplen los criterios de reconocimiento se clasifican como provisiones, mientras que aquellas que no cumplen los criterios se clasifican como pasivos contingentes. La clasificación es importante porque solo las provisiones se reconocen en el estado financiero de la entidad. El documento también proporciona un ejemplo de una provisión donde existe incertidumbre sobre el monto y fecha de vencimiento de la obligación.