El Agroparque Esperanza es un proyecto ubicado a 45 minutos de Puebla que cultiva más de 65 mil árboles de manzana en 60 hectáreas. Produce vinos, mermeladas, destilados y otros productos de manzana para impulsar la economía local. Los visitantes pueden realizar un recorrido para observar todo el proceso de cultivo, cosecha, producción y envasado de los productos de manzana.

1. Nos fuimos a Puebla y tuvimos la suerte de encontrar el Agroparque Esperanza, un
proyecto que se ha dado a la tarea de impulsar la producción de manzana y
frambuesas para la creación de múltiples productos que ayudan a impulsar la
economía de este municipio que fue fundado en 1930.
Dónde: Camino a la puerta s/n Esperanza, Puebla CP 75560
Contacto: 01 245 455 02852 – planta@manzanitazacatlan.com
Horarios: Lun. a sáb., de 08:00 a 17:00
Cuánto cuesta: Recorrido $50 p/p
¿Sabías que las primeras semillas de manzana,
las trajeron los franciscanos?
Ubicado a tan sólo 45 minutos de Puebla, el Agroparque Esperanza nace en 2006
con el objetivo de aprovechar las 60 hectáreas que lo conforman, para el desarrollo de
más de 65 mil árboles de manzana, buscando cosechar más de dos millones de kilos
anualmente.
Tuvimos la oportunidad de ser parte de un recorrido completo, donde conforme
paseábamos por los campos, nos narraron todo sobre su método de trabajo. Nos
enteramos que la temporada de cultivo es de mayo a agosto y después, en tiempos
de cosecha obtienen hasta siete kilos de manzana por árbol.
En el Agroparque Esperanza, trabajan con tres tipos de manzana: la gala rayada, gala
roja y la agua nueva. De las cuales producen vinos, mermeladas, destilados, cremas,
tés y jugos infantiles.
Fuimos testigos de todo el proceso, desde ser seleccionadas, lavadas con
detergentes de cítricos que no se impregnen al fruto, secado con aire frío y caliente,
enceradas y clasificadas para su uso.
¿Sabías que de cada manzana, el 60% es jugo?
Para los licores, se utilizan pipones de hasta 25 mil litros de capacidad, donde el jugo
de la manzana es almacenado para la fermentación de un mes. Posteriormente pasan
por el añejamiento en barricas de un árbol que se llama acahuite, que son
humectadas constantemente para evitar filtraciones.
Y por fortuna también pudimos observar el envasado del refresco de manzanita,
que frío sabe exquisito. Fuimos parte de una cata de los diferentes licores y
recorrimos los dos museos que se encuentran en el Agroparque Esperanza: Museo
de la Sidra y el Ferrocarril.