El documento describe la creación de los libros de texto gratuitos en México en 1959 bajo la Secretaría de Educación Pública. Esto generó controversia entre padres, maestros y la iglesia que se oponían a que fueran obligatorios. A pesar de la oposición, la SEP declaró que los libros serían únicos y obligatorios en todas las escuelas primarias, estableciendo sanciones para quienes no los usaran. Esta decisión aseguró el control estatal sobre la educación en México.