El documento contrasta la distribución de la investigación y el gasto en la industria farmacéutica entre el primer y tercer mundo. Mientras que el 90% del gasto se dedica a enfermedades del primer mundo como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, solo el 10% se destina a investigar enfermedades del tercer mundo que afectan al 90% de la población mundial, como la malaria, el mal de Chagas y la enfermedad del sueño. Estas enfermedades del tercer mundo no son rentables para la industria farmac