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2.
Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. 2 Capítulo 11 n Corazón 349 • La CC es la variante más frecuente de cardiopatía, siendo responsable de más de 385.000 de- funciones al año. • En 2020, la cardiopatía será la causa más importante de muerte en todo el mundo. • Se calculaba que en 2013 más de 920.000 estadounidenses tendrían un infarto de miocar- dio; casi la mitad de ellos se produciría sin síntomas previos o sin signos de advertencia. • Anualmente fallecen en Estados Unidos 250.000 personas de muerte cardíaca súbita: 680 personas cada día del año. • La mitad de las víctimas de muerte cardíaca súbita son menores de 65 años. • Se calcula que 80 millones de estadounidenses padecen uno o más tipos de cardiopatía. • Aproximadamente 8,9 millones de estadounidenses padecen dolor torácico (angina). • Actualmente, cerca de 7,9 millones de estadounidenses están vivos tras haber sufrido un infarto de miocardio. • Cada año unos 935.000 estadounidenses padecen un infarto de miocardio; de ellos, unos 325.000 suceden en pacientes que ya habían tenido un infarto previo. • Los costes que acarrea la CC en Estados Unidos suponen cada año unos 108.900 millones de dólares, incluyendo los costes asistenciales, farmacológicos y de pérdida de productividad. Los factores de riesgo más importantes son la hipertensión arterial, la elevación de los valores de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y el tabaquismo. Aproximadamente la mitad (49%) de los estadounidenses tiene al menos uno de estos factores de riesgo, si bien hay otros cuadros médicos y estilos de vida que conllevan un aumento en el riesgo de padecer cardiopatía, entre los que están: • Diabetes. • Sobrepeso y obesidad. • Dietas inadecuadas. • Inactividad física. • Consumo excesivo de alcohol. Las cardiopatías contribuyen a casi el 38,5% de todas las defunciones, o a 1 de cada 2,6 fa- llecimientos. La cifra de fallecimientos por ECV es superior al número de muertes que provocan juntas las otras siete causas principales, incluido el cáncer. Desde 1900, la cardiopatía coronaria, el accidente cerebrovascular, la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva han sido cada año las principales causas de mortalidad en Estados Unidos, con la excepción de 1918, año en que hubo una pandemia mundial de gripe. El National Institutes of Health-National Heart, Lung, and Blood Institute calculó que en 2012 había 82.600.000 estadounidenses con una o más formas de enfermedad cardiovascular. En esta cifra se incluían 76,4 millones con hipertensión arterial, 16,3 millones con CC y 7 millones que habían sufrido un ictus. La CC es la principal causa de mortalidad en Estados Unidos y parece que el proceso patológico debuta pronto en la vida. Los estudios de autopsia realizados durante la guerra de Corea demos- traron que el 40% de todos los soldados estadounidenses que murieron con poco más de 20 años tenía una afección ateromatosa en una o más arterias coronarias. La CC también es la principal causa de mortalidad en las mujeres estadounidenses y los datos son los siguientes: • Los casos de cardiopatía en mujeres en Estados Unidos suponen cada año algo más del 50% del total, aunque algunas siguen pensando que se trata de una enfermedad de los hombres. • Cada año fallecen en todo el mundo 8,6 millones de mujeres por cardiopatía, lo cual supone un tercio del global de fallecimientos en las mujeres. • Del total de mujeres que padecen crisis cardíacas, el 42% fallece en el año siguiente, comparado con el 24% de varones. • Los infartos de miocardio en mujeres experimentados antes de los 50 años tienen el doble de probabilidades de acabar en muerte que en los varones. • Actualmente viven en Estados Unidos 8 millones de mujeres con una cardiopatía, de las que 35.000 tienen menos de 65 años. Cuatro millones padecen angina. • Cada año 435.000 mujeres en Estados Unidos padecen un infarto de miocardio, de las que 83.000 son menores de 65 años y 35.000 tienen menos de 55 años. • Cada año fallecen en Estados Unidos 267.000 mujeres por infarto de miocardio, seis veces más que la cifra de mujeres que muere por cáncer de mama. A diferencia de otros tipos de enfermedades cardíacas, la CC puede ser grave y comprometer el pronóstico vital pese a los resultados normales de la exploración física, la electrocardiografía y las radiografías torácicas. La buena noticia, sin embargo, es que desde 1994 a 2004 la tasa de mortalidad por CC disminuyó el 33%, tal vez gracias a un mejor control de la hipertensión, del colesterol y al abandono del tabaquismo. La hipertensión sistémica afecta a casi el 20% de la población estadounidense. Constituye un factor de riesgo importante para arteriopatía coronaria, y es también la causa principal de ERRNVPHGLFRVRUJ
3.
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 350 Sección 2 n La ciencia de la exploración física la insuficiencia cardíaca congestiva y de los accidentes cerebrovasculares. Ha quedado bien documentado que la incidencia de morbimortalidad es mayor entre los pacientes que tienen presiones sistólicas o diastólicas más altas. Desde la puesta en práctica de la antibioterapia, la incidencia de la cardiopatía reumática (CR) se ha reducido paulatinamente en los países más ricos. La incidencia global de la enfermedad causada por la fiebre reumática y la CR recae en la actualidad de un modo desproporcionado en niños y adultos jóvenes que viven en países con menor renta per cápita y es responsable de unas 233.000 defunciones al año. Se calcula que actualmente hay 15,6 millones de personas afectadas por CR, y un número significativo de ellos precisan ingresos hospitalarios repetidos y a menudo una cirugía cardíaca que no pueden costearse en los 5 a 20 años siguientes. Las zonas más afectadas son los países subsaharianos de África, de la zona sur y central de Asia y del Pacífico; las poblaciones indígenas de Australia y Nueva Zelanda también se afectan. Hasta un 1% de los niños en edad escolar en África, Asia, países del Mediterráneo Oriental y Latinoamérica muestran signos de la enfermedad. La endocarditis bacteriana sigue siendo un problema médico importante a pesar del amplio uso de antibióticos. El número creciente de casos está relacionado con el consumo de drogas por vía parenteral. A menudo no se sospecha que un paciente pueda tener endocarditis hasta que desarrolla secuelas graves. Además de producir lesión valvular, la bacteriemia persistente puede diseminarse al cerebro, miocardio, bazo, riñones y otras zonas del cuerpo. El promedio de la prevalencia de las cardiopatías congénitas es de 5 por cada 1.000 nacidos vivos. Si se incluyen otros trastornos cardiovasculares congénitos frecuentes, como la válvula aórtica bicús- pide y el prolapso de la válvula mitral, la prevalencia se aproxima a 1 por cada 100 nacidos vivos. Está claro que la magnitud de las enfermedades cardíacas es enorme, y el coste de la morbilidad y la mortalidad es directamente proporcional. Anatomía y fisiología La función principal del sistema cardiovascular es aportar nutrientes y eliminar metabolitos de todas las células del organismo. Este sistema de intercambio metabólico es producido por un sistema de suministro de alta presión, una zona de intercambio y un sistema de retorno de baja presión. El sistema de suministro de alta presión es el lado izquierdo del corazón y las arterias, mientras que el sistema de retorno de baja presión lo constituyen las venas y el lado derecho del corazón. La figura 11-1 ilustra la circulación de la sangre a través del corazón. Figura 11-1. Circulación de la sangre a través del corazón. ERRNVPHGLFRVRUJ
4.
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. 2 Capítulo 11 n Corazón 351 El corazón está envuelto por un pericardio delgado. La base de éste se adhiere al diafragma, y la parte superior está laxamente adherida a la porción superior del esternón. El pericardio vis- ceral es el epicardio, o capa más externa de células del corazón. El pericardio parietal es la capa externa. Entre estas dos superficies, una pequeña cantidad de líquido pericárdico proporciona una interfase lubricante para el corazón, que está en constante movimiento. El pericardio parietal está inervado por el nervio frénico, que contiene fibras para la transmisión del dolor. El pericardio visceral es insensible al dolor. La contracción sincrónica del corazón se debe a la conducción de impulsos generados por el nódulosinoauricular(SA)ypropagadosatravésdelsistemadeconducción.ElnóduloSAselocalizaen la unión de la vena cava superior y la aurícula derecha. El impulso SA se difunde desde su punto de origen en dirección concéntrica. Cuando llega al nodo auriculoventricular (AV), en el tabique interauricular cerca de la entrada del seno coronario, disminuye su velocidad. A continuación, el impulso es transmitido al tejido de conducción especializado que está constituido por las ramas derecha e izquierda del haz de His, que lo dirigen a las vías de conducción especializadas presentes en el ventrículo, las fibras de Purkinje. El impulso se difunde desde la superficie endocárdica hasta la epicárdica del corazón. La figura 11-2 ilustra estas vías de conducción. El corazón está ampliamente inervado por ramas del sistema nervioso autónomo. En los nódulos SA y AV hay fibras simpáticas y parasimpáticas. El músculo auricular también es inervado por estos dos tipos de fibras. El sistema nervioso simpático inerva principalmente la musculatura ventricular. Las fibras parasimpáticas viajan a través del vago, o décimo par craneal. Las fibras simpáticas descienden por la médula hasta la altura de T1 a T5, donde emergen a través de las raíces ven- trales para formar una sinapsis en los ganglios simpáticos dorsales y cervicales. Las fibras posgan- glionares discurren por los nervios cardíacos cervicales para unirse a las fibras parasimpáticas y formar el plexo cardíaco, que se localiza cerca del arco aórtico y la bifurcación de la tráquea. La figura 11-3 ilustra estas vías nerviosas. La estimulación simpática por la noradrenalina produce notables aumentos de la frecuencia cardíaca y la contractilidad. La estimulación parasimpática mediada por la acetilcolina ralentiza la frecuencia cardíaca y disminuye la contractilidad. Además, varios puntos receptores proporcionan información de la circulación al cen- tro cardiovascular bulbar en el tronco del encéfalo. Este centro tiene zonas cardioexcitadoras y otras cardioinhibidoras que regulan los impulsos nerviosos a las fibras simpáticas y parasimpáticas. Los receptores de distensión presentes en el arco aórtico y en el seno carotídeo monitorizan la presión arterial. Estos barorreceptores responden a una disminución de la presión arterial disminuyendo Figura 11-2. Vías de conducción del corazón. ERRNVPHGLFRVRUJ
5.
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 11 n Corazón 353 2 Figura 11-4. Topografía superficial del corazón. 5EIC-LMC, quinto espacio intercostal en la línea mesoclavicular. los ruidos que se escuchan en la zona están directamente producidos por la válvula de la cual se deriva su nombre. Las zonas normales son las siguientes: Aórtica: segundo espacio intercostal, borde esternal derecho (2EIC-BED). Pulmonar: segundo espacio intercostal, borde esternal izquierdo (2EIC-BEI). Tricúspide: borde esternal izquierdo inferior (BEII). Mitral: punta del corazón (5EIC-LMC). Además de estas cuatro zonas, el tercer espacio intercostal izquierdo, conocido como punto de Erb, suele ser la zona en que mejor se escuchan los ruidos pulmonares o aórticos. La figura 11-5 ilustra las cinco áreas. El segundo espacio intercostal a la derecha y a la izquierda del esternón se denomina base. Hay que recordar que la aurícula izquierda es la porción más posterior del corazón y cuando aumenta de tamaño se extiende en dirección posterior y hacia la derecha. El ciclo cardíaco Para comprender el ciclo cardíaco se debe analizar el movimiento de las válvulas y las presiones intracavitarias. Las interrelaciones del movimiento de las válvulas tienen una importancia decisiva y hay que entenderlas. Únicamente con el conocimiento de estos ciclos podrá el médico entender integralmente la exploración física cardíaca y los ruidos cardíacos. En la figura 11-6 se muestran los trazados de presión y los movimientos de las válvulas. En condiciones normales sólo se puede escuchar el cierre de las válvulas cardíacas. El cierre de las válvulas auriculoventriculares, tricúspide y mitral, produce el primer ruido cardíaco (S1). El cierre de las válvulas semilunares, aórtica y pulmonar, produce el segundo ruido cardíaco (S2). La apertura de las válvulas sólo se puede escuchar si están lesionadas. Cuando se estrecha una válvula auriculoventricular, estenosis valvular, puede escucharse la apertura de la válvula y es lo que se denomina chasquido de apertura. Si hay estenosis de una válvula semilunar, su apertura puede escucharse y se habla de un chasquido de eyección. Hay que señalar que en la figura 11-6, el término chasquido de apertura se refiere a la apertura de una válvula auriculoventricular con una lesión patológica que ocurre durante la diástole, y el término chasquido de eyección designa la apertura de una válvula semilunar lesionada durante la sístole. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 354 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Figura 11-5. Zonas de auscultación. La secuencia de la apertura y el cierre de las cuatro válvulas es la siguiente: VMc VTc VPa VAa VAc VPc VTa VMa donde VM = válvula mitral, VT = válvula tricúspide, VP = válvula pulmonar, VA = válvula aórtica, c = cierre y a = apertura. El componente mitral de S1 ocurre como resultado del cierre de la válvula mitral cuando la presión del ventrículo izquierdo aumenta por encima de la presión de la aurícula izquierda; se escribe M1. El componente tricúspide de S1 ocurre a consecuencia del cierre de la válvula tricúspide cuando aumenta la presión del ventrículo derecho por encima de la presión de la aurícula derecha; se escribe T1. El tiempo que transcurre entre el cierre de las válvulas auriculoventriculares y la apertura de las válvulas semilunares es el período de contracción isovolumétrica. Cuando la presión en el ventrículo derecho supera a la presión diastólica de la arteria pulmonar se abre la válvula pulmonar. Si hay estenosis de la válvula pulmonar, se escucha un chasquido de eyección pulmonar. Cuando la presión del ventrículo izquierdo supera la presión diastólica de la aorta, se abre la válvula aórtica. Si la válvula aórtica tiene estenosis, se escucha un chasquido de eyección aórtica. El tiempo que transcurre entre la apertura y el cierre de las válvulas semilunares es el período sistólico de eyección. El punto en el cual termina la eyección y se separan las curvas aórtica y del ventrículo izquierdo se denomina incisura o muesca dicrótica, y es simultánea al componente aórtico del S2, o cierre de la válvula aórtica; se escribe A2. La válvula pulmonar se cierra en el momento en que la presión del ventrículo derecho desciende por debajo de la presión diastólica pulmonar. Es el componente pulmonar del S2 y suele escribirse P2. El tiempo que transcurre entre el cierre de las válvulas semilunares y la apertura de las válvulas auriculoventriculares se denomina relajación isovolumétrica. La válvula tricúspide se abre cuando la presión de la aurícula derecha supera la presión del ventrículo derecho. Se puede escuchar un chasquido de apertura tricuspídea si hay estenosis de la válvula tricúspide. La válvula mitral se abre cuando la presión de la aurícula izquierda supera a la presión del ventrículo izquierdo. Si hay estenosis de la válvula mitral puede producirse un chasquido de apertura mitral. Con la apertura de las válvulas auriculoventriculares tiene lugar el período de llenado rápido de los ventrículos, durante el cual se produce cerca del 80% del llenado ventricular. Al final del período de llenado rápido se puede escuchar un tercer ruido cardíaco (S3), entre 120 y 170 ms después del S2. Este período coincide aproximadamente con el mismo tiempo que se tarda en decir «me too» (yo también). El «me» es el S2 y el «too» es el S3. Un S3 es normal en los niños y en los adultos jóvenes. Cuando ocurre en individuos mayores de 30 años es indicativo de una sobrecarga de volumen del ventrículo. Las lesiones valvulares que cursan con insuficiencia y la insuficiencia cardíaca congestiva pueden ser la causa. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 11 n Corazón 355 2 Figura 11-6. Ciclo cardíaco. CA, chasquido de apertura; CE, chasquido de eyección; S1 a S4, primero a cuarto ruidos cardíacos; VAa, apertura de la válvula aórtica; VMc, cierre de la válvula mitral; VPa, apertura de la válvula pulmonar; VTc, cierre de la válvula tricúspide. Al final de la diástole ocurre la contracción auricular y el 20% adicional del llenado ventricular. Se puede escuchar un cuarto ruido cardíaco (S4). El intervalo desde el S4 al S1 es más o menos el tiempo que se tarda en decir «medio». El «me» es el S4 y el «dio» es el S1. Obsérvese que el «me» es mucho más breve que el «dio», lo cual es muy similar a la cadencia S4-S1. Un S4 es normal en niños y en adultos jóvenes. Cuando ocurre en personas mayores de 30 años es indicativo de un ventrículo «rígido» o no distensible. La sobrecarga de presión en un ventrículo produce hipertrofia ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 356 Sección 2 n La ciencia de la exploración física concéntrica, lo cual hace que el ventrículo pierda su distensibilidad. Además, la CC es la principal causa de un ventrículo rígido. Dos recursos mnemotécnicos en inglés útiles para recordar la cadencia y la fisiopatología del tercer y el cuarto ruidos cardíacos son los siguientes: La presencia de un S3 o un S4 crea una cadencia que se parece al galope de un caballo. Por tanto, a estos ruidos se los denomina ruidos o ritmos de galope. El primer ruido cardíaco es más intenso en la punta del corazón. El desdoblamiento del primer ruido cardíaco puede escucharse en la zona tricúspide. El segundo ruido cardíaco es más intenso en la base. Los términos A2 y P2 indican los componentes aórtico y pulmonar de S2, respectivamente. En condiciones normales, A2 antecede a P2, lo que significa que la válvula aórtica se cierra an- tes que la válvula pulmonar. Con la inspiración disminuye la presión intratorácica, y esto hace que se atraiga más sangre desde la vena cava superior e inferior hacia las cavidades derechas del corazón. El ventrículo derecho aumenta de tamaño y la eyección de toda la sangre hacia la arteria pulmonar tarda más tiempo; por consiguiente, la válvula pulmonar se mantiene abierta durante más tiempo. P2 ocurre en un momento más tardío de la inspiración, y el desdoblamiento entre A2 y P2 se ensancha durante la inspiración en comparación con la espiración. Ésta es la causa del desdoblamientofisiológico de S2,que se esquematiza en lafigura 11-7. La sangre del ventrículo derecho es bombeada después hacia el lecho de gran capacidad pul- monar. Por tanto, disminuye el retorno de sangre desde los pulmones hasta el lado izquierdo del corazón y la aurícula y el ventrículoizquierdos disminuyen de tamaño. Los receptores auriculares desencadenan una taquicardia refleja que compensa la disminución del volumen del ventrículo izquierdo. Este incremento de la frecuencia cardíaca con la inspiración se denomina arritmia sinusal. Es un término erróneo, ya que en realidad no se trata de una arritmia, sino de una respuesta fisiológicanormal auna disminucióndel volumen del ventrículoizquierdodurantelainspiración. El pulso arterial El pulso arterial se produce por la eyección de sangre hacia la aorta. La configuración normal del pulso consta de un impulso suave y rápido que comienza unos 80 ms después del primer componente de S1. A veces, hay una muesca leve en la pulsación arterial hacia el final del período de eyección rápido. Es lo que se conoce como muesca anacrótica. El pico del pulso es suave y tiene forma de cúpula, y ocurre unos 100 ms después del inicio del pulso. El descenso desde el pico es menos pronunciado. Se produce gradualmente hacia la muesca dicrótica, lo que representa el cierre de la válvula aórtica. El contorno y el volumen del pulso arterial están determinados por varios factores, como son el volumen sistólico del ventrículo izquierdo, la velocidad de eyección, la distensibilidad relativa y la capacidad de las arterias, así como las ondas de presión que se generan por el flujo anterógrado de la sangre. La figura 11-8 ilustra el pulso arterial característico. Figura 11-7. Desdoblamiento fisiológico del segundo ruido cardíaco. Figura 11-8. Gráfico del pulso arterial. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. 2 Capítulo 11 n Corazón 357 Al transmitirse el pulso arterial a la periferia tienen lugar varios cambios. La onda ascendente inicial se hace más escarpada, el pico sistólico es más alto y la muesca anacrótica se vuelve menos evidente. Además, la muesca dicrótica se produce en una etapa más avanzada del pulso periférico, aproximadamente 300 ms después del inicio del pulso. La onda positiva que sigue a la muesca dicrótica se denomina onda dicrótica. La presencia de dos ondas es frecuente en el pulso arterial que antecede a la muesca dicrótica. La onda de percusión es la onda más precoz y se asocia a la velocidad del flujo en la arteria. La onda de percusión ocurre durante el pico de velocidad del flujo. La onda de corriente es la segunda onda y está relacionada con la presión en el vaso; ocurre durante el pico de presión sistólica. La onda de corriente suele ser más pequeña que la onda de percusión, pero puede estar aumentada en los pacientes hipertensos o en los ancianos. Presión arterial La presión arterial es la presión lateral que ejerce una columna de sangre contra las paredes de las arterias. Es el resultado del gasto cardíaco y la resistencia vascular periférica, y depende del volumen de sangre que se eyecta, de su velocidad, de la distensibilidad de la pared arterial, de la viscosidad de la sangre y de la presión intravascular después de la última eyección. La presión arterial sistólica es la presión máxima en las arterias. Está regulada por el volumen sistólico y por la distensibilidad de los vasos sanguíneos. La presión arterial diastólica es la pre- sión más baja presente en las arterias y depende de la resistencia periférica. La diferencia de las presiones sistólica y diastólica es la presión del pulso o diferencial. La presión sistólica en las piernas es 15-20 mmHg superior a la de los brazos, aun cuando el individuo esté acostado. Esto está rela- cionado en parte con la ley de Poiseuille, según la cual la resistencia total de los vasos conectados en paralelo es mayor que la resistencia de un solo vaso de gran tamaño. La presión arterial en la aorta es menor que la presión arterial en las arterias ramificadas de las extremidades inferiores. La presión arterial varía bastante según el grado de excitación del paciente, el grado de actividad, los hábitos de tabaquismo, el dolor, la distensión vesical y el tipo de alimentación. Normalmente se produce una disminución inspiratoria de la presión arterial sistólica de hasta 10 mmHg durante la respiración tranquila. Pulso venoso yugular El pulso venoso yugular proporciona información directa sobre las presiones del corazón derecho debido a que el sistema yugular está en continuidad directa con la aurícula derecha. Durante la diástole, al abrirse la válvula tricúspide, las venas yugulares también quedan en continuidad con el ventrículo derecho. Si no hay ninguna lesión estenótica de las válvulas pulmonar o mi- tral, el ventrículo derecho monitoriza indirectamente las presiones de la aurícula izquierda y del ventrículo izquierdo. Lacausa más frecuente deinsuficiencia cardíaca del lado derecho esla insuficienciacardíacadelladoizquierdo.El examendelasvenasdelcuellotambién proporciona información sobre el ritmo cardíaco. Es importante que se entienda la fisiología normal cuando se evalúa la pulsación de la vena yugular. La figura 11-9 muestra una amplificación de las curvas de presión auricular y ventricular que se pueden ver en la figura 11-6. La onda «a» del pulso venoso yugular está producida por la contracción de la aurícula dere- cha. Cuando se mide el tiempo de la onda «a» en el electrocardiograma, se observa que ocurre cuando han transcurrido unos 90 ms desde que ha comenzado la onda P. Este retraso tiene que ver con el tiempo que transcurre desde la estimulación eléctrica de las aurículas hasta la con- tracción auricular, y con la onda resultante que se propaga en el cuello. El seno «x» está causado por la relajación auricular, que ocurre inmediatamente antes de la contracción ventricular. Este desplome de la presión auricular derecha concluye con la onda «c». El incremento resultante de la presión auricular derecha está causado por el cierre de la válvula tricúspide, secundario a la contracción del ventrículo derecho. El descenso de los anillos valvulares auriculoventriculares, también conocido como descenso de la base del corazón, produce el siguiente cambio de la presión auricular derecha, denominado seno «x preparatorio». A medida que la pared libre del ventrículo derecho se aproxima al tabique durante la contracción, los anillos de la válvula auriculoven- tricular descienden hacia la punta al avanzar la contracción. Esto incrementa el tamaño de la aurícula y produce un descenso de su presión (de ahí el seno «x preparatorio»). Durante la sístole ventricular, la aurícula derecha comienza a llenarse de sangre que regresa por las venas cavas. Este incremento de la presión auricular derecha a consecuencia de su llenado produce la rama ascendente de la onda «v». Al final de la sístole ventricular, la presión ventricular derecha des- ciende rápidamente, y al descender por debajo de la presión auricular derecha se abre la válvula tricúspide. Este descenso de la presión auricular derecha produce el seno «y». ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 358 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Figura 11-9. Amplificación de las curvas de presión auricular y ventricular. Normalmente, en la exploración sólo se ven las ondas «a» y «v». Puesto que con frecuencia no se observa la onda «c», los senos «x» y «x preparatorio» se suman en un único seno «x». En ocasiones, la porción ulterior de la onda «c» puede estar agrandada por un artefacto de pulsación de la arteria carótida. La evaluación del pulso venoso yugular proporciona información sobre el grado de presión venosa y el tipo de trazado de la onda venosa. Éstos se describen más adelante en la sección so- bre el pulso venoso yugular. Repaso de síntomas específicos Los síntomas importantes de las enfermedades cardíacas son los siguientes: • Dolor torácico. • Palpitaciones. • Disnea. • Síncope. • Fatiga. • Edema postural. • Hemoptisis. • Cianosis. Dolortorácico El dolor torácico es probablemente el síntoma más importante de las cardiopatías. Sin embargo, no es patognomónico de las mismas. Es bien sabido que el dolor torácico puede deberse a tras- tornos pulmonares, intestinales, de la vesícula biliar y musculoesqueléticos. Hay que formular las siguientes preguntas a todo paciente que acude aquejado de dolor torácico: «¿Dónde siente el dolor?» «¿Desde hace cuánto tiempo siente el dolor?» «¿Tiene episodios recidivantes de dolor?» «¿Cuál es la duración del dolor?» «¿Con qué frecuencia le da el dolor?» «¿Qué hace para calmarlo?» «¿Qué es lo que agrava el dolor?, ¿respirar?, ¿acostarse?, ¿mover los brazos o el cuello?» «¿Cómo describiría el dolor?1 , ¿urente?, ¿opresivo?, ¿cómo un peso?, ¿sordo?, ¿fijo y constante?, ¿pulsátil?, ¿lancinante?, ¿agudo?, ¿constrictivo?, ¿punzante?» 1 En general, lo mejor es dejar que el paciente describa las características del dolor. Estas descripciones las menciona el examinador únicamente cuando el paciente es incapaz de caracterizar el dolor. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. 2 Capítulo 11 n Corazón 359 «¿Se presenta el dolor en reposo?, ¿con el ejercicio?,¿después de comer?, ¿al mover los brazos?,¿con las tensiones emocionales?, ¿mientras duerme?, ¿durante las relaciones sexuales?» «¿Se acompaña de disnea?, ¿palpitaciones?, ¿náuseas o vómitos?, ¿tos?, ¿fiebre?, ¿expectoración de sangre?, ¿dolor en la pierna?» La angina de pecho es el verdadero síntoma de la CC, y suele ser consecuencia de la hipoxia del miocardio como resultado de un desequilibrio entre la irrigación coronaria y la demanda miocárdica. En la tabla 11-1 se enumeran las características que distinguen la angina de pecho de los otros tipos de dolor torácico. Es frecuente que un paciente describa la angina de pecho colocando el puño sobre su es- ternón. Este signo patognomónico de la angina de pecho suele designarse como signo de Levine. La figura 11-10 muestra este lenguaje corporal. Cuando el dolor torácico está relacionado con una causa cardíaca, las más frecuentes son la aterosclerosis coronaria y la valvulopatía aórtica. En la tabla 11-2 se enumeran algunas causas frecuentes de dolor torácico. Tabla 11-1. Características del dolor torácico* Características Angina de pecho No angina de pecho Localización Retroesternal, difusa Inframamaria izquierda, localizado Irradiación Brazo izquierdo, mandíbula, espalda Brazo derecho Descripción «Sordo», «constante», «opresivo», «compresivo», «aplastante» «Agudo», «fulgurante», «cortante» Intensidad Leve a intenso Lancinante Duración Minutos Segundos, horas, días Factores desencadenantes Esfuerzo, emociones, comidas, frío Respiración, postura, movimientos Factores que lo alivian Reposo, nitroglicerina Inespecífico *La angina de pecho y otros dolores del tórax pueden manifestarse de diversas formas. Las características aquí enunciadas son las manifestaciones frecuentes. Sin embargo, esta lista no es exhaustiva y sólo se debe utilizar como guía. Figura 11-10. Signo de Levine. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 360 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Tabla 11-2. Causas frecuentes de dolor torácico Órgano o sistema Causa Corazón Arteriopatía coronaria Valvulopatíaaórtica Hipertensión pulmonar Prolapso de la válvula mitral Pericarditis Estenosis subaórtica hipertrófica idiopática Vascular Disección de aorta Pulmones Embolia pulmonar Neumonía Pleuritis Neumotórax Musculoesquelético Costocondritis* Artritis Espasmo muscular Tumor óseo Nervioso Herpes zóster† Digestivo Úlcera péptica Enfermedadintestinal Hernia de hiato Pancreatitis Colecistitis Emociones Ansiedad Depresión *Síndrome de Tietze, que es una inflamación de los cartílagos costales. † Herpes zóster, que es una invasión viral de los nervios periféricos con una distribución dermatómica. Palpitaciones Las palpitaciones son las sensaciones desagradables en el tórax que se asocian a diversas arritmias. Los pacientes pueden describir las palpitaciones como «aleteos», «latidos omitidos», «dolor pulsátil», «saltos», «paradas» o «irregularidad». Hay que determinar si el individuo ha tenido episodios similares y qué hizo para poner fin a los mismos. Las palpitaciones son frecuentes, y no indican necesariamente una cardiopatía grave. Cualquier trastorno en el que hay un aumento del volumen sistólico, como en la insuficiencia aórtica, puede asociarse a una sensación de «con- tracción forzada». Cuando el paciente se queja de palpitaciones, hay que formular las siguientes preguntas: «¿Hace cuánto tiempo que tiene palpitaciones?» «¿Tiene crisis repetidas?» En caso afirmativo: «¿Con qué frecuencia se presentan?» «¿Cuándo comenzó la crisis actual?» «¿Cuánto tiempo duró?» «¿Cómo se sintió?» «¿Acabó con alguna maniobra o posición?» «¿Se detuvo de forma brusca?» «¿Pudo contar su pulso durante la crisis?» «¿Puede percutir sobre la mesa cómo era el ritmo?» «¿Ha notado palpitaciones después de un ejercicio vigoroso?, ¿con el esfuerzo?, ¿mientras se acos- taba del lado izquierdo?, ¿después de una comida?, ¿cuándo ha estado cansado?» «¿Durante las palpitaciones, ¿alguna vez se ha desmayado?, ¿ha tenido dolor en el pecho?» «¿Tuvo también rubor, dolor de cabeza o sudó junto con las palpitaciones?2 » «¿Ha notado alguna intolerancia al calor?, ¿al frío?» ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 364 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Tabla 11-5. Causas frecuentes de síncope Órgano, sistema o trastorno Causas Corazón Disminución del flujo sanguíneo cerebral a consecuencia de trastornos del ritmo cardíaco Obstrucción del infundíbulo ventricular izquierdo Metabólico Hipoglucemia Hiperventilación Hipoxia Psiquiátricos Histeria Neurológicos Epilepsia Enfermedad cerebrovascular Hipotensión ortostática Hipovolemia Fármacos antidepresivos Fármacos antihipertensivos Vasovagal Vasodepresión Micción Reflejo visceral (vasodepresor) Tos Enfermedades pulmonares crónicas Seno carotídeo Respuesta vasodepresora a la sensibilidad del seno carotídeo Edema postural El edema de las piernas, una forma de edema postural, es una molestia frecuente. Hay que formularles las siguientes preguntas: «¿Cuándo se notó por primera vez el edema?» «¿Se hinchan las dos piernas por igual?» «¿Apareció el edema de forma repentina?» «¿Se agrava el edema en algún momento del día?» «¿Desaparece después del sueño nocturno?» «¿Se reduce el edema al elevar los pies?» «¿Qué tipo de medicamentos está tomando?» «¿Tiene antecedentes de alguna enfermedad de los riñones, el corazón o el hígado?» «¿Siente que le falta el aire?» En caso afirmativo: «¿Qué aparece primero, el edema o la falta de aire?» «¿Siente dolor en las piernas?» «¿Tiene alguna úlcera en las piernas?» Si el paciente es una mujer, se le formulan las siguientes preguntas: «¿Está tomando anticonceptivos orales?» «Está relacionado el edema con cambios de la menstruación?» El paciente con insuficiencia cardíaca congestiva tiene edema simétrico de las extremidades inferiores que se agrava conforme avanza el día. Es menos intenso por la mañana si ha dormido con las piernas elevadas sobre la cama. Si también se queja de disnea, es útil determinar qué síntoma apareció primero. En los pacientes con disnea y edema secundarios a causas cardíacas, la disnea suele anteceder al edema. Los pacientes encamados pueden tener edema postural en la región sacra. Hemoptisis En el capítulo 10, Tórax, se describe la hemoptisis. Además de las causas pulmonares, la estenosis mitral es una causa importante de hemoptisis. El desgarro de las venas bronquiales, que en la estenosis mitral están sometidas a una elevada presión retrógrada, produce hemoptisis. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 11 n Corazón 365 2 Figura 11-11. Cianosis diferencial de las extremidades: conducto arterioso persistente. Cianosis En el capítulo 10, Tórax, se describe también la cianosis. En ese capítulo se señalan las preguntas importantes relacionadas con este signo. En algunas ocasiones la cianosis se presenta sólo en las extremidades inferiores. Es lo que se denomina cianosis diferencial. Está relacionada con un cortocircuito derecha-izquierda a través de un conducto arterioso persistente (CAP). En el cortocircuito derecha-izquierda secundario a hipertensión pulmonar, la sangre de la arteria pulmonar cruza el CAP, el cual se localiza por debajo de la altura de las arterias carótida y subclavia izquierda; la sangre desoxigenada es bombeada de manera exclusiva a las extremidades inferiores y produce cianosis sólo en esa zona. Parte de la sangre llega a los pulmones para su oxigenación y finalmente es bombeada a través de la aorta para producir una piel de color normal en la extremidad superior. El paciente cuyos pies se pueden ver en la figura 11-11 es un inmigrante de 30 años que fue examinado en Estados Unidos porque presentaba cianosis. Hasta los 20 años había tenido un «color amoratado» en las extremidades inferiores y un color relativamente normal en las supe- riores. Durante los 10 años siguientes se produjo un oscurecimiento gradual de sus extremidades superiores. Obsérvese la intensa cianosis de las extremidades y los lechos ungueales de los dedos de las manos y los pies. El paciente tenía un CAP con hipertensión pulmonar intensa. Influencia de las cardiopatías en el paciente Los pacientes con enfermedades cardíacas están muy asustados. Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad cardíaca se produce una serie de reacciones, como temor, depresión y ansiedad. Los enfermos que estaban absolutamente asintomáticos hasta su episodio de «muerte súbita» a consecuencia de una obstrucción coronaria están asustados. La primera vez pudieron ser re- animados; ¿les volverá a ocurrir otro episodio?, ¿cuándo? Durante su recuperación en el hospital tienen miedo de salir de la unidad de cuidados intensivos porque «nadie los vigilará». Cuando reciben el alta hospitalaria están muy ansiosos. Aunque desean volver a su casa se preguntan: «¿Qué pasará si me da el dolor en el pecho cuando estoy en casa?, ¿quién me proporcionará asistencia médica?». Atraviesan un período de depresión cuando reconocen por lo que han pasado. Después de la convalecencia tienen miedo ante las situaciones diarias que puedan provocar otra crisis. ¿Pueden volver a las «prisas» cotidianas en el trabajo?, ¿es seguro mantener relaciones sexuales? Pese a la tranquilización apropiada por parte del médico, su grado de ansiedad permanece alto. Muchas personas con cardiopatía que han presenciado un paro cardíaco mortal en otro paciente en su habitación del hospital se niegan a admitir lo estresante que realmente fue ese acontecimiento. Los pacientes comentan sin reparos la eficiencia del equipo médico ante el paro cardíaco del otro paciente o se quejan del ruido que les impidió dormir. Se niegan aidentificarse con el paciente fallecido. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 366 Sección 2 n La ciencia de la exploración física El cardiópata que va a ser pronto sometido a una intervención quirúrgica tiene los mismos temores que todos los pacientes quirúrgicos; en el capítulo 2, Reacciones del paciente, se des- criben estos temores. Sin embargo, los procedimientos quirúrgicos en el cardiópata afectan al «núcleo» del cuerpo. Un médico cuidadoso debe explicar con detenimiento las características del problema y el abordaje quirúrgico. Antes del procedimiento, el médico ha de permitir al paciente, sobre todo a la familia, visitar la unidad de cuidados intensivos en la que el paciente deberá permanecer durante unos días después de la operación. Se debe tranquilizar a los pacientes afirmándoles que se hará todo lo posible para ayudarlos. Son esenciales su valor y determinación y el apoyo del médico. Exploración física El equipo necesario para la exploración del corazón es un fonendoscopio, una linterna y una torunda. La exploración física del corazón incluye lo siguiente: • Inspección del paciente. • Evaluación de la presión arterial. • Evaluación del pulso arterial. • Evaluación del pulso venoso yugular. • Percusión del corazón. • Palpación del corazón. • Auscultación cardíaca. • Exploración para la evaluación del edema postural. El paciente debe estar en posición de decúbito supino y el médico debe colocarse a la derecha de la cama. Se puede elevar un poco la cabecera de la cama si el enfermo se siente más cómodo en esta posición. Inspección Evaluación del aspecto general La exploración general del paciente aporta claves con respecto al diagnóstico cardíaco. ¿Presenta el paciente dificultad aguda?, ¿cómo es su respiración?, ¿es forzada?, ¿utiliza los músculos accesorios? Examen de la piel La piel puede revelar muchos cambios asociados a enfermedades cardíacas. Hay que examinar su color. ¿Presenta cianosis? En caso afirmativo, ¿parece central o periférica?, ¿hay palidez? La temperatura de la piel puede reflejar una enfermedad cardíaca. La anemia grave, el beriberi y la tirotoxicosis tienden a entibiar la piel; la claudicación intermitente se asocia a frialdad de la extremidad inferior en comparación con la extremidad superior. ¿Se observan xantomas? Los xantomas tendinosos son masas levemente amarillentas, duras como la piedra, que suelen encontrarse en los tendones extensores de los dedos de las manos y son patognomónicos de hipercolesterolemia familiar. El tendón de Aquiles y los tendones plantares también son lugares frecuentes de xantomas tendinosos. En la figura 11-12 se pueden ver xantomas en las superficies extensoras de los dedos de un paciente con una concentración sérica total de colesterol superior a 450 mg/dl6 . La figura 11-13 muestra múltiples xantomas tuberosos de la mano de otro paciente que padecía cirrosis biliar primaria y concentraciones de colesterol extremadamente elevadas. La cirrosis biliar primaria es una enfermedad hepática infrecuente, progresiva y a menudo mortal que ocurre sobre todo en mujeres. El prurito es un síntoma frecuente. Casi un 15-20% de los pacientes afectados tienen xantomas y éstos suelen aparecer en las palmas, las plantas, las rodillas, los codos y las manos. El colesterol sérico, por lo general las lipoproteínas de baja densidad, suele alcanzar cifras de hasta 1.000-1.500 mg/dl. Se detectan anticuerpos antimitocondriales en casi el 90% de los pacientes. Los xantomas eruptivos se observan en varios trastornos familiares del metabolismo de los lípidos, específicamente las hiperlipidemias de tipos I y IV. Las zonas más afectadas son el tórax, las nalgas, el abdomen, la espalda, la cara y los brazos. En la figura 11-14 se pueden 6 La concentración de colesterol deseable para un adulto normalmente es menor de 200 mg/dl. En pacientes con arteriopatía coronaria la cifra deseable es menor de 170 mg/dl. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 11 n Corazón 367 2 Figura 11-12. Xantomas tendinosos. Figura 11-13. Múltiples xantomas tuberosos de la mano. Figura 11-14. Xantomas eruptivos en el abdomen. ver xantomas eruptivos en el abdomen de un paciente con diabetes mellitus no controlada e hipertrigliceridemia. La figura 11-15 muestra xantomas eruptivos en la cara de un paciente. Se deben a elevaciones de las concentraciones plasmáticas de triglicéridos, por lo general a concen- traciones superiores a 1.500 mg/dl7 . Estas lesiones aparecieron en este paciente después de haber consumido una gran cantidad de alcohol; sus concentraciones séricas de triglicéridos superaron los 2.000 mg/dl. Las lesiones, que a menudo se detectan en el abdomen, las nalgas, los codos, las rodillas y la espalda, son pequeñas pápulas amarillentas (de 1 a 3 mm de diámetro) sobre una base eritematosa. Cuando disminuyen las concentraciones de triglicéridos, las lesiones pueden resolverse. ¿Hay exantema? Un eritema marginal (eritema en el que las zonas eritematosas tienen forma de disco con bordes elevados) en un paciente febril es indicativo de una fiebre reumática aguda. ¿Tiene el paciente alguna lesión dolorosa en los dedos de las manos o de los pies? Los nódulos de Osler son lesiones dolorosas que se presentan en los extremos de los dedos de las manos y los pies en los pacientes con endocarditis infecciosa. Son evanescentes y se dice que se presentan en el 10-25% de los individuos con endocarditis infecciosa. Examen de las uñas A menudo, las hemorragias lineales subungueales se ven como pequeñas líneas de color pardo-rojizo en el lecho ungueal. Estas hemorragias siguen un trayecto desde el borde libre en la porción 7 La concentración deseable de triglicéridos para un adulto normal es menor de 150 mg/dl. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 368 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Figura 11-15. Xantomas eruptivos en la cara. Figura 11-16. Hemorragiaslineales. proximal y suelen asociarse a la endocarditis infecciosa. Sin embargo, este signo es inespecífico debido a que se observa en muchos otros trastornos, incluso en caso de un traumatismo local de la uña. En la figura 11-16 se puede ver una uña con hemorragias lineales subungueales en un paciente con endocarditis. Examen de la cara Las anomalías cardíacas pueden asociarse a peculiaridades de la cara y la cabeza. La estenosis aórtica supravalvular es un problema congénito que se presenta asociado a hipertelorismo ocular, estrabismo, orejas de implantación baja, nariz respingada e hipoplasia de la mandíbula. La cara de luna y el hipertelorismo ocular son sugestivos de estenosis pulmonar. La facies inexpresiva con párpados hinchados y pérdida del tercio externo de la ceja se presenta en el hipotiroidismo. Las personas afectadas pueden tener una miocardiopatía. El pliegue en el lóbulo de la oreja, o signo de Lichtstein, es un pliegue oblicuo, a menudo bilateral, que suele presentarse en pacientes mayores de 50 años con una CC importante. En la figura 11-17 se puede ver este signo. Aunque es útil, existen demasiados falsos positivos y falsos negativos para que este signo sea fiable. Examen de los ojos Las placas amarillentas en los párpados, llamadas xantelasmas, pueden indicar una hiperlipo- proteinemia subyacente, aun cuando esta lesión sea menos específica que el xantoma. En la figura 11-18 se muestra el xantelasma en un paciente con hipercolesterolemia. La exploración de los ojos puede revelar un arco senil. Un arco senil (v. figs. 7-57 y 7-58) en un paciente menor de 40 años puede ser sugestivo de hipercolesterolemia. Las opacidades corneales son signo de sarcoidosis, la cual puede ser la causa de un cor pulmonale o de afectación del miocar- dio. A menudo se observa desplazamiento del cristalino en los sujetos con síndrome de Marfan, una causa importante de insuficiencia aórtica (v. fig. 7-74). Las hemorragias de la conjuntiva suelen verse con frecuencia en la endocarditis infecciosa. El hipertelorismo se asocia a menudo a una cardiopatía congénita, sobre todo estenosis pulmonar y estenosis aórtica supravalvular. La evaluación de la retina puede aportar información útil con respecto a la diabetes (v. figs. 7-93 a 7-105), la hipertensión (v. figs. 7-84 y 7-106 a 7-110) y la aterosclerosis. Las manchas de Roth pueden aparecer en pacientes con endocarditis infecciosa (v. fig. 7-114). Examen de la boca Se le pide al paciente que abra la boca todo lo que pueda. Se examina el paladar. ¿Tiene un arco alto? Un paladar muy arqueado puede asociarse a problemas cardíacos congénitos, como un prolapso de la válvula mitral. ¿Hay petequias en el paladar? La endocarditis infecciosa suele asociarse a petequias en el paladar, como se puede ver en la figura 11-19. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Figura 11-17. Pliegues del pabellón de la oreja. Capítulo 11 n Corazón 369 2 Figura 11-18. Xantelasma. Figura 11-19. Petequias en el paladar. Examen del cuello La exploración del cuello puede revelar la presencia de membranas. Éstas se observan en indi- viduos con síndrome de Turner8 , quienes pueden tener coartación de la aorta, así como en los pacientes con el síndrome de Noonan9 . La estenosis pulmonar es la anomalía cardíaca asociada a este trastorno. Examen de la configuración del tórax El examen del tórax suele revelar información sobre el corazón. Puesto que el tórax y el corazón se desarrollan más o menos al mismo tiempo durante la embriogénesis, no es de sorprender que todo factor que interfiera en el desarrollo del tórax pueda hacerlo en el del corazón. Un tórax en 8 Talla baja, retraso del desarrollo sexual y pterigium colli en una mujer con anomalías de los cromosomas sexuales(45, XO). 9 Síndrome de Turner masculino (46, XY). ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 370 Sección 2 n La ciencia de la exploración física embudo (pectus excavatum) o excavado se observa en el síndrome de Marfan y en el prolapso de la válvula mitral (v. fig. 10-7). El síndrome de Marfan (v. fig. 10-8) también se asocia a un tórax en quilla (pectus carinatum). Examinar si hay algún movimiento cardíaco visible. Examen de las extremidades Algunas anomalías congénitas del corazón se acompañan de alteraciones de las extremidades. Los pacientes con comunicaciones interauriculares pueden tener una falange adicional o un dedo de la mano o del pie extranumerario. Los dedos largos y delgados pueden ser indicativos de un síndrome de Marfan y de insuficiencia aórtica. La talla baja, un codo valgo y la des- viación interna del antebrazo en extensión son característicos en los pacientes con síndrome de Turner. Valoración de la presión arterial Fundamentos La presión arterial puede medirse directamente con un catéter intraarterial, o de manera indirecta con un esfigmomanómetro. Éste consiste en una bolsa de caucho inflable envuelta con una cubierta de tela, una perilla de caucho para inflar la bolsa y un manómetro para medir la presión en la bolsa. La medición indirecta de la presión arterial implica la detección auscultatoria de la apari- ción y desaparición de los ruidos de Korotkoff sobre la arteria comprimida. Los ruidos de Korotkoff son ruidos de tono grave que se originan en el vaso y que están relacionados con la turbulencia producida por la obstrucción parcial de una arteria por el manguito del esfigmomanómetro. Al descender la presión oclusiva se suceden varias fases. La fase 1 se produce cuando la presión oclusiva desciende hasta la presión arterial sistólica. Los ruidos percutores son claros y aumentan gradualmente de intensidad a medida que desciende la presión de oclusión. La fase 2 tiene lugar a una presión de aproximadamente 10-15 mmHg menor que en la fase 1 y consiste en ruidos percutores seguidos de soplos10 . La fase 3 ocurre cuando la presión oclusiva desciende lo suficiente para permitir que una gran cantidad de volumen pase por la arteria parcialmente ocluida. Los ruidos son similares a los de la fase 2, excepto que únicamente se escuchan los ruidos percutores. La fase 4 es el apagamiento brusco y la disminución de la intensidad de los ruidos al aproximarse la presión a la presión arterial diastólica. La fase 5 es la desaparición completa de los ruidos. El vaso ya no está com- primido por el manguito oclusivo. Ya no hay ningún flujo turbulento. La presión sistólica normal de los adultos asciende hasta 120 mmHg, y la diastólica hasta 80 mmHg. La presión arterial limítrofe (prehipertensiva) oscila entre valores de 120 a 139 mmHg para la presión arterial sistólica y de 80 a 89 para la diastólica. Para clasificar el valor de presión arterial debe usarse la categoría más alta de cada uno de los componentes. Para hacer la lectura de la presión arterial diastólica, el punto de desaparición de los ruidos de Korotkoff es probablemente más exacto que el punto de apagamiento. Sin embargo, si el punto de desaparición ocurre a 10 mmHg por debajo del punto de apagamiento, probablemente este último es más exacto. El registro de los puntos de apagamiento y desaparición a menudo ayuda a la documentación. La presión arterial se puede registrar como 125/75-65: donde 125 corresponde a la presión sistólica, 75 al punto de apagamiento y 65 al punto de desaparición (la presión diastólica). Categorías de los valores de presión arterial en adultos (en mmHg): Categoría Sistólica Diastólica Normal Menos de 120 y Menos de 80 Prehipertensión 120-139 o 80-89 Presión arterial alta Estadio 1 140-159 o 90-99 Estadio 2 160 o mayor o 100 o mayor Los intervalos en la tabla se aplican a la mayoría de los adultos (de 18 años o más) sin una enfermedad grave a corto plazo. 10 Un soplo es un signo auscultatorio soplante producido por turbulencia en el flujo sanguíneo. Estas vibraciones pueden originarse en los vasos sanguíneos como consecuencia de cambios hemodinámicos. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 11 n Corazón 371 Se debe registrar la presión arterial únicamente hasta los 5 mmHg más cercanos, ya que todos los esfigmomanómetros tienen un límite de precisión de ±3 mmHg. Además, los cambios de la presión arterial normal se producen de un momento a otro, y una medición a menos de 5 mmHg proporciona un falso sentido de exactitud. Hay que reconocer dos tipos de hipertensión. La hipertensión de la bata blanca es un fenómeno frecuente (aproximadamente 15-20% de todos los estadios 1 hipertensivos) en la que la presión arterial del paciente es mayor en la consulta del médico que si se mide en su casa o en el trabajo. Estos pacientes tienen un riesgo cardiovascular bajo. Por el contrario, la hipertensión enmascarada es más grave, ya que los individuos tienen presiones arteriales normales en la institución médica, pero en realidad tienen presiones más altas todo el día, lo que sugiere un riesgo elevado de ECV. Se calcula que el 10% de la población general padece hipertensión enmascarada. El tamaño del manguito es importante para determinar de manera exacta la presión arterial. Se recomienda ajustarlo suavemente alrededor del brazo, con el borde inferior a 2,5 cm por encima de la fosa antecubital. La amplitud del manguito debe tener alrededor de un 20% más que el diámetro de la extremidad. La bolsa del esfigmomanómetro debe quedar superpuesta a la arteria. El uso de un manguito demasiado pequeño para un brazo grande da lugar a una cifra de presión arterial falsamente elevada. Otra causa de elevaciones falsas de las cifras de la presión arterial es la falta de apoyo del brazo del paciente. Para obtener una medición exacta, el manguito debe estar a la altura del corazón. Si no se sostiene el brazo, el paciente hace un ejercicio isométrico, lo que aumenta la presión registrada. Por el contrario, una presión excesiva sobre el diafragma del fonendoscopio produce una falsa cifra más baja de la presión arterial diastólica sin ninguna alteración importante de la presión sistólica. Si el brazo está correctamente apoyado no deben producirse pliegues en la piel. El intervalo de silencio auscultatorio es el silencio que ocurre entre la desaparición de los ruidos de Korotkoff después de su aparición inicial y su reaparición a una presión más baja. El interva- lo de silencio auscultatorio se presenta cuando disminuye el flujo sanguíneo en las extremidades; por ejemplo, en la hipertensión y en la estenosis aórtica. Su importancia clínica radica en el hecho de que la presión sistólica puede confundirse con la presión arterial más baja, el punto de reaparición de los ruidos. Determinación de la presión arterial mediante palpación La presión arterial se valora con el paciente recostado cómodamente en la posición de decúbito supino. Se centra la bolsa del manguito sobre la arteria humeral derecha. Si el brazo es obeso hay que utilizar un manguito grande para adulto o un manguito para el muslo. El brazo debe estar ligeramente flexionado y apoyado, aproximadamente, a la altura del corazón. Para determinar adecuadamente la presión arterial sistólica y descartar un error secundario a un intervalo de silencio auscultatorio, se evalúa primero la presión arterial mediante palpación. En este proce- dimiento se palpa la arteria humeral derecha o la radial derecha mientras se insufla el manguito por encima de la presión necesaria para ocluir el pulso. Se abre lentamente el tornillo ajustable para desinflarlo. Se identifica la presión sistólica por la reaparición del pulso humeral. Tan pronto como se percibe el pulso, se abre el tornillo ajustable para desinflar la bolsa de forma rápida. En la figura 11-20 se puede ver la técnica de esta valoración. 2 Código QR 11-1: Valoración de la presión arterial. Código QR 11-2: Determinación de la presión arterial mediante palpación. Figura 11-20. Técnica para valorar la presión arterial mediante la palpación. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 372 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Código QR 11-3: Determinación de la presión arterial mediante auscultación. Código QR 11-4: Evaluacióndela hipotensión ortostática. Código QR 11-5: Evaluación de la estenosis aórtica supravalvular. Determinación de la presión arterial mediante auscultación La presión arterial se valora mediante auscultación en el brazo derecho, insuflando el manguito a unos 20 mmHg por encima de la presión sistólica que se determinó por palpación. Hay que colocar el diafragma del fonendoscopio sobre la arteria, lo más cerca posible del borde del manguito, inmediatamente por debajo del borde. Se desinfla lentamente el manguito, mientras se evalúan los ruidos de Korotkoff. Se determina la presión arterial sistólica, el punto de apaga- miento y el momento de desaparición de los ruidos. La presión arterial sistólica es el punto en el cual se escuchan los ruidos percutores iniciales. En la figura 11-21 se muestra la técnica para determinar la presión arterial mediante auscultación. Si la presión arterial está elevada, es útil medirla de nuevo al final de la exploración, cuando el paciente esté más tranquilo. Descartar hipotensión ortostática Una vez que el paciente ha estado en la posición de decúbito supino durante al menos 5 minutos, se mide la presión arterial basal y el pulso. Luego, se le pide que se ponga de pie y se repiten inmediatamentelasmediciones. La hipotensión ortostática se define como un descenso de la presión sistólica de 20 mmHg o más, que se acompaña de la aparición de síntomas, como mareo o síncope, cuando el paciente adopta la posición de bipedestación. En la mayoría de las personas afectadas también hay un incremento de la frecuencia cardíaca. Descartar estenosis aórtica supravalvular Si se detecta hipertensión en el brazo derecho se debe llevar a cabo la siguiente prueba: se coloca el manguito en el brazo izquierdo del paciente y se determina la presión auscultatoria. No es necesario volver a medir la presión palpatoria ni valorar de nuevo los cambios ortostáticos. En la estenosis aórtica supravalvular hay una diferencia en las presiones arteriales que se obtienen en los brazos; se puede detectar hipertensión en el brazo derecho e hipotensión en el izquierdo. Descartar coartación de la aorta Si la presión arterial en los brazos está elevada, es importante determinarla en las extremidades inferiores para descartar una coartación de la aorta. Se le pide al paciente que se acueste sobre el abdomen mientras se coloca el manguito del muslo, cuyo diámetro es 6 cm superior al del brazo, alrededor de la superficie posterior de su porción media. Se coloca el fonendoscopio sobre la arteria en la fosa poplítea. Se determinan los ruidos de Korotkoff siguiendo el mismo procedi- miento que en la extremidad superior. Si no se dispone de un manguito para el muslo, se puede colocar el manguito normal en la pierna, de manera que el borde distal quede exactamente en los maléolos. Se aplica el fonendoscopio sobre la arteria tibial posterior o la dorsal del pie y se toma la presión arterial mediante el método de la auscultación. Cuando la presión arterial sistólica en una pierna es más baja que la que se observa en el brazo se debe sospechar coartación de la aorta. Descartartaponamientocardíaco Si hay una presión arterial baja y un pulso rápido y débil es necesario descartar un taponamiento cardíaco. Un signo clínico útil indicativo de taponamiento cardíaco es un pulso paradójico intenso (también conocido como pulsus paradoxus), que se caracteriza por una acentuación del descen- so inspiratorio normal de la presión sistólica. Existe mucha confusión sobre la definición de un Figura 11-21. Técnica para valorar la presión arterial mediante la auscultación. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 374 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Código QR 11-7: Evaluación del pulso arterial carotídeo. La electrocardiografía es, en realidad, el mejor medio para valorar el ritmo, pero la exploración física puede proporcionar algunos datos. Se pueden reconocer extrasístoles por la presencia de latidos adicionales aislados durante un ritmo regular. El bigeminismo es un ritmo acoplado de latidos por parejas. El primer latido es el sinusal, que va seguido de una extrasístole, por lo general ventricular. Si la extrasístole ocurre en una fase muy temprana del período diastólico, se puede pasar por alto el pulso de este latido si se valora el ritmo sólo mediante la palpación. Un ritmo que es evidentemente irregular sin ningún patrón es irregularmente irregular, y es el pulso en pacientes confibrilación auricular. Evaluación del pulso carotídeo Se evalúa el pulso de la arteria carótida colocándose en el lado derecho del paciente, mientras éste se recuesta sobre su espalda. Se auscultan en primer lugar las arterias carótidas en busca de soplos (v. cap. 12, Sistema vascular periférico). Si se detecta un soplo no se debe palpar la arteria carótida, pues si hay una placa de colesterol la palpación puede producir un émbolo. Para palpar la arteria carótida, se colocan los dedos índice y medio sobre el cartílago tiroides del paciente y se deslizan en dirección lateral, entre la tráquea y el músculo esternocleidomas- toideo. Se deben poder sentir las pulsaciones de la carótida inmediatamente internas al músculo esternocleidomastoideo. La palpación debe hacerse en la parte baja del cuello para no ejercer presión sobre el seno carotídeo, lo cual puede producir un descenso reflejo de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. Se evalúa cada arteria carótida por separado. No se presiona nunca sobre las dos arterias carótidas al mismo tiempo. Una vez que se ha evaluado la arteria carótida derecha, se mantiene la misma posición y se colocan los mismos dedos nuevamente sobre la tráquea del paciente y deslizándolos lateralmente hacia la izquierda para palpar la arteria carótida izquierda. En la figura 11-23 se muestra esta técnica. Figura 11-23. A y B, Técnica para evaluar las pulsaciones de la arteria carótida. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Evaluación de las características del pulso Capítulo 11 n Corazón 375 2 Se palpa la arteria carótida para valorar el contorno y la amplitud del pulso. El contorno es la forma del pulso. A menudo se describe como la velocidad del declive ascendente, el declive descendente y la duración de la onda. Se coloca una mano firmemente sobre la arteria carótida hasta que se palpe la fuerza máxima. En ese momento se debe poder distinguir la forma de la onda. Se puede describir el pulso como normal, disminuido, aumentado o de doble pico. La onda del pulso carotídeo normal es suave y el impulso ascendente es más pronunciado y más rápido que el impulso descendente. Un pulso reducido es un pulso pequeño y débil. En la palpación, con el dedo se percibe una elevación suave de la presión, con un pico definido. Un pulso aumentado es un pulso grande, fuerte e hipercinético. El dedo que se palpa percibe una mayor intensidad de la elevación de la porción ascendente del pulso y una pulsación vívida en su pico. Un pulso de doble pico tiene una percusión prominente y una onda de corriente, con o sin una onda dicrótica. En la figura 11-24 se resumen las alteraciones del pulso arterial. El pulso venoso yugular Las venas yugulares (interna y externa) proporcionan información sobre las formas de la onda y la presión auricular derecha. La vena yugular externa es más fácil de visualizar que la interna. Las pulsaciones de la vena yugular interna se hallan por debajo del músculo esternocleidomastoideo y son visibles debido a que se transmiten a través del tejido circundante, pero la vena no es vi- sible. Puesto que la vena yugular interna derecha es más recta que la izquierda, sólo se evalúa la vena yugular interna derecha. Determinar las formas de la onda yugular Para que se puedan visualizar las formas de la onda yugular, el paciente debe estar en posición horizontal sin almohada, de manera que su cuello no quede flexionado ni interfiera en las pul- saciones. El tronco del enfermo debe estar en un ángulo de aproximadamente 25° con respecto al plano horizontal. Cuanto más elevada sea la presión venosa, tanto mayor será la elevación necesaria; cuanto más baja sea la presión, tanto menor será la elevación necesaria. Se debe girar la cabeza del paciente un poco a la derecha y hacia abajo para relajar el músculo esternocleidomas- toideo. Después de colocarse en el lado derecho del individuo, se apoya la mano derecha, que sostiene una pequeña linterna, sobre el esternón del paciente, y se dirige la luz tangencialmente a través del lado derecho del cuello del paciente. Las sombras de las pulsaciones se proyectarán hacia la sábana por detrás del paciente. La luz y las sombras amplifican las formas de la onda. En la figura 11-25 se puede ver esta técnica. Si no se ven formas de la onda, se debe reducir el ángulo de elevación de la cabecera de la cama. Para facilitar la identificación de las formas de la onda, se puede cronometrar el ciclo cardíaco palpando el impulso cardíaco debajo de la mano o sintiendo el impulso de la carótida izquierda con la mano izquierda. Los descensos, más que las propias ondas, tienden a ser más evidentes. Si las venas del cuello son visibles en el borde de la mandíbula mientras el paciente está sentado, el médico debe ver las formas de la onda en el ángulo de la mandíbula con el paciente erguido en sedestación. Hay que diferenciar el pulso yugular de la pulsación de la arteria carótida. En la tabla 11-6 se enumeran las diferencias características más importantes entre estos pulsos. Estimación de la presión venosa yugular Para evaluar la presión del lado derecho del corazón es necesario establecer un nivel de referencia. La referencia estándar es el ángulo manubrioesternal. En cualquier grado de elevación, esta posi- ción se utiliza para medir la presión en el sistema venoso yugular y en las cavidades cardíacas. El paciente debe colocarse en cualquier ángulo entre la posición supina y erguida en la que se observen las venas del cuello. A continuación, se traza una línea horizontal imaginaria desde esta altura hasta el ángulo esternal. Luego, se debe medir la distancia desde el ángulo esternal hasta la línea imaginaria. El corazón se sitúa aproximadamente 5 cm por debajo del ángulo es- ternal; así pues, si la altura de la columna es de 3 cm por encima del ángulo esternal, la presión venosa estimada será de 3 + 5 cm, u 8 cm de agua. Si la parte más alta de la columna está 3 cm por encima del ángulo esternal, es probable que la presión venosa esté elevada. La especificidad de este resultado se cifra en un 93-96% (Sankoff y Zidulka, 2008). Si hay distensión de la vena del cuello hasta el margen de la mandíbula con el paciente sentado a 90 grados, la presión en la aurícula derecha normalmente superará los 15 mmHg11 . En la figura 11-26 se aprecia que las venas del cuello están distendidas hasta el ángulo de la mandíbula con el paciente erguido en sedestación. La presión de la aurícula derecha de este paciente era de 21 mmHg. Código QR 11-8: Evaluación del pulso venoso yugular. 11 La presión teleespiratoria normal de la aurícula derecha es aproximadamente de 3 a 7 mmHg. ERRNVPHGLFRVRUJ
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exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 376 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Figura 11-24. Alteraciones del pulso arterial. ECG, electrocardiograma. ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. © Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito. Capítulo 11 n Corazón 377 2 Figura 11-25. Técnica para evaluar las formas de la onda yugular. Tabla 11-6. Diferencias entre los pulsos yugular y carotídeo Característica Pulso yugular interno Pulso carotídeo Palpación No palpable Palpable Ondas Multiforme: dos o tres componentes Unitarias Calidad Suave, ondulante Vigorosa Presión* Formas de onda obliteradas Ningún efecto Inspiración Disminución de la altura de las formas de la onda Sedestación Disminución de la altura de las formas de la onda Maniobra de Valsalva Aumento de la altura de las formas de la onda Ningún efecto Ningún efecto Ningún efecto *Presión ligera sobre el vaso por encima del extremo esternal de la clavícula. Evaluación delreflujohepatoyugular Una prueba útil para evaluar la elevación de la presión venosa yugular es la del reflujo hepatoyugu- lar, también conocida como compresión abdominal. La función del ventrículo derecho se valora de manera general aplicando presión sobre el hígado. Los pacientes con insuficiencia del ventrículo derecho tienen dilatados los sinusoides hepáticos. La presión que se ejerce sobre el hígado impulsa la sangre fuera de estos sinusoides hacia la vena cava inferior y el corazón derecho, produciendo una distensión adicional de las venas del cuello. El paciente debe estar recostado en la cama, con la boca abierta, respirando normalmente; así se evita que se produzca una maniobra de Valsalva. Se coloca la mano derecha sobre el hígado en el hipocondrio derecho y se aplica una presión gradual firme. Se mantiene la compresión durante unos 10 segundos. La respuesta normal es que las venas yugulares internas y externas muestren un incremento transitorio de la distensión durante los primeros ciclos cardíacos, seguido de un descenso hasta los valores iniciales durante la última parte de la compresión. En los pacientes con insuficiencia del ventrículo derecho o elevación de la presión de enclavamiento de la arteria pulmonar, las venas del cuello se mantienen distendidas durante todo el período de la compresión; esta distensión disminuye con rapidez (por lo menos 4 cm) al soltar de pronto la compresión con la mano. Si se realiza la exploración de manera incorrecta mientras el paciente tiene la boca cerrada se produce una maniobra de Valsalva, y esto da lugar a resultados inexactos en la prueba de reflujo hepatoyugular. Al igual que otras muchas maniobras clínicas, se debe realizar la prueba de reflujo hepatoyu- gular de manera estandarizada. Si se ejecuta correctamente, esta prueba puede ser muy útil para hacer la valoración a la cabecera del paciente. Su resultado se correlaciona mejor con la presión ERRNVPHGLFRVRUJ
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Para uso personal
exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. 378 Sección 2 n La ciencia de la exploración física Figura 11-26. Distensión de la vena del cuello. de enclavamiento de la arteria pulmonar y, como tal, es un reflejo del aumento del volumen sanguíneo central. Ewy, 1988Ewy (1988) evaluó esta prueba y demostró que, en ausencia de una insuficiencia del ventrículo derecho, un resultado positivo sugiere una presión de enclavamiento de la arteria pulmonar de 15 mmHg o más. Percusión Percusión de los bordes cardíacos En el capítulo 10, Tórax, se describe la técnica de la percusión. La percusión del corazón se realiza en el tercer, cuarto y quinto espacios intercostales, desde la línea axilar anterior izquierda hasta la línea axilar anterior derecha. En condiciones normales se produce un cambio en la percusión, de resonancia a matidez, casi a unos 6 cm en el lateral de la parte izquierda del esternón. Esta matidez es atribuible a la presencia del corazón. Una distancia de matidez en la percusión superior a 10,5 cm en el quinto espacio intercostal izquierdo tiene una sensibilidad del 91,3% y una especificidad del 30,3% para detectar un in- cremento del volumen telediastólico del ventrículo izquierdo (VTDVI) o una masa en el ventrículo izquierdo. Una matidez en la percusión de más de 10,5 cm en el quinto espacio intercostal tiene una sensibilidad del 94,4% y una especificidad del 67,2% para detectar una cardiomegalia. En los pacientes con un impulso apical palpable de más de 3 cm en la posición de decúbito lateral iz- quierdo, la sensibilidad para detectar un aumento del VTDVI o una masa en el ventrículo izquier- do alcanza el 100% y la especificidad es del 40%. Palpación Mediante la palpación se evalúan el impulso apical, el ventrículo derecho, la arteria pulmonar y los movimientos del ventrículo izquierdo. La palpación permite también determinar si hay o no frémitos12 . El punto de impulso máximo (PIM) describe el movimiento externo de la punta del corazón al girar en sentido contrario a las agujas del reloj, visto desde abajo, para golpear la pared torácica anterior durante la contracción isovolumétrica. Código QR 11-9: Palpación del punto cardíaco de impulso máximo (PIM). Palpación del punto de impulso máximo El examinador se coloca de pie a la derecha del paciente, con la cama a una altura que le resulte cómoda. La palpación del PIM es más fácil si el enfermo se coloca en sedestación. Tan sólo se deben aplicar las puntas de los dedos sobre el tórax del sujeto en el quinto espacio intercostal, en la línea mesoclavicular, ya que tienen la mayor sensibilidad para valorar el movimiento circuns- crito. Se debe anotar el PIM. La figura 11-27 muestra esta técnica. Si no se percibe el impulso apical, se deben desplazar las puntas de los dedos hasta la zona de la punta del corazón. El PIM suele estar a 10 cm de la línea mesoesternal y no tiene más de 2-3 cm de diámetro. Un PIM que 12 Vibraciones cutáneas de baja frecuencia asociadas a soplos cardíacos notorios. ERRNVPHGLFRVRUJ
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