“El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga.
1. PARÁBOLADE LA SEMILLA QUE CRECE POR SÍ Sola
Marcos4, 26-29
También decía: “El Reino
de Dios es como un
hombre que echa el grano
en la tierra; duerma o se
levante, de noche o de día,
el grano brota y crece sin
que él sepa cómo. La
tierra da el fruto por sí
mima; primero hierba,
luego espiga, después trigo
abundante en la espiga.
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7. La Iglesia fue fundada por Cristo y es el
Reino de Dios en la tierra. Los hombres con
la gracia de Dios, constituyen esa Iglesia y
hacen que esa Iglesia se vaya plantando en
todos los pueblos del mundo.
Si bien la Iglesia sufrirá persecuciones y
dificultades, pero subsistirá hasta el final de
los tiempos y producirá frutos, porque es
Cristo quien la guía y sostiene hasta el fin del
mundo.
El misionero, el apóstol que camina por el
mundo predicando a Cristo y su Palabra no
deberá pensar que los frutos que cosecha se
deben a su trabajo y preparación.
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9. La fe y la confianza en nuestro Señor Jesús
ayudarán a superar dificultades y fracasos
que puedan darse.
Los cristianos debemos tener presente que
la actitud de conocer y meditar el Evangelio,
unido al verdadero deseo de amar a
Jesucristo, la imitación de su vida y la
práctica de sus enseñanzas puede
encaminarnos por la senda de la santidad,
porque Jesús en su bondad infinita hará que
pese a nuestras debilidades y miserias hará
que crezcamos y seamos trigo bueno para
el Granero Celestial.