1. PLACENTA PREVIA
1. Definición: Es una complicación obstétrica que ocurre en el segundo y tercer
trimestre del embarazo. Esta condición se presenta cuando la placenta se implanta
en la parte inferior del útero, obstruyendo el orificio cervical hacia la vagina. Es una
complicación que puede ser grave tanto para la madre como para el bebé.
Durante el embarazo, la placenta se va “reposicionando” en la medida en que el
útero se estira y crece. Para el tercer trimestre, la placenta debe encontrarse cerca
de la parte superior del útero, permitiendo que el orificio cervical esté libre para el
parto. Sin embargo, en algunas ocasiones la placenta permanece en la parte
inferior del útero cubriendo de forma parcial o total el orificio cervical. Esta
condición, llamada placenta previa, hace que el parto vaginal sea prácticamente
imposible y produce, en algunos casos, sangrado severo o hemorragia.
2. Etiología:
La etiología de la placenta previa es desconocida, pero se suponen hipótesis
fundamentadas en condiciones asociadas a su mayor incidencia, así:
o Placentarias: Todas aquellas que favorezcan el aumento del tamaño de la
tort placentaria o bien su superficie de implantación. Una reducción en el oxigeno
útero placentario promueve un aumento en la superficie placentaria asociado con
el desarrollo del segmento uterino inferior. Embarazo gemelar, eritroblastosis,
feto de sexo masculino, tabaquismo y Cocaína.
o Uterinas: Constituidas por todas aquellas noxas que alteran bien al
endometrio, o bien al miometrio perturbando la placentación normal en su
nidación. Tales como: Antecedentes de cesárea, legrado uterino, multiparidad,
edad sobre 35 años, miomas uterinos (miomectomías tienen 4 veces mayor
riesgo), endometritis, antecedente de Placenta Previa (12 veces mayor
probabilidad de presentar nuevo episodio).
3. Epidemiologia:
En general, la incidencia de placenta previa es de 1 en 200 a 1 en 390
embarazadas con edad estacional mayor a 20 semanas. La frecuencia de
aparición aumenta. Para nulípara, la incidencia es de 0.2%, mientras que en
multíparas, puede ser mayor a 5%.
4. Clasificación:
La clasificación de la placenta previa se basa en la proximidad entre la placenta y
el orifico cervical interno, factor que predomina directamente el riesgo de
hemorragia. La placenta previa se clasifica según su presentación en distintos
tipos:
2. Completa o total: cuando la placenta cubre enteramente el orificio
cervical
Parcial: cuando la placenta cubre parte pero no todo el orificio cervical
interno.
Marginal: cuando el borde de la placenta está en contacto con el orificio
cervical interno, pero sin cubrirlo.
Inserción baja: cuando la placenta está localizada cerca (a 3 cm.), pero
no está en contacto con el orificio cervical interno.
5. Factores de Riesgo:
Multíparas.
> de 35años.
Placentas macrosómicas.
El tabaquismo.
alformaciones uterinas y/o placentarias.
Consumidoras de cocaína.
Antecedentes de: legrado uterino, endometritis cesáreas, miomectomìa.
Frecuencia de gestaciones normales interrumpidas por abortos.
Frecuencia de cesáreas.
6. Objetivo: El objetivo principal sería tratar de mantener estable el embarazo
hasta llegar a la semana 36; momento en el cual el bebé estaría listo para nacer
por cesárea, y así se reduciría el riesgo de que la mamá padeciera hemorragias
masivas.
7. Cuadros clínicos:
Gestación > de 22 semanas
Sangrado genital indoloro
Usualmente presencia de dinámica uterina
Compromiso de la vitalidad fetal y materna
8. Diagnostico:
El diagnóstico de placenta previa puede confirmarse por medio de un ultrasonido.
En caso de no poder realizar uno, el médico palpará el abdomen de la madre para
establecer la posición del bebé, en la mayoría de los casos de placenta previa, los
bebés están atravesados o con las nalgas hacia abajo. El examen vaginal está
totalmente contraindicado ya que podría aumentar el sangrado.
Diagnóstico Precoz: Cuando la madre asiste regularmente al médico
durante el embarazo, el diagnóstico se hace antes de que se presenten los
síntomas por medio del ultrasonido y el médico está a tiempo de sugerir medidas
preventivas para evitar que se produzcan sangrados en el futuro.
3. Como ya se mencionó antes, el reposicionamiento o migración de la placenta se
va dando a medida que el embarazo avanza y el útero crece. Esta es la razón por
la cual no se da el diagnóstico de placenta previa antes de la semana 20 del
embarazo. Usualmente en el ultrasonido del primer trimestre se reporta la
condición como placenta "baja" para que el ginecólogo esté al tanto de un
problema potencial y le de un seguimiento adecuado.
Diagnóstico Tardío o Sintomático: La embarazada llega al médico con un
embarazo mayor de 20 semanas presentando sangrado vaginal indoloro que
comenzó sin razón ni causa aparente. La hemorragia suele ser inesperada;
aunque inicialmente se presenta como un manchado discreto, existe tendencia a la
recurrencia días o semanas después y en cantidades cada vez mayores. Los
movimientos del bebé son normales y la embarazada se siente bien salvo por la
preocupación que le ocasiona el sangrado vaginal (si la hemorragia ha sido
profusa puede manifestar debilidad, mareo, palpitaciones).
9. Tratamiento:
El tratamiento para poder curar o corregir la placenta previa depende de cuán
avanzado esté su embarazo y de la intensidad de las hemorragias que esté
experimentando.
Si la misma fuera diagnosticada luego de la semana 20 del embarazo, y la
paciente no estuviera experimentando ninguna clase de hemorragia o sangrado;
simplemente debería tomarse un descanso de sus actividades e incrementar la
cantidad de horas que pasa en la cama descansando. A su vez, debería estar
sumamente alerta si llegara a experimentar hemorragias; en cuyo caso su doctor
de cabecera le recomendará que guarde reposo en cama, que no mantenga
relaciones sexuales y que se someta a controles médicos periódicos.
Si la hemorragia fuera muy fuerte, podría ser necesario recurrir a transfusiones de
sangre hasta que el feto se encontrara lo suficientemente desarrollado como para
nacer. Se podrían utilizar inyecciones de esteroides para acelerar la maduración
de los pulmones del feto. En última instancia.
10. Complicaciones:
La presencia de placenta previa cuando el embarazo ha llegado a término es una
condición médica realmente muy grave.
Riesgos maternos
Hemorragias que pongan en peligro su vida.
Necesidad de dar a luz al bebé mediante una cesárea.
Incremento del riesgo de experimentar hemorragias post-parto.
4. Riesgos del bebé
Problemas que afecten la salud del mismo, pérdida de sangre leve o
aguda.
Crecimiento intrauterino retardado causado por la deficiente perfusión
placentaria, Incremento en la incidencia de anomalías congénitas.
11. Intervenciones de enfermería:
Vigilar sistemáticamente los signos vitales y los ruidos cardiacos fetales.
Vigilar los valores de hemoglobina, hematocrito y los leucocitos para
diagnosticar la existencia de anemia e infección.
Elaborar la historia de la hemorragia, con número de crisis y volumen de las
mismas.
Valorar los movimientos fetales.
Indicar reposo en cama hasta tres días después de interrumpirse el sangrado.
Garantizar que se dispone de sangre del tipo necesario y que se han
practicado pruebas cruzadas para el caso de que ocurra una hemorragia
súbita.
Vigilar la actividad fetal si la madre presenta sangrado.
Estar en condiciones de atender el parto de urgencia, mediante operación
cesárea.
Advertir al equipo de asistencia neonatal sobre la posibilidad de que nazca un
niño prematuro o con alteraciones.