Pitágoras fundó una secta filosófico-religiosa en Crotona basada en creencias como la trasmigración de almas. Sus seguidores vivían en comunidad y mantenían sus enseñanzas en secreto. Pitágoras creía que los números eran el principio subyacente de todas las cosas y que había relaciones numéricas en la música y la naturaleza. Su filosofía combinaba elementos místicos y religiosos con un enfoque matemático y científico pionero.