Quería destacar que mi presentación la realice desde mi contexto laboral actual, educación en contextos de encierro, en la que planteo la necesidad de contar con mayor capacitación para los educadores que se desempeñan laboralmente en los ámbitos de contexto de encierro. Por ello, creo que es atinado pensar que en esos contextos de encierro hay un sentido común propio, en fin, una cultura en sí misma con sus formas particulares de saber, actuar y vivir. Es necesaria, entonces, una aproximación a ese ámbito cultural que intente, en alguna medida, dar cuenta de él de modo que las acciones educativas que se dirijan a sus integrantes sean lo más pertinentes posible. Consideramos que ser docentes en cárceles nos compromete, por lo menos, con una doble exigencia. Una ideológica: Conceptos tales como autonomía, individuación y proyecto personal tienen que estar vinculados necesariamente con nuestros alumnos. La presentación anterior muestra la necesidad de contar desde la Subdirección General de Educación, de un desarrollo de Capacitación docente Institucional en contexto de encierro. Cómo encarnar dichos conceptos en nuestras prácticas educativas es la otra exigencia. En éste sentido, el derecho se nos plantea como una promesa posible, como la posibilidad para modificar la resignación del “es lo que hay”. Mariela Battistessa