La interfaz gráfica de usuario (IHC) surgió cuando las computadoras llegaron a manos de usuarios no profesionales para proveer una interacción eficiente y segura entre humanos y máquinas. La IHC se nutre de disciplinas como psicología, ergonomía y diseño para analizar y diseñar interfaces que consideren factores humanos y técnicos, con el objetivo de mejorar la experiencia del usuario, el tiempo de desarrollo y el mantenimiento.