El jazz nació a finales del siglo XIX en Nueva Orleans, combinando ritmos africanos con música europea. Se caracteriza por la improvisación y la superposición de ritmos regulares e irregulares. Los instrumentos principales son los que marcan el ritmo y los que tocan la melodía. A lo largo del siglo XX, el jazz evolucionó a través de estilos como dixieland, swing, bebop, cool y fusion.