La educación a distancia se define por su flexibilidad horaria ya que los estudiantes organizan su tiempo de estudio de forma independiente. Se basa en un diálogo entre el profesor y el estudiante a través de materiales como textos, videos y discos compactos. El estudiante recibe indicaciones semanales a través de una plataforma y envía tareas por correo para recibir retroalimentación, aunque a veces se requiere asistir a la institución para tutorías u exámenes.