El documento describe las recomendaciones de la OMS y OPS para promover prácticas de atención al parto respetuosas con las mujeres. Señala formas de violencia obstétrica como no permitir posiciones durante el parto y episiotomías rutinarias. También presenta un articulado de la ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, que sanciona estas prácticas y establece deberes para el personal de salud como capacitación y deber de aviso ante casos de violencia.