El proceso de creación de leyes en México comienza en la Cámara de Origen, donde se elabora una iniciativa de ley. Luego pasa a un dictamen y votación. Si es aprobada, pasa a la Cámara Revisora para su discusión y posible aprobación con cambios. De ser aprobada por ambas cámaras, la ley pasa al poder ejecutivo para su promulgación.